La Federación de Enseñanza abandona la sede de UGT por temor al estado del edificio
01/10/2010 - 09:45
Por: BEATRIZ PARIENTE
Las obras realizadas en las inmediaciones de la plaza de Pablo Iglesias han hecho temer al sindicato UGT por la seguridad de su sede, ubicada en este mismo punto. Después de consultar a los técnicos del Ayuntamiento y de contar con el veredicto de sus propios técnicos se cercioraron de que no había peligro pero, aún así, persisten en su intención de derribar el edificio y construir uno nuevo adaptado a sus nuevas necesidades. La Federación de Enseñanza ha decidido, directamente, abandonar el edificio y mudarse a la calle La Mina.
Las obras de mejora del casco histórico que se están ejecutando a las puertas de la sede de UGT motivaron la inquietud del sindicato respecto a la integridad del edificio fechado a principios del pasado siglo. Por este motivo, según cuenta su secretario provincial, David Pinillos, decidieron ponerse en contacto con los técnicos del Ayuntamiento a fin de que chequearan las grietas y comprobaran si habían crecido o no a raíz de las obras. Se pusieron unos testigos y se vio que no había afectado, pero la vibración del suelo nos llevó a pensar que las grietas podrían estar creciendo, explica Pinillos. Finalmente, los técnicos del Ayuntamiento constataron que no existía peligro alguno en el edificio pero UGT sigue considerando que su situación es alarmante. De hecho, tras el susto de las grietas, la Federación de Enseñanza del sindicato ha decidido trasladarse hasta las nuevas instalaciones de la calle La Mina, recientemente inauguradas como centro de formación del sindicato.
Mientras tanto, el proyecto de demolición de la Casa del Pueblo y de construcción de uno nuevo en el mismo espacio prosigue su curso. Tras conseguir la formalización ante notario de la cesión de los terrenos por parte de la Junta a los servicios centrales de UGT, el sindicato ya ha hecho frente a los pagos de las tasas municipales por demolición y licencia de obra y espera a que le sea adjudicada la licencia de demolición y construcción del inmueble para iniciar su ambicioso proyecto. Entretanto, avanza también el pliego de condiciones que deberán cumplir las empresas que aspiren a ejecutar el proyecto y, también, el proceso inicial de mudanza. Estamos seleccionando el material que vale y el que es descartable y empezando a empaquetar, cuenta Pinillos. Su intención es avanzar todo lo posible para agilizar el proyecto y trasladarse a un emplazamiento transitorio mientras dure la demolición y la obra nueva.
La futura sede
El futuro edificio tendrá un diseño en consonancia con otros edificios de la zona, como el de Hercesa y buscará la amplitud y la funcionalidad como señas de identidad. Mientras se realizan las obras, UGT tendrá que trasladarse a unas dependencias que, muy probablemente, dada la escasez de edificios libres en el centro, se emplazará en el extrarradio de la capital.
En el viejo edificio trabajan actualmente medio cenentar de personas, unas contratadas por el propio sindicato y otras liberadas por sus respectivos sectores.
Mientras tanto, el proyecto de demolición de la Casa del Pueblo y de construcción de uno nuevo en el mismo espacio prosigue su curso. Tras conseguir la formalización ante notario de la cesión de los terrenos por parte de la Junta a los servicios centrales de UGT, el sindicato ya ha hecho frente a los pagos de las tasas municipales por demolición y licencia de obra y espera a que le sea adjudicada la licencia de demolición y construcción del inmueble para iniciar su ambicioso proyecto. Entretanto, avanza también el pliego de condiciones que deberán cumplir las empresas que aspiren a ejecutar el proyecto y, también, el proceso inicial de mudanza. Estamos seleccionando el material que vale y el que es descartable y empezando a empaquetar, cuenta Pinillos. Su intención es avanzar todo lo posible para agilizar el proyecto y trasladarse a un emplazamiento transitorio mientras dure la demolición y la obra nueva.
La futura sede
El futuro edificio tendrá un diseño en consonancia con otros edificios de la zona, como el de Hercesa y buscará la amplitud y la funcionalidad como señas de identidad. Mientras se realizan las obras, UGT tendrá que trasladarse a unas dependencias que, muy probablemente, dada la escasez de edificios libres en el centro, se emplazará en el extrarradio de la capital.
En el viejo edificio trabajan actualmente medio cenentar de personas, unas contratadas por el propio sindicato y otras liberadas por sus respectivos sectores.