La Fundación Santa María de Albarracín restaura una capilla en Motos (Alustante)

27/06/2019 - 19:43 Redacción

Esta iglesia de San Pedro en Motos destaca por su conservación entre el sencillo caserío serrano, en las parameras calcáreas del norte de la Sierra de Albarracín, en su límite con Guadalajara. 

El Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín se encuentra recuperando una capilla de la iglesia de Motos, una pequeña localidad de Guadalajara, contigua a Orihuela del Tremedal. Como su iglesia, se trata de una capilla del siglo XVI, en la que ha aparecido su "sencilla y bonita" decoración mural, que contiene un "magnífico" retablo de esta misma época, en el que se incrustó otro posterior del siglo XVIII.

En declaraciones a Europa Press, el director gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, ha explicado que hasta este municipio se han desplazado cinco trabajadores de la entidad, tres albañiles y dos restauradoras que están iniciando ahora el trabajo en el retablo.

"El peso fuerte lo llevan las restauradoras para el acabado de la capilla y lo que queda en los dos retablos superpuestos que la presiden", ha detallado.

Esta iglesia de San Pedro en Motos destaca por su conservación entre el sencillo caserío serrano, en las parameras calcáreas del norte de la Sierra de Albarracín, en su límite con Guadalajara. Es una iglesia del siglo XVI, de nave única y bóveda estrellada de recubrimiento, ampliada en dos capillas enfrentadas junto al presbiterio. Es precisamente en la denominada de la Virgen de la Rosa, en el lado de la epístola, donde se sitúa la capilla en la que se está interviniendo.

Debajo de repintes muy alterados por humedades sobre todo, y algunos muy degradados del siglo XVIII quizás, apareció la decoración original de la capilla, que pudiera identificarse con la de la iglesia original, por lo observado en otros puntos del monumento.

Según ha detallado la Fundación, se trata del habitual despiece de época, con fingidos adoquinados blancos sobre un fondo de tonalidad ocre-blanquecina. Justo en la parte alta de los muros de cierre del espacio, a la altura de las ménsulas de las que arrancan los nervios de las bóvedas, aparece una cartela que recorre el perímetro de la capilla, con el lema latino: 'Credo redemptor meus vivit in nobis, die de terra surrecturus'.

DETALLES DE LA BÓVEDA

En su bóveda estrellada, los nervios grisáceos, también despiezados, se acompañan en los plementos internos con una franja perimetral de vegetación ocre, parcialmente conservada en algunos de ellos. Del mismo color es la greca decorativa-vegetal de su zócalo que aparecido en el lateral derecho.

El retablo original y su añadido se comenzará a restaurar ahora, cuando se finalice la intervención en el espacio físico de la capilla propiamente dicha. De momento, los diferentes piezas de ambos bienes se han trasladado al Centro de Restauración de Albarracín y se encuentran en tratamiento curativo de xilófagos, que parece que infectaban "gravemente" a la madera base de constitución.

Son tablas originales, de gran calidad artística, trucadas a partir del sagrario, con el añadido del otro retablo barroco, presidido por la Virgen de la Rosa, que le da el nombre a la capilla. Esta intervención integral está promovida por una familia de la localidad y asciende en conjunto a unos 28.500 euros.

A LA ESPERA

Jiménez ha recordado que la Fundación creó su propio Centro de Restauración que "sirve de asesoramiento muchas veces y otras para hacer trabajos de carácter públicos o semipúblicos como éste". En la zona del Maestrazgo "hemos estado mucho, también en las Cuencas Mineras, en Molinos, en Motos, trabajamos en muchísimas zonas del Maestrazgo y también en Zaragoza y Huesca", ha comentado.

Sin embargo, "fuera de Aragón hemos cogido este proyecto porque está aquí al lado, pero el desplazamiento de los profesionales lleva un plus de encarecimiento y según a qué zonas hay que pensárselo mucho, porque es complejo seguir el trabajo" si hay mucha distancia.

Además de este encargo, la fundación continúa trabajando en la Casa de la Comunidad de Albarracín, "que será el futuro Museo del Territorio", una iniciativa que promueve el Ayuntamiento de esta localidad turolense y donde "ya hemos recuperado las cubiertas e iniciaremos la restauración de la fachada".

Jiménez ha manifestado que la Fundación está ahora pendiente de la formación del próximo Gobierno aragonés, "porque las subvenciones nominativas no se han prorrogado y estamos pendientes para continuar con la muralla de Albarracín".

En este sentido, ha aclarado que "el proyecto estrella de la Fundación ahora será el Museo del Territorio, pero paralelamente se hacen otras cosas como la muralla, en la que gradualmente se va interviniendo". "Proyectos hay, pero hace falta que el Gobierno de Aragón se ponga en marcha", ha recalcado.

Asimismo, junto al ayuntamiento han lanzado la creación de "un modelo de intervención en espacios urbanos abiertos en conjuntos históricos", para conocer cómo tratar elementos que se encuentran en esas zonas protegidas, como pueden ser áreas ajardinadas, de una manera adecuada.