
Olga Mediano: “Las medidas adoptadas nos permitirán hacer frente a un rebrote”
La neumóloga ha colaborado con el equipo de La Sexta Noche durante la crisis sanitaria
La crisis del Covid-19 ha supuesto un reto para todos, especialmente para los profesionales médicos que han estado en la primera línea de esta batalla. La información sobre el virus ha mutado diariamente, y el personal sanitario se ha visto obligado a seguir su ritmo. Horas extra, seguir trabajando al llegar a casa y la fortaleza del equipo son, a juicio de la doctora Olga Mediano, las claves de estos meses. Mediano coordina, a nivel nacional, el área de Sueño, Ventilación Mecánica y Cuidados Respiratorios críticos de la SEPAR, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Estudió Medicina y se especializó en Neumología, una de las áreas más afectadas en la actual crisis sanitaria e importantes ahora mismo. Aunque su idea inicial no era esta: quería estudiar Magisterio, un ámbito, el de la educación, al que también ha vinculado su carrera, ejerciendo como profesora en la Universidad de Alcalá. Durante la pandemia, ha colaborado en el cuidado de pacientes infectados por coronavirus en el Hospital de Guadalajara, en el que trabaja desde hace años.
He leído que durante la pandemia, la SEPAR se ha encargado de impartir talleres virtuales sobre neumología, ¿en qué consiste un Webinar? ¿Tuvieron muchos participantes?
Sí, nosotros hacemos mucha docencia desde SEPAR, siempre hemos preparado muchos cursos. Pero con el Covid-19 surgió una necesidad muy importante, la de saber, nos estábamos enfrentando a un virus absolutamente desconocido. Las semanas previas yo tuve la necesidad de leer y escuchar mucho sobre lo que estaba pasando en Italia y China. Entendí que con nuestra experiencia también hacía falta transmitir, y desde SEPAR enseguida organizamos Webinar, desde donde impartíamos esa docencia. Realmente, nos veían compañeros nuestros, de España y muchos de Sudamérica. No sé si llamarlo docencia, porque muchas veces eran debates, poner en común los conocimientos y la experiencia. Aunque siempre nos hemos ido comunicando por distintos grupos de Whatsapp, donde comentamos lo que nos funciona a unos y a otros. Es realmente útil. Durante el proceso del Covid toda la información se ha compartido, de hecho revistas científicas que normalmente no están en abierto, han publicado gratuitamente para que todo el mundo pudiese acceder rápidamente.
Como neumóloga, ¿cómo ha afrontado profesionalmente la incertidumbre generada por el SARS-CoV-2?
Son varias fases. Primero, yo dejo el trabajo que estaba haciendo en ese momento, enfocado en la investigación de la apnea del sueño, y pasamos a la acción, a retomar el trabajo en planta con pacientes críticos.
Efectivamente, nos enfrentamos a un virus desconocido. Ni siquiera lo que habíamos leído, lo que creíamos que sabíamos se correspondía muchas veces con la realidad. Por ejemplo, la mortalidad y virulencia en pacientes jóvenes. Te enfrentas con ansiedad, obviamente. Cuando salíamos de trabajar, todo el equipo nos poníamos a leer lo que estaba pasando en otros sitios, seguíamos informándonos.
He tenido la suerte de trabajar en un equipo muy consolidado, supone mucho apoyo. Hemos vivido situaciones dramáticas, pero las hemos llevado con bastante fortaleza, y eso se contagia. Es verdad que te pones un poco “la venda en los ojos” y tiras.
Desde su experiencia como neumóloga, ¿pensaba que un virus sería capaz de provocar una crisis humanitaria de tal calado?
No, nunca lo pensé. Quizá en febrero, cuando empezamos a anular reuniones con grupos de investigación extranjeros, sí que pensamos que podría llegar a España. Pero jamás en la medida en la que ha ocurrido, que íbamos a estar en estado de alarma o que habría miles de muertos.
¿Cree que si lo hubiésemos afrontado con más tiempo habríamos evitado muchas situaciones dramáticas?
Seguro. Los primeros quince días de confinamiento los notamos enseguida. El confinamiento es fundamental para la contención. Luego claro, hay intereses y necesidades socioeconómicas que los sanitarios no podemos controlar. Ni podemos decidir sobre ellas. Pero claro, eso es fácil decirlo ahora.
¿Cómo se ha vivido la crisis sanitaria en el Hospital de Guadalajara?
