La Feria Taurina apuesta por cambiar la tipología de los festejos

14/08/2012 - 16:34 Redacción


   El próximo miércoles la tradición taurina regresa a Marchamalo con la celebración de su estival Feria Taurina en un año especial para los gallardos, puesto que en esta edición se celebrará el vigésimo aniversario de su festejo más singular, el encierro 'El Gallardo', cita que desde sus comienzos ha logrado aglutinar la participación de aficionados procedentes de numerosas localidades próximas al municipio.


  Pero también un año especial porque habrá novedades muy señaladas dentro de los festejos propuestos, que, a pesar de verse afectados por un inevitable marco de austeridad económica, contarán con un reseñable Encierro por el Campo, prácticamente inédito. Gabinete de Comunicación 2 Esta información puede ser usada en parte o en su integridad sin necesidad de citar fuentes 

  La Feria Taurina marchamalera ha logrado mantener sus tradicionales cinco días de festejos, con el protagonismo indudable de los encierros, que estarán presentes durante toda la semana. De hecho, tras el Pregón y Chupinazo que tendrá el honor de ofrecer la Peña 'Picholongos' ese mismo miércoles 22 de agosto a las 19.00 horas, se llevará a cabo la primera suelta de reses que contempla el programa, por el recorrido del Parque de Ferias.

  Después el turno llegará a manos del matutino encierro 'El Gallardo' que, con 20 años a sus espaldas, volverá a capitanear los festejos provistos para cada día con el cántico al Gallardo, patrón local, que entonan los corredores antes de cada salida. Y la principal novedad del programa también vendrá de la mano de los denominados festejos populares, en busca de una apuesta por una mayor participación del público ante el inevitable ajuste económico en los eventos taurinos previstos para la Feria.

  Ese es el caso del Encierro por el Campo previsto para la tarde del viernes 24 de agosto, en el que un toro de la ganadería de Gerardo Martínez será conducido a través del paraje de la Media Luna para deleite de los espectadores. Con escasa tradición en lo que a este tipo de espectáculos se refiere, el de la semana que viene será un encierro prácticamente inédito en la localidad, en la que desde mediados del siglo pasado no se celebraba un evento de este cariz.

  En cuanto a festejos estrictamente adheridos a la más pura tradición taurina, la Feria marchamalera contará con tres novilladas, completando cinco días de espectáculos ininterrumpidos. La primera, el jueves día 23, un festejo de promoción para los aspirantes Filiberto Martínez, Lama de Góngora y José Garrido; seguida de una Novillada de Rejones el sábado, con Martín Burgos y Sergio Domínguez, para cerrar con la Novillada Picada del domingo, con Ángel Puerta, Javier Jiménez y Curro de la Casa.

  El precio de los abonos y entradas también se ha ajustado a la actual situación económica, por lo que ha reducido sus precios a los 35€ del Abono General (30€ para peñas), y 15€ la entrada a los dos principales festejos, el de rejones y la novillada picada.

ACTIVIDADES INFANTILES Y MUCHA MÚSICA

Pero como la Feria Taurina no son sólo toros, el consistorio marchamalero ha previsto numerosas actividades alternativas para que todos puedan disfrutar de estos cinco días de fiesta. De este modo, los más pequeños lo podrán hacer con carreras de carretones, hinchables y una fiesta de la espuma prevista para ellos, mientras que el resto podrán disfrutar de dos noches de vaquillas y música en vivo, todas las noches, hasta altas horas de la madrugada.

  De animar el ambiente, además de las charangas y del intenso colorido de las peñas, se ocuparán cuatro orquestas, Revolution el miércoles, Séptima Avenida el jueves, y Show Band y Las Vegas el fin de semana, la primera de las dos repitiendo en la localidad después del gras éxito del año pasado. Y la fiesta no acaba ahí, porque tanto para la noche del viernes como la del sábado, a la conclusión de la actuación de estos conjuntos le seguirá la variada animación musical de la Disco-móvil 'La Clave', ya un recurso habitual en las fiestas marchamaleras para alargar la diversión hasta la mañana siguiente.