La Esperanza logró salir de su templo a pesar de la tormenta
Los hermanos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza Macarena permanecieron todo el día pendientes del cielo antes de su salida, un tanto retrasada, de la iglesia de Santiago. La dificultad con la que ambas imágenes han de salir de la puerta del templo volvió a hacer disfrutar a los congregados de unos instantes de emotividad. Sin embargo, hasta el último momento no se tuvo claro si la procesión podría llegar a celebrarse. Poco antes de las 21.30 horas una intensa tormenta comenzaba a mojar las calles de la capital ante la atónita mirada de los cofrades y de los ciudadanos que ya esperaban a las puertas del templo la salida de las imágenes.
Después de unos minutos de análisis y tras comprobar que el aguacero remitía, hacia las 22.20 aproximadamente se abrían las puertas de la iglesia de Santiago Apóstol para despertar la atención de todos los congregados. Después comenzó la parte más emotiva y difícil de esta procesión: la salida de las dos tallas. La precisión y el esfuerzo en los movimientos de los costaleros obtuvo su recompensa y, aunque la figuras vacilaron en algún momento, consiguieron salir triunfantes y desfilar deslumbrantes por las calles de la capital seguidas de cientos de fieles, alguno menos de lo habitual ante la coincidencia de la procesión con el partido de Copa de fútbol.
Después, y con un chispeo intermitente, la procesión continuó su camino.