La Crisis da al pregón de ferias un aire reivindicativo

  Poco antes de las ocho de la tarde fueron llegando desde sus diversas localizaciones las 22 peñas de Guadalajara, que con su característico uniforme y algún que otro complemento añadido, empezaron a teñir de color y humor la plaza. Los cánticos por parte de unas y otras se encargaron de amenizar el momento hasta el preciso instante en el que apareció en el balcón del Palacio del Infantado, junto con el alcalde de la ciudad, Antonio Román, y el concejal de Festejos, Jaime Carnicero, el presidente de la veterana peña La Crisis, Alberto Mateo, quien sería en esta ocasión el encargado de dar el pistoletazo a la Semana Grande de Guadalajara.

   En su mensaje a la multitud, escueto pero efectista, Mateo conseguiría captar toda la atención de los peñistas, así como de los ciudadanos de a pie que se agolpaban en los laterales de la plaza y los balcones, con la reivindicación a Román del regreso del chupinazo a la Plaza Mayor, lugar que históricamente ha acogido el inicio de las Ferias y Fiestas de Guadalajara. Al hilo de ello Mateo instó a los peñistas a luchar por sus libertadades, “libertades que si un días nos la arrebatan, también nos arrebatarán nuestra fiesta”, espetó.

   Los últimos momentos de su discurso fueron para desear que “todos salgamos de esta maldita crisis que domina el mundo”, la circunstancia social que vio nacer a la peña allá por el año 1976 y que vuelve a estar de moda en este 2011.

   Tras sus palabras, el sonoro chupinazo y el olor a pólvora se alzaban como la señal inequívoca de que las fiestas habían comenzado. la plaza mayor, en el aire Tan sólo unos minutos más tarde de la aparición estelar de Mateo en el balcón, el alcalde de la ciudad fue preguntado por los periodistas que se congregaron en el Infantado sobre la petición del regreso del pregón a la Plaza Mayor.

   Román indicó que aunque “no estemos cerrados a ningún cambio, por el momento el pregón está yendo muy bien aquí “, refiriéndose a la plaza de los Caídos, que dispensa una mayor seguridad al reunir “unas condiciones más aconsejables –amplitud y mayor número de salidas– para acoger actos con gran concentración de público”, sentenció.