La fundación del Padre Ángel se hace cargo de las viviendas de San Vicente de Paúl en el Alamín

11/03/2022 - 13:45 Redacción

La Conferencia San Vicente de Paúl ha donado las viviendas sociales del barrio del Alamín a Mensajeros por la Paz, la ONG del Padre Ángel, y en concreto a una fundación que lleva su nombre, que será la que a partir de ahora se encargará de su gestión.
    Con ello se da solución a una situación complicada, por la falta de medios económicos, que se arrastraba desde hace tiempo. Aunque la Conferencia cuenta con algunas ayudas, no nos suficientes, y  “todos los años ponemos mucho dinero de nuestro bolsillo, las casas son un pozo sin fondo... ”, indica el presidente de la Conferencia en Guadalajara, Ángel García.
     “No podemos más”, señala. Por eso, la Conferencia de San Vicente de Paúl había ofrecido las viviendas, a coste cero, a las administraciones con competencia en la materia para que se hicieran cargo de ellas. Ha mantenido reuniones en este sentido con el delegado de la Junta en Guadalajara, Eusebio Robles, con el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, y con responsables del Ayuntamiento, pero sin llegar a ninguna solución.
    Ante esta situación insostenible empezaron a buscar otras alternativas, y la encontraron en la organización del Padre Ángel, que acogió muy bien el ofrecimiento y el acuerdo, que era sellado este miércoles ante notario, se ha cerrado de forma rápida. 
    Ángel García se muestra satisfecho con la solución alcanzada: “Creo que es la mejor solución que se les puede dar a estas casas porque ellos pueden económicamente continuar con el proyecto, creo que podrán arreglar las viviendas y se intentará trabajar con las personas que allí viven para mejorar sus condiciones de vida”, indica.
    Además, les permitirá a ellos, los miembros de la Conferencia, seguir colaborando. Tienen intención de seguir ligados, sobre todo al principio, para ayudar a la nueva gestora hasta que coja el ritmo.
     Aunque reconoce que se les queda una sensación un tanto agridulce: “Por un lado piensas que después de 60 años de estar con las viviendas, ahora tener que dejarlas... Pero, por otro, piensas que todo proyecto tiene un fin, un fin  para nosotros, pero las viviendas van a continuar con una administración y gestión distinta”.