La disponibilidad del ATC condicionará el fin del desmantelamiento de la José Cabrera
03/08/2013 - 23:38
El desmantelamiento y clausura de las instalaciones nucleares, como la José Cabrera, ha sido objeto de análisis en el curso de verano Residuos radiactivos: la solución española
de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, patrocinado por Enresa, que se celebró en el Palacio de la Magdalena de Santander entre el miércoles y el viernes pasado, y al que acudió Nueva Alcarria.
Este temática se abordó en la segunda sesión y en la cuarta mesa redonda de las ocho totales, en las que se dieron cita expertos del sector a nivel nacional e internacional,
para abordar, entre otras materias, la gestión de los residuos, la protección del medio ambiente y el futuro de la industria nuclear teniendo especial presencia en cada uno de ellas el proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) que se construirá en el municipio
conquense de Villar de Cañas. En el mundo hay en la actualidad 147 reactores en proceso de
desmantelamiento, la mayoría de ellos en Estados Unidos, según destacó Ivo Tripputi, asesor Senior Corporation en Sogin y presidente del Proyecto Corporativo sobre Desmantelamiento en OECD Nuclear Energy Agency (NEA) que desgranó los proyectos a nivel mundial. Estos se han incrementado desde 2011, tras el accidente de la central nuclear de Fukushima.
Entonces, la decisión del Gobierno alemán de limitar esta producción de electricidad provocó que se pusieran en marcha nuevos programas de desmantelamiento.
Tripputi estimó que en 2020 se necesitarán unos 20.000 expertos nucleares, de los que la mitad serán para afrontar los futuros desmantelamientos. Aunque no hay una fecha fija para el inicio de este proceso, pues varía en función de diversas causas, la mayoría de las centrales se desmantelan entre los 46 y los 50 años de vida. Dejó claro que los desmantelamientos son interesantes a nivel nacional e internacional, y ninguno de ellos es comparable en cuanto al coste.
El jefe de proyecto del Departamento del Proyecto de Clausura de Enresa, Juan Luis Santiago, fue el encargado de exponer la situación nacional. En este ámbito destacan
Vandellós I y la José Cabrera. La primera está en periodo de latencia y será a partir de 2028 cuando se inicie el desmantelamiento total del reactor. El de Zorita será el primer desmontaje total de una central nuclear, alcanzará el nivel 3, pues una vez que concluyan las tareas que se están llevando a cabo en la actualidad, el emplazamiento quedará totalmente libre y disponible para otros usos. Así se ha establecido en el plan previo diseñado por Enresa con la colaboración del titular de la instalación, de forma que el suelo quede libre para otros usos industriales. La fecha de finalización será 2017, después de que la Empresa Nacional de Residuos haya tenido que hacer una reprogramación de su proyecto para ajustarlo a la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado que se va a construir en Cuenca.
El director de Operaciones de Enresa, Alejandro Rodríguez, confirmó que es necesario trasladar los 16 contenedores los 12 que ya guardan el combustible gastado durante el periodo de actividad, más los cuatro que se llenarán durante este proceso de desmantelamiento que se despositarán en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) al ATC para dar por concluido el proceso de desmantelamiento.
El ATI es como un trozo de piscina en seco que está un poco más apartado, pero que forma
parte de los sistemas de la central, por tanto, el desmantelamiento total se conseguirá cuando el ATI esté desmantelado también y para que eso ocurra hay que llevarse el
combustible al ATC.
El objetivo es que el almacén de espera del ATC esté operativo en 2017. Enresa prevé tener terminado el proyecto a final de este año para entregarlo al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que tendrá entre seis meses y un año para analizarlo y darle el visto bueno, por lo que esperan obtener a fianles de 2014 la autorización previa de construcción.
Ha sido un colchón, un gap de beneficio en la programación que nos ha dado por el cierre final de las actividades de obra, y que está condicionado por la puesta en explotación del ATC, apuntó Rodríguez. En caso de que el proyecto del Almacén Centralizado se retrase, afectaría al de Zorita, aunque Rodríguez confía en que se cumplan los plazos.
de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, patrocinado por Enresa, que se celebró en el Palacio de la Magdalena de Santander entre el miércoles y el viernes pasado, y al que acudió Nueva Alcarria.
Este temática se abordó en la segunda sesión y en la cuarta mesa redonda de las ocho totales, en las que se dieron cita expertos del sector a nivel nacional e internacional,
para abordar, entre otras materias, la gestión de los residuos, la protección del medio ambiente y el futuro de la industria nuclear teniendo especial presencia en cada uno de ellas el proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) que se construirá en el municipio
conquense de Villar de Cañas. En el mundo hay en la actualidad 147 reactores en proceso de
desmantelamiento, la mayoría de ellos en Estados Unidos, según destacó Ivo Tripputi, asesor Senior Corporation en Sogin y presidente del Proyecto Corporativo sobre Desmantelamiento en OECD Nuclear Energy Agency (NEA) que desgranó los proyectos a nivel mundial. Estos se han incrementado desde 2011, tras el accidente de la central nuclear de Fukushima.
Entonces, la decisión del Gobierno alemán de limitar esta producción de electricidad provocó que se pusieran en marcha nuevos programas de desmantelamiento.
Tripputi estimó que en 2020 se necesitarán unos 20.000 expertos nucleares, de los que la mitad serán para afrontar los futuros desmantelamientos. Aunque no hay una fecha fija para el inicio de este proceso, pues varía en función de diversas causas, la mayoría de las centrales se desmantelan entre los 46 y los 50 años de vida. Dejó claro que los desmantelamientos son interesantes a nivel nacional e internacional, y ninguno de ellos es comparable en cuanto al coste.
El jefe de proyecto del Departamento del Proyecto de Clausura de Enresa, Juan Luis Santiago, fue el encargado de exponer la situación nacional. En este ámbito destacan
Vandellós I y la José Cabrera. La primera está en periodo de latencia y será a partir de 2028 cuando se inicie el desmantelamiento total del reactor. El de Zorita será el primer desmontaje total de una central nuclear, alcanzará el nivel 3, pues una vez que concluyan las tareas que se están llevando a cabo en la actualidad, el emplazamiento quedará totalmente libre y disponible para otros usos. Así se ha establecido en el plan previo diseñado por Enresa con la colaboración del titular de la instalación, de forma que el suelo quede libre para otros usos industriales. La fecha de finalización será 2017, después de que la Empresa Nacional de Residuos haya tenido que hacer una reprogramación de su proyecto para ajustarlo a la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado que se va a construir en Cuenca.
El director de Operaciones de Enresa, Alejandro Rodríguez, confirmó que es necesario trasladar los 16 contenedores los 12 que ya guardan el combustible gastado durante el periodo de actividad, más los cuatro que se llenarán durante este proceso de desmantelamiento que se despositarán en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) al ATC para dar por concluido el proceso de desmantelamiento.
El ATI es como un trozo de piscina en seco que está un poco más apartado, pero que forma
parte de los sistemas de la central, por tanto, el desmantelamiento total se conseguirá cuando el ATI esté desmantelado también y para que eso ocurra hay que llevarse el
combustible al ATC.
El objetivo es que el almacén de espera del ATC esté operativo en 2017. Enresa prevé tener terminado el proyecto a final de este año para entregarlo al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que tendrá entre seis meses y un año para analizarlo y darle el visto bueno, por lo que esperan obtener a fianles de 2014 la autorización previa de construcción.
Ha sido un colchón, un gap de beneficio en la programación que nos ha dado por el cierre final de las actividades de obra, y que está condicionado por la puesta en explotación del ATC, apuntó Rodríguez. En caso de que el proyecto del Almacén Centralizado se retrase, afectaría al de Zorita, aunque Rodríguez confía en que se cumplan los plazos.