La Desconocida: Un pertubador thriller no apto para todos los gustos
Lo mejor que se puede decir de La Desconocida, es que su campaña publicitaria funciona como un tiro: "No haga spoilers de esta película, no se la estropee a nadie". Ahora bien, desde que uno ve el cartel y lee la sinopsis ya se imagina el tipo de película de la que se trata, y acierta.
Leo está entusiasmado. Tiene una cita con Carolina, a la que ha conocido por internet. Pero hay algo raro. Leo es un hombre adulto y Carolina una adolescente. De hecho, Leo es un hombre adulto que se ha hecho pasar por un chico de 16 años para acercarse a Carolina. En su primera cita, queda claro que él ya ejerce algún tipo de poder sobre ella. Sin embargo, puede que la joven tampoco sea lo que aparenta.
Para esta película, el director Pablo Maqueda ha tomado como punto de partida la obra de teatro Grooming, de Paco Becerra. Se nota. La historia plantea un bis a bis entre dos personajes que resulta tenso y estupendamente defendido en el plano dramático por sus protagonistas, Laia Manzanarez y Manolo Solo. El problema es que Maqueda siente la necesidad de salirse de ese encuentro casi pesadillesco, en el que le director juega con un tono de thriller psicológico muy perturbador gracias al uso de flashbacks puntuales.
Por desgracia, la ruptura del bis a bis va más allá de esas imágenes ilustrativas del día a día de uno de los protagonistas, también introducen una trama secundaria totalmente innecesaria, más allá del placer que siempre produce ver a Eva Llorach en pantalla.
Ya sea por aumentar metraje o por un deseo fallido de ampliar y la complejidad de una historia que no necesitaba ser complicada, Maqueda desvía por momentos la atención del espectador. La producción podía haber funcionado como un tiro en apenas 70 minutos, ahondando quizás un poco más en la relación personal y de comprensión mutua, más allá de la estrictamente de poder, que se establece entre los dos protagonistas.
Aún así y a pesar de su inesperado giro final, La Desconocida funciona por sus intérpretes y por la valentía demostrada por el director a la hora de contar una historia con estilo propio y diferenciado. Puede que no siempre acierte, como ocurre cuando se empeña en alargar momentos desegradables con primeros planos o sonidos hasta el punto de sacar al espectador de la escena, pero lo hace demostrando siempre personalidad autoral.
La Desconocida es una película que no recomendaría a cualquiera, que probablemente no tendrá un gran éxito, pero que sí quedará en la memoria de quien la vea y en la videoteca de los amantes del thriller casi fantástico español, como lo hizo en su día El habitante incierto.