En el Hospital tenemos 400 camas, 350 se dedicaron a coronavirus. Normalmente tenemos entre 6 y 12 camas de UCI y pasamos a tener 41. Además abrimos lo que llamamos la UCRI, la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios. Es una cosa intermedia entre una UCI y una planta convencional. La diferencia es que el paciente está en soporte respiratorio, cuenta con un ventilador y está monitorizado, pero no está intubado. El problema de la UCRI es que todos los sistemas de ventilación contaminan mucho. Cuando entubas a un paciente todo se queda en un circuito cerrado pero esto, al ser un sistema abierto, permite que el virus salga. Por eso íbamos con el mono y la gafa estanca, porque era la zona con mayor riesgo de contagio.
Pero también creo que ha sido fundamental para el control de la situación. Ha sido como un balón de oxígeno para la UCI, permitió que esta no se saturara. Gracias a ello aguantamos el primer fin de semana, el que se declaró el estado de alarma.
Respecto al uso de respiradores, ¿cómo se ha modificado su uso?
Los de la UCI no cambian mucho, porque son pacientes entubados. Pero los de la UCRI tenían que tener unas características específicas, el paciente con Covid necesita un alto flujo de oxígeno. Les cae el oxígeno de forma muy grave y de forma muy rápida. Nuestros ventiladores habituales se queman al intentar hacer eso, por eso se hablaba de que se habían adquirido ventiladores que no servían para nada. Pero enseguida se compraron ventiladores de alto flujo que sí nos han permitido atender a los pacientes correctamente.
Ahora mismo, ¿sigue funcionando la UCRI?
No, se cerró en cuanto empezó a mejorar todo. Fue casi lo último, no recuerdo las fechas exactas. Hubo un fin de semana que quedaban tres o cuatro pacientes en la UCRI, se les hizo la prueba PCR y esa misma semana se cerró. No es necesaria debido a la situación actual. Pero está preparada para ser reabierta en cualquier momento si fuese necesario. Y poco a poco, se ha ido recuperando todo el área de pediatría y paritorio que se había movido a la Clínica la Antigua.
Se está hablando de rebrotes en toda España, ¿cómo es la situación en el Hospital de Guadalajara?
Aquí, de momento, no tenemos rebrotes. Fuera de Guadalajara, hasta ahora, los rebrotes eran en pacientes asintomáticos, porque se estaban realizando más pruebas. Focos controlados en familias, o pacientes sin síntomas importantes. Sin embargo, en la última semana sí empieza a ser más preocupante porque empieza a haber pacientes ingresados, muertes, y contagios intracomunitarios. Es lo que está ocurriendo ahora en Lleida.
¿Cree que el Hospital de Guadalajara está preparado para afrontar una nueva oleada?
Sí, creo que la gestión ha sido bastante buena. Nos empezamos a preparar una semana antes, nos ayudó el tener información de la situación en Madrid. Y, una vez ha pasado todo, se han seguido tomando medidas. Se ha creado una UCRI limpia, en la que están los pacientes que ya son PCR negativos. En la UCRI antigua se han mejorado las instalaciones de monitorización y oxigenación. Y se ha creado una nueva UCI, para que si esto vuelve a ocurrir haya infraestructuras. Todas estas medidas van a permitir reaccionar si nos encontramos con una segunda crisis sanitaria.
De cara al futuro, ¿cree que la mascarilla pasará a formar parte de nuestro día a día? ¿Es su uso realmente eficaz?
Creo que sí nos va a acompañar, bien hasta que tengamos una vacuna, o bien hasta que confirmemos que el virus ha perdido su virulencia o ha desaparecido.
La mascarilla es claramente eficaz. La transmisión del virus es por las gotitas de flujos. La OMS está haciendo una mayor investigación a ver si la transmisión es también aérea. Y la causa de que ahora veamos casos no tan graves, puede ser porque el uso de mascarilla reduzca la carga viral en el paciente. La mascarilla es fundamental, es una pena que no estemos tan concienciados de ello. Es importante no alarmar y no crear situaciones de pánico, pero puede llevar a que la gente piense que no ha pasado nada.
¿Qué ha aprendido como neumóloga de toda esta etapa?
Tantas cosas... lo primero, que la neumología es una especialidad importantísima, hemos sido fundamentales en esta pandemia. Imagínate, al enfrentarte a una situación como esta aprendes cosas cada día. Respecto al virus, seguimos aprendiendo, realmente no sabemos nada. Nosotros hemos tenido cambios de protocolos constantemente, algo a lo que no estamos acostumbrados. A lo mejor salía una cosa nueva, por ejemplo, al principio se prohibieron los corticoides y luego resulta que disminuían la mortalidad.
Luego he visto que la reacción de todos los sanitarios ha sido espectacular. En el día a día cada uno puede tener su opinión, pero a la hora de actuar hemos actuado todos a una.
¿Y personalmente?
Me quedo con la respuesta del Hospital entero y el buen trabajo que se ha hecho. Los residentes han hecho miles de guardias y no se ha quejado nadie. Todo el personal en general. Ha sido una respuesta muy unánime. No quedaba otra.