La futura Ley de Servicios Sociales beneficiará a cerca de 20.000 personas en Guadalajara
07/11/2010 - 00:00
Buena noticia para las personas más vulnerables de la sociedad y, por extensión, para toda la población que, a lo largo de su vida, tendrá que recurrir a una prestación social. El Gobierno de Castilla-La Mancha dio el visto bueno el pasado 5 de octubre al proyecto de Ley de Servicios Sociales, un texto que pretende universalizar y equilibrar las ayudas destinadas a las personas con mayores necesidades y en riesgo de exclusión social. Se trata, tal y como explica el delegado provincial de Salud y Bienestar Social, Juan Pablo Martínez Marqueta, de crear un sistema público de Servicios Sociales de Castilla-La Mancha.
Objetivos y prestaciones
Según Marqueta, el sistema tendría dos objetivos principales: Consolidar la red de servicios y prestaciones de Castilla-La Mancha y garantizar su financiación pública. El proyecto de ley recoge, en concreto, hasta 23 prestaciones sociales garantizadas esta vez como derechos de ciudadanía. Algunas de ellas son, por ejemplo, la teleasistencia domiciliaria a personas mayores de 70 años que vivan solas o tengan reconocida su situación de dependencia; la ayuda a domicilio para personas dependientes; los alojamientos temporales en residencias o la renta básica para personas en riesgo de exclusión social que hasta ahora se denomina ingreso mínimo de solidaridad, entre muchas otras. Por otra parte, también se incluye la formación de todas las personas que trabajen y cuiden de personas mayores o dependientes, cuyo papel es determinante para que puedan funcionar las prestaciones sociales.
En toda la región, se calcula que se beneficiarán de la nueva red de servicios sociales alrededor de 200.000 personas, un 10 por ciento de ellas de Guadalajara. Sus destinatarios principales serán todas las personas residentes en la región; los transeúntes y personas sin hogar; las personas que emigraron cuyo último domicilio previo hubiese sido Castilla-La Mancha y las personas no residentes que se encuentren en la región en situación de urgencia social.
Tarjeta e historia social
La futura ley prevé también la creación de una nueva tarjeta social, al estilo de la tarjeta sanitaria; y también la creación de historias sociales, del mismo modo que existen historiales médicos en Atención Primaria o Especializada. La nueva ley también regula la posibilidad de cambiar de profesional de referencia, como sucede en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
Ventajas con respecto a hoy
La nueva ley supondrá una ventaja añadida a la situación actual de recursos y ayudas sociales. Mientras que ahora la prestación de algunos de estos servicios es más subjetiva, en función de los informes emitidos por los profesionales que forman la red castellano-manchega, a partir de ahora se elimina esa subjetividad y cualquier persona que reúna unas condiciones tendrá automáticamente derecho a esa prestación. Este será el caso, por ejemplo, de la teleasistencia domiciliaria, uno de los servicios más exitosos de todos los existentes en la red social castellano-manchega. Desde Guadalajara, además, se centraliza la atención que se presta a toda la región.
Historia
Castilla-La Mancha fue una de las comunidades pioneras en aprobar una Ley de Servicios Sociales. En 1986, el primer documento de estas características reguló los recursos, dio forma a programas de carácter básico y a servicios y dotó de una estructura territorial y un marco normativo a los nuevos servicios y ayudas sociales. Esta norma se adapta a los nuevos tiempos, en los que la protección social ha evolucionado y se ha perfeccionado, para dar respuesta tanto a la inquietud de la propia región, como al conjunto de profesionales, asociaciones, entidades y agrupaciones que trabajan en este ámbito. De hecho, su redacción ha sido fruto de una reflexión de cerca de una década y cuenta con un respaldo mayoritario. La futura norma englobará las políticas de discapacidad, atención a dependientes, enfermos mentales, mayores, menores, el apoyo a la familia y las ayudas a la integración social.
Castilla-La Mancha se encuentra entre las cuatro comunidades autónomas que mejor han aplicado la Ley de Dependencia, de la que, en Guadalajara, se benefician actualmente cerca de 2.700 personas.
Según Marqueta, el sistema tendría dos objetivos principales: Consolidar la red de servicios y prestaciones de Castilla-La Mancha y garantizar su financiación pública. El proyecto de ley recoge, en concreto, hasta 23 prestaciones sociales garantizadas esta vez como derechos de ciudadanía. Algunas de ellas son, por ejemplo, la teleasistencia domiciliaria a personas mayores de 70 años que vivan solas o tengan reconocida su situación de dependencia; la ayuda a domicilio para personas dependientes; los alojamientos temporales en residencias o la renta básica para personas en riesgo de exclusión social que hasta ahora se denomina ingreso mínimo de solidaridad, entre muchas otras. Por otra parte, también se incluye la formación de todas las personas que trabajen y cuiden de personas mayores o dependientes, cuyo papel es determinante para que puedan funcionar las prestaciones sociales.
En toda la región, se calcula que se beneficiarán de la nueva red de servicios sociales alrededor de 200.000 personas, un 10 por ciento de ellas de Guadalajara. Sus destinatarios principales serán todas las personas residentes en la región; los transeúntes y personas sin hogar; las personas que emigraron cuyo último domicilio previo hubiese sido Castilla-La Mancha y las personas no residentes que se encuentren en la región en situación de urgencia social.
Tarjeta e historia social
La futura ley prevé también la creación de una nueva tarjeta social, al estilo de la tarjeta sanitaria; y también la creación de historias sociales, del mismo modo que existen historiales médicos en Atención Primaria o Especializada. La nueva ley también regula la posibilidad de cambiar de profesional de referencia, como sucede en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
Ventajas con respecto a hoy
La nueva ley supondrá una ventaja añadida a la situación actual de recursos y ayudas sociales. Mientras que ahora la prestación de algunos de estos servicios es más subjetiva, en función de los informes emitidos por los profesionales que forman la red castellano-manchega, a partir de ahora se elimina esa subjetividad y cualquier persona que reúna unas condiciones tendrá automáticamente derecho a esa prestación. Este será el caso, por ejemplo, de la teleasistencia domiciliaria, uno de los servicios más exitosos de todos los existentes en la red social castellano-manchega. Desde Guadalajara, además, se centraliza la atención que se presta a toda la región.
Historia
Castilla-La Mancha fue una de las comunidades pioneras en aprobar una Ley de Servicios Sociales. En 1986, el primer documento de estas características reguló los recursos, dio forma a programas de carácter básico y a servicios y dotó de una estructura territorial y un marco normativo a los nuevos servicios y ayudas sociales. Esta norma se adapta a los nuevos tiempos, en los que la protección social ha evolucionado y se ha perfeccionado, para dar respuesta tanto a la inquietud de la propia región, como al conjunto de profesionales, asociaciones, entidades y agrupaciones que trabajan en este ámbito. De hecho, su redacción ha sido fruto de una reflexión de cerca de una década y cuenta con un respaldo mayoritario. La futura norma englobará las políticas de discapacidad, atención a dependientes, enfermos mentales, mayores, menores, el apoyo a la familia y las ayudas a la integración social.
Castilla-La Mancha se encuentra entre las cuatro comunidades autónomas que mejor han aplicado la Ley de Dependencia, de la que, en Guadalajara, se benefician actualmente cerca de 2.700 personas.
La Teleasistencia ofrece un seguimiento personalizado
La Teleasistencia es un servicio público que presta la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta con el propósito de facilitar que los mayores o personas dependientes tengan un contacto durante las 24 horas del día y los 365 días del año con la entidad que presta este servicio, Cruz Roja, para cualquier tipo de necesidad o emergencia. El servicio se presta a través de la línea telefónica convencional, mediante la instalación de una terminal que conecta con el Centro de Atención de Teleasistencia. De forma periódica, se realizan llamadas para interesarse por el estado de los usuarios, así como para comprobar que sus datos de contactos cercanos, como vecinos o familiares, no han cambiado por si surgiera una necesidad de llamarles en relación al usuario. El usuario también puede realizar llamadas el coste es el de una llamada local y contactar con el personal de Cruz Roja. En caso de necesidad, el usuario puede pulsar un dispositivo remoto que ha de colocarse al cuello para realizar, desde cualquier punto del domicilio, la llamada de auxilio. La respuesta es siempre inmediata. Pero la atención no es sólo telefónica; además los voluntarios o técnicos de esta agrupación solidaria realizan visitas periódicas a los domicilios de los usuarios. En ambos casos, el objetivo es evitar el aislamiento, potenciar la independencia y conseguir una mejor calidad de vida para el usuario, de ahí que se organicen charlas, excursiones, talleres, teatro, etc. Laura Pérez Herranz, directora provincial de Teleasistencia en Guadalajara, detalla que son los usuarios los que deciden a qué actividades van y cuántas visitas reciben porque se procura que la atención sea siempre personal.