La Guardia Civil desarticula una organización que sutrajo vehículos de alta gama en la provincia
23/02/2016 - 11:56
La Guardia Civil, en el marco de la operación LUXEM, ha desarticulado la organización criminal de aluniceros que actuaba de forma más activa en la Comunidad de Madrid. Se ha detenido a 11 integrantes de la red (10 hombres y 1 mujer) con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años de edad, por la comisión de 64 robos en tiendas de telefonía, perfumerías, bares, restaurantes, así como por la sustracción de vehículos de alta gama en las provincias de Madrid, Toledo y Guadalajara. Además, se ha recuperado efectos y vehículos valorados en 1.200.000 euros.
La investigación se inició tras tener conocimiento de numerosos delitos de robo con fuerza en las cosas que se estaban produciendo en la localidad toledana de Illescas.
Tras realizar un estudio exhaustivo del modus operandi de estos delitos, los agentes comprobaron que se encontraban ante un grupo criminal de aluniceros especializados que no sólo actuaban en la provincia de Toledo si no también en la de Guadalajara y principalmente en la provincia de Madrid.
Posteriormente, se comprobó que los ahora detenidos estudiaban previamente el local objeto de robo, entre los que se encontraban establecimientos comerciales, tiendas de telefonía móvil, perfumerías, bares y restaurantes.
Para la ejecución del delito utilizaban vehículos de una misma marca y de gran cilindrada que previamente habían sustraído de la vía pública o de garajes comunitarios. Estos vehículos eran elegidos por su gran potencia, tanto para poder ser incrustados contra el escaparate como para facilitarles la huida con el botín.
Utilizaban mazas y una radial de gasolina para eliminar las medidas de seguridad adicionales instaladas por los comerciantes
En aquellos casos en los que los comerciantes habían colocado un pivote antirrobo delante del escaparate, estos delincuentes utilizaban una maza para fracturar el cristal y en las tiendas que tenían instalado un cierre de persiana metálica, utilizaban un método desconocido e innovador para cortar el metal, una radial de gasolina. De esta manera esquivaban todas las medidas de seguridad que los comerciantes habían dispuesto para evitar los robos.
Los agentes comprobaron que se trataba de un grupo delictivo organizado y que disponía de una estructura abierta, ya que todos sus integrantes podían participar en la comisión de cualquier hecho delictivo que fijaran como objetivo. Además, se beneficiaban de la misma manera del total de las ganancias obtenidas por las actividades desarrolladas por la red aunque no hubieran intervenido en alguno de los robos.
Este grupo delictivo era muy activo y se comprobó cómo podían cometer hasta cuatro y más hechos delictivos en una misma noche.
Los investigadores verificaron que los integrantes de este grupo eran personas jóvenes asentadas en barrios de la zona sur de Madrid y en el norte de la provincia de Toledo.
Gran peligrosidad a la hora de actuar
Los miembros de la organización se caracterizaban por su peligrosidad a la hora de actuar, no solo por la contundencia con las que llevaban a cabo sus actos ilícitos, sino también por los daños que causaban en los establecimientos y por la temeridad que revestían sus huidas del lugar, llegando a ser detectados circulando a velocidades de 200 km/h, e incluso causando accidentes que provocaron heridos.
Una vez analizada toda la información, la Guardia Civil llevó a cabo la fase de explotación de la operación, en la que se detuvo a un total de 11 personas (7 en la localidad de Ciempozuelos, 2 en el distrito madrileño de Usera y 2 más en la localidad toledana de Yeles) que fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente. Se les imputa los delitos de robo con fuerza en las cosas, sustracción de vehículos, pertenencia a grupo criminal, resistencia y desobediencia grave a agente de la autoridad, contra la seguridad vial, hurto, falsificación de placas de matrícula y de daños intencionados.
Asimismo, los agentes efectuaron 2 registros domiciliarios en la provincia de Toledo (en Yeles y Lominchar) y 3 en la provincia de Madrid (1 en Ciempozuelos y 2 en el distrito madrileño de Usera), en los que intervinieron cuatro armas cortas detonadoras y herramientas que los delincuentes utilizaron para la comisión de los hechos delictivos, como cinco dispositivos electrónicos para la sustracción de vehículos, llaves clonadas, llaves magnéticas de acceso a garajes comunitarios, radiales de gasolina, extractores de bombines, mazas, palanquetas, cizallas, etc.
Por otro lado, se ha recuperado cerca de 500 envases de perfumes, más de 300 teléfonos móviles y 10 vehículos que habían sido sustraídos, todos ellos de alta gama de una misma marca pero distintos modelos.
Todo el material incautado y los vehículos recuperados tienen un valor de 1.200.000 euros.
En la investigación han participado agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Illescas. Además se ha contado con la colaboración de los grupos de Policía Judicial de las Brigadas provinciales de la Policía Nacional de Madrid y Toledo.