La D.O. Mondéjar muestra sus mejores vinos para hacer frente a la reducción del consumo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: DIANA PIZARRO
Una tierra con tradición vinícola no podía dejar pasar la oportunidad de mostrar sus mejores caldos. Así ha sucedido en Mondéjar, donde se han reinventado apostando por unas jornadas de puertas abiertas que concluyen hoy. Además de conocer el proceso de elaboración y embotellado del vino, los centenares de visitantes que han pasado por las dos bodegas de la Denominación de Origen Mondéjar, han podido probar las excelencias de unos caldos que, año tras año, se consolidan dentro y fuera de España. Aunque con la vista puesta en la reducción del consumo, esta tierra de vinos está a punto de afrontar una de las mejores cosechas que se prevén.
Un buen vino, jamón y queso, y una conversación agradable. Ingredientes que no pueden faltar y que ayer abundaron en las jornadas de puertas abiertas que se celebraron en las dos bodegas que forman parte de la Denominación de Origen Mondéjar, Bodegas Mariscal y Cooperativa Santa María Magdalena. Muchos fueron los interesados en conocer por dentro el proceso de creación del vino, tanto que hacia las 9.00 horas tuvieron que abrirse las puertas de estas ‘casas del buen beber’. Desde primera hora, y hasta bien pasada la puesta de sol, centenares de personas disfrutaron ayer de la jornada más multitudinaria en una cita que viene a sustituir a la tradicional Feria del Vino, pero que sin duda ha cumplido sus objetivos. Como recalca Eusebio Mariscal, presidente de la D.O., y director de Bodegas Mariscal, “con esta bienvenida a nuestra casa conseguimos que el boca a boca se vaya extendiendo cada vez más, principalmente por Madrid, que es nuestro mercado por excelencia, ya que son cinco millones de potenciales consumidores de vino”. No obstante, esta joven denominación con 13 años a sus espaldas se está consolidando actualmente en el mercado extranjero, donde Bodegas Mariscal, por ejemplo, ya tenía un rodaje previo. “Con los vinos de mesa conseguimos introducirnos hacia 1988, pero la denominación nos ha servido de trampolín para exportar nuestros mejores vinos, algo que ha venido en un buen momento tras el descenso de consumo en los vinos de mesa”, explica Mariscal, quien durante toda la jornada no se cansó de servir e invitar a los visitantes a su bodega a probar los mejores caldos de la casa. En este sentido, Bodegas Mariscal está mostrando durante estas jornadas su artillería pesada: Crianza, Cueva de los Judíos y Reserva en tintos. No obstante, el último año está teniendo un peso importante la comercialización de los blancos, concretamente Pago de Arís, y especialmente de Deseo, que con tan sólo seis grados de alcohol, atrae tanto a la gente joven poco acostumbrada al vino como a las mujeres. “Tiene un sabor muy agradable que hace que su consumo se convierta en todo un placer”, señala Mariscal. Todo ello hasta sumar una lista de 22 tipos diferentes de vinos, aunque los visitantes también pueden degustar y adquirir los vinos dulces, mostos sin alcohol, vermú, sangría, cava... un sinfín de posibilidades derivados de la uva. A esto hay que sumar los productos de los residuos, que se destilan para producir licores como el orujo. “Cuando hemos terminado con el proceso, la piel de la uva la sometemos a destilación y obtenemos estos productos”.
Por su parte, Antonio Jiménez, presidente de la cooperativa, confía en el eco de las jornadas para poner freno a la reducción del consumo del vino que, desde hace un tiempo, “nos está haciendo mucho daño”. No obstante, estas dos bodegas cuentan con la baza de la Denominación de Origen, lo que les permite acceder a mercados anteriormente vetados. “Ahora mismo estamos en un momento álgido para ofrecer nuestros vinos, ya que estamos acudiendo a lugares señoriales, como los mejores hoteles de Madrid, restaurantes de mucha categoría...”, recalca Mariscal, quien, no obstante, reconoce que “sacar adelante una denominación de origen cuesta mucho esfuerzo, es algo que no se hace en un par de años, ya que tienes que hacerte un hueco frente a otras denominaciones mucho más veteranas”.

Alta calidad de la uva
Otra de las bazas que los vinos de Mondéjar jugarán este año será la alta calidad de la uva, que será recogida nada más se ponga fin a las fiestas patronales.

Un 30 por ciento menos
“La cosecha que se avecina es excelente, no tanto en cantidad, porque no ha llovido mucho y eso ha impedido que se desarrollase el fruto como otros años, sino de calidad”, recalca Mariscal, quien estima que este año posiblemente se coseche un 30 por ciento menos. Lo que, no obstante, puede ser beneficioso teniendo en cuente la reducción en el consumo del vino. “Probablemente podrá regularizar un poco el mercado, algo que también se está intentando con la obligación de arrancar las viñas, lo que, no obstante, no deja de ser desolador cuando vas al campo”, lamenta Jiménez, en cuya bodega los visitantes pudieron comprobar la magnitud de los 16 depósitos de vino –ocho de 500.000 litros cada uno y otros ocho de 100.000–. No obstante, en la actualidad sólo están en funcionamiento los más pequeños, que también son los más modernos, de acero inoxidable, en lugar de hierro. “Años atrás hemos llegado a recoger en la cooperativa hasta seis millones de kilos de uva, mientras que el año pasado solamente fueron 2,5 millones, una cifra que, lamentablemente, va bajando”.
Por todo ello, la calidad es ahora el súmmum de esta denominación. “Es lo que la gente quiere, porque si antes se tomaban media botella de un vino común, ahora prefieren una o dos copitas de un caldo excelente”, concluye Mariscal.