La demolición de la Casa del Pueblo
19/07/2011 - 17:01
Adiós a la Casa del Pueblo. La plaza de Pablo Iglesias se ha quedado desnuda después de que este emblemático edificio fuera demolido. Ahora, sólo resta acabar el estudio geológico, limpiar la zona de sótano de escombros y comenzar con la cimentación y ejecución del edificio.
Casi cien años de historia han desaparecido entre escombros con la demolición del edificio de la Casa del Pueblo, sede del sindicato UGT desde principios del pasado siglo.
El 7 de julio comenzó la demolición del edificio de UGT. En cuestión de horas, este emblema de la lucha obrera empezó a perder su forma para dar paso a una nueva etapa de su historia, en la que se construirá otra sede más moderna. Ocho días más tarde, apenas si quedan restos del edificio, aunque la parte correspondiente al sótano sigue relleno de escombros, según explica el secretario provincial de UGT, David Pinillos.
En estos momentos, además de reanudarse el tráfico rodado en la zona, se están realizando estudios geotécnicos para determinar la composición del subsuelo y elegir la cimentación más adecuada. Ya se han efectuado dos sondeos cuyos datos se remitirán al laboratorio para que, con ellos, la dirección de obra pueda tomar la decisión más acertada.
La segunda fase de la demolición se prolongará hasta la primera quincena del mes de agosto aunque, en este caso, sus consecuencias para el tráfico del entorno serán menos problemáticas. Ya no será necesario cortar el tráfico, pero sí regularlo para la entrada de camiones y que puedan salir en dirección contraria y subir por Virgen del Amparo, explica Pinillos.
El cronograma de la obra sigue manteniendo el ritmo previsto que establece que, una vez concluida la demolición, la ejecución se prolongue entre 18 y 22 meses más.
El 7 de julio comenzó la demolición del edificio de UGT. En cuestión de horas, este emblema de la lucha obrera empezó a perder su forma para dar paso a una nueva etapa de su historia, en la que se construirá otra sede más moderna. Ocho días más tarde, apenas si quedan restos del edificio, aunque la parte correspondiente al sótano sigue relleno de escombros, según explica el secretario provincial de UGT, David Pinillos.
En estos momentos, además de reanudarse el tráfico rodado en la zona, se están realizando estudios geotécnicos para determinar la composición del subsuelo y elegir la cimentación más adecuada. Ya se han efectuado dos sondeos cuyos datos se remitirán al laboratorio para que, con ellos, la dirección de obra pueda tomar la decisión más acertada.
La segunda fase de la demolición se prolongará hasta la primera quincena del mes de agosto aunque, en este caso, sus consecuencias para el tráfico del entorno serán menos problemáticas. Ya no será necesario cortar el tráfico, pero sí regularlo para la entrada de camiones y que puedan salir en dirección contraria y subir por Virgen del Amparo, explica Pinillos.
El cronograma de la obra sigue manteniendo el ritmo previsto que establece que, una vez concluida la demolición, la ejecución se prolongue entre 18 y 22 meses más.