La exposición 'El Alto Tajo antes de Roma', hasta finales de mayo en la ermita de San Roque

  El primer montaje de la exposición llevó por título “El mundo prerromano en las altas vertientes del Tajo”. Dirigido por Jesús Arenas, quien también la comisaría ahora, fue exhibido en el Museo de Molina de Aragón desde finales de 2009 y principios de 2010. Como ha dicho esta mañana en la apertura su coordinador actual, el también molinés Manuel Monasterio, la cultura debe tener “vocación divulgativa, y por lo tanto itinerante, para poner el valor el gran patrimonio que tiene nuestra provincia en cuanto a herencia celtibérica”.

  De esta manera, la ya excelente versión inicial fue ampliada y mejorada por la labor de los técnicos del Museo Provincial antes de viajar a Guadalajara, donde permaneció expuesta hasta finales de marzo en las Salas del Duque del Museo capitalino, rodeada de una gran expectación. “El Alto Tajo antes de Roma” llega ahora a la Ermita de San Roque de la Ciudad del Doncel, “que es la capital turística de nuestra provincia”, destacó Monasterio, donde se va a quedar hasta finales de mayo. Podrá ser visitada en horario de mañana a diario, y también por la tarde a lo largo de los fines de semana.

  Su siguiente destino será la localidad de Checa. Latre y Monasterio estuvieron acompañados en el acto por la diputada responsable del área de Cultura, Marta Valdenebro, y por la concejala de Cultura de Sigüenza, Sonsoles Arcones, además de otras personalidades locales. Arcones señaló ayer que el Ayuntamiento va a firmar en los próximos días un convenio de colaboración con el Museo Comarcal de Molina en virtud del cual serán sus técnicos los que asesoren al Ayuntamiento en el proceso de creación del futuro Museo Arqueológico Municipal de Sigüenza. La principal característica de la exposición es su carácter didáctico.

  En total, son quince paneles de gran formato los que conforman esta muestra, que incluye también otra quincena de piezas arqueológicas procedentes de los fondos del Museo Provincial de Guadalajara y del Museo de Molina, a través de las cuáles se ilustran las tendencias estéticas más significativas de la Edad del Bronce y la Cultura Celtibérica. La exposición recorre a través de las distintas culturas que se han desarrollado en la cuenca superior del Tajo tras el fin de la última glaciación, acaecido hace aproximadamente 9.000 años.

  El marco geográfico, el Epipaleolítico, la Edad del Bronce, los precedentes del mundo celtibérico, el poblamiento de la Edad del Hierro y la economía del mundo prerromano, son algunos de los contenidos que se abordan en los paneles.

  El proceso cultural arranca hace unos 7.000 años, cuando las comunidades de cazadores-recolectores herederas del Paleolítico entran en contacto con los primeros grupos de agricultores neolíticos. Se inicia entonces la competencia por los recursos existentes en el territorio, un conflicto que va a quedar reflejado entre otras cosas en las pinturas rupestres halladas en las paredes de algunos abrigos rocosos.

  En el área del Alto tajo, esta situación de conflicto se prolongará durante las Edades del Bronce y del Hierro, debido a la necesidad de controlar los pastos y, sobre todo, los abundantes recursos minerales ahí existentes, cuya explotación se convirtió en uno de los objetivos prioritarios. La exposición también incluye maquetas fidedignas de ejemplos en la comarca del Alto Tajo, como son los yacimientos arqueológicos del Castro del Ceremeño y de Peña Moñuz. La producción alfarera, metalúrgica, la sociedad celtibérica, su lengua y el ocaso de este mundo, completan esta exposición.