La Crisis volvió a pasear en burro a los más pequeños de la capital
01/10/2010 - 09:45

Por: VIRGINIA BODEGA
FERIAS Y FIESTAS
Los más pequeños de Guadalajara no faltaron ayer a su cita con la peña La Crisis. Por segundo año consecutivo, la formación organizó un paseo infantil de burros y carretas como actividad comprometida con el Ayuntamiento de Guadalajara e incluida en el programa oficial de Ferias y Fiestas 2009, fruto del convenio que regula la relación entre las peñas y el Consistorio durante este periodo, la Semana Grande.
Dado el éxito que cosechó dicha actividad el año pasado, cuando algunos niños se quedaron sin poder montar en burro porque los peñistas tenían que acudir al pregón y posterior chupinazo la actividad tiene lugar en las horas previas, en la tarde del lunes de Ferias, La Crisis ha apostado un año más por su celebración. En este caso, han optado por poner a disposición de los niños y niñas guadalajareños un animal más en total tres, con el objetivo de que pudieran ser más los que disfrutasen de los emblemáticos animales. Y es que según Alberto Mateo, presidente de la peña, ése es uno de los objetivos que se marcó La Crisis cuando decidió poner en marcha esta actividad: que los niños conozcan a los burros, porque muchos no han visto uno en su vida, explicaba ayer.
Antes de las 17.00 horas, esperado momento del inicio de los paseos, ya eran muchos los niños que, acompañados de sus padres y abuelos, acudían a las puertas de la peña La Crisis, en la calle Santa María Micaela, para ser los primeros en la cola. Minutos después, los dos burros y una mula que arrastraba una pequeña carreta, salían a la vía, acompañados por un guía y distintos peñistas que colaboraron y ayudaron a los niños a subir y a bajar de los animales, siguieron el recorrido y cuidaron de los pequeños, evitando que se produjeran percances no deseados. Además, la tarde y la temperatura acompañaron, pues aunque lucía el sol, una ligera brisa ayudó a no pasar excesivo calor, por lo que la actividad cosechó, una vez más, el esperado éxito.
ESPECIAL CARIÑO A LOS BURROS. La idea de organizar esta actividad surgió el año pasado, pues La Crisis pensó que sería bonito y divertido para los niños de la ciudad poder disfrutar de este animal al que estos peñistas le tienen especial cariño. De hecho, uno de los motivos por los que decidieron implantarla como actividad para la ciudadanía fue el hecho de que hace unos 20 años que La Crisis trae burros para que desfilen junto a ellos en el pasacalles posterior al chupinazo. Ya que teníamos los animales aquí, como siempre los sacábamos para el día del pregón, pensamos, ya que económicamente no estábamos muy bien, aprovechar el gasto que teníamos con los burros para hacer una actividad que creemos que es bastante interesante para los niños, comentaba Mateo.
Y es que además de ser su propio nombre, la crisis es también la situación que atraviesa esta peña, al igual que el resto de formaciones peñísticas de la capital y sus ciudadanos. Mateo, tal y como esperaba, admite que el bajón de peñistas este año ha sido de unos 40, por lo que el número total de inscripciones no ha llegado a los 180. Sin embargo, a pesar de las bajas, siempre hay nuevas incorporaciones que llevan hasta la peña aire fresco y renovadas fuerzas de pasarlo bien y conocer gente nueva en muchas ocasiones. Ayer, mientras en la calle los veteranos colaboraban en el desarrollo del paseo infantil en burros y carretas, los novatos sufrían el tradicional bautismo. Los mayores de la peña se armaron hasta los pies de agua y harina y embadurnaron a los nuevos y jóvenes peñistas hasta que parecían irreconocibles. Por su parte, los novatos, resignados, aguantaron el tipo a sabiendas de que se trata de un trago que hay que pasar para estar totalmente integrados en la peña.
Después, unas horas y unas copas más tarde y una vez que, fuera, todos los niños que así lo desearon montaron en burro y recorrieron los bellos alrededores de Adoratrices y el panteón de la Duquesa de la Vega del Pozo, burros y peñistas se dirigieron a la plaza de los Caídos, donde este año celebraron el pregón y el chupinazo, hitos que marcaron el arranque oficial de estas Ferias y Fiestas de Guadalajara, el momento más esperado desde hace un año.
UNA SEMANA COMPLETA. Además de este paseo de burros y carretas, que ya se está convirtiendo en una tradición en La Crisis, como augura su presidente, a esta veterana peña, nacida en 1976, le espera un semana repleta de actividades. Todas las noches, como es habitual cada año, tendrán una verbena musical que llenará la peña de canciones y baile. También habrá una discoteca móvil y, como no podía ser de otra manera en estas fechas, los peñistas contarán con el acompañamiento de su charanga. Celebrarán un pasacalles cada día y, como siempre, disfrutarán de la compañía de sus amigos y compañeros de peña comiendo y bebiendo en su carpa, situada en una pequeña finca en la calle Santa María Micaela, muy cerca del parque de Adoratrices y viejo recinto ferial, el panteón de la Duquesa de la Vega del Pozo y el parque de la Fuente de la Niña. Para la jornada de hoy tienen preparado un baile-vermú que estará amenizado por su charanga.
Antes de las 17.00 horas, esperado momento del inicio de los paseos, ya eran muchos los niños que, acompañados de sus padres y abuelos, acudían a las puertas de la peña La Crisis, en la calle Santa María Micaela, para ser los primeros en la cola. Minutos después, los dos burros y una mula que arrastraba una pequeña carreta, salían a la vía, acompañados por un guía y distintos peñistas que colaboraron y ayudaron a los niños a subir y a bajar de los animales, siguieron el recorrido y cuidaron de los pequeños, evitando que se produjeran percances no deseados. Además, la tarde y la temperatura acompañaron, pues aunque lucía el sol, una ligera brisa ayudó a no pasar excesivo calor, por lo que la actividad cosechó, una vez más, el esperado éxito.
ESPECIAL CARIÑO A LOS BURROS. La idea de organizar esta actividad surgió el año pasado, pues La Crisis pensó que sería bonito y divertido para los niños de la ciudad poder disfrutar de este animal al que estos peñistas le tienen especial cariño. De hecho, uno de los motivos por los que decidieron implantarla como actividad para la ciudadanía fue el hecho de que hace unos 20 años que La Crisis trae burros para que desfilen junto a ellos en el pasacalles posterior al chupinazo. Ya que teníamos los animales aquí, como siempre los sacábamos para el día del pregón, pensamos, ya que económicamente no estábamos muy bien, aprovechar el gasto que teníamos con los burros para hacer una actividad que creemos que es bastante interesante para los niños, comentaba Mateo.
Y es que además de ser su propio nombre, la crisis es también la situación que atraviesa esta peña, al igual que el resto de formaciones peñísticas de la capital y sus ciudadanos. Mateo, tal y como esperaba, admite que el bajón de peñistas este año ha sido de unos 40, por lo que el número total de inscripciones no ha llegado a los 180. Sin embargo, a pesar de las bajas, siempre hay nuevas incorporaciones que llevan hasta la peña aire fresco y renovadas fuerzas de pasarlo bien y conocer gente nueva en muchas ocasiones. Ayer, mientras en la calle los veteranos colaboraban en el desarrollo del paseo infantil en burros y carretas, los novatos sufrían el tradicional bautismo. Los mayores de la peña se armaron hasta los pies de agua y harina y embadurnaron a los nuevos y jóvenes peñistas hasta que parecían irreconocibles. Por su parte, los novatos, resignados, aguantaron el tipo a sabiendas de que se trata de un trago que hay que pasar para estar totalmente integrados en la peña.
Después, unas horas y unas copas más tarde y una vez que, fuera, todos los niños que así lo desearon montaron en burro y recorrieron los bellos alrededores de Adoratrices y el panteón de la Duquesa de la Vega del Pozo, burros y peñistas se dirigieron a la plaza de los Caídos, donde este año celebraron el pregón y el chupinazo, hitos que marcaron el arranque oficial de estas Ferias y Fiestas de Guadalajara, el momento más esperado desde hace un año.
UNA SEMANA COMPLETA. Además de este paseo de burros y carretas, que ya se está convirtiendo en una tradición en La Crisis, como augura su presidente, a esta veterana peña, nacida en 1976, le espera un semana repleta de actividades. Todas las noches, como es habitual cada año, tendrán una verbena musical que llenará la peña de canciones y baile. También habrá una discoteca móvil y, como no podía ser de otra manera en estas fechas, los peñistas contarán con el acompañamiento de su charanga. Celebrarán un pasacalles cada día y, como siempre, disfrutarán de la compañía de sus amigos y compañeros de peña comiendo y bebiendo en su carpa, situada en una pequeña finca en la calle Santa María Micaela, muy cerca del parque de Adoratrices y viejo recinto ferial, el panteón de la Duquesa de la Vega del Pozo y el parque de la Fuente de la Niña. Para la jornada de hoy tienen preparado un baile-vermú que estará amenizado por su charanga.