La Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz celebra su cincuenta aniversario

07/10/2012 - 12:37 B.P.O


   La imagen del Cristo del Amor y de la Paz fue trasladada desde su parroquia hasta la Concatedral de Santa María para su posterior regreso en procesión en la tarde del sábado, en lo que constituyó el acto central del 50º aniversario de la Hermandad a la que da nombre. La procesión estuvo llena de simbolismo y singularidad. Es muy raro que una imagen de la Semana Santa alcarreña procesione fuera de estas fechas. Representantes del Ayuntamiento, entre ellos el alcalde, Antonio Román y varios concejales, así como la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, han asistido a alguno de los actos.


Bajo el lema Amor y paz, 50 años de hermandad, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz celebra este año sus bodas de oro. Los actos conmemorativos se han sucediendo a lo largo de todo el año, pero ha sido durante este fin de semana cuando se han celebrado los principales. El último tuvo lugar ayer domingo, en la parroquia de San Ginés, hogar de la cofradía. Durante todo el día, los fieles tuvieron la oportunidad de participar en el devoto besapiés de la imagen del santo y, ya por la tarde, se ofició la eucaristía de acción de gracias por el 50 cumpleaños.

  Pero quizás el acontecimiento más llamativo fue la procesión del sábado para devolver la imagen del Cristo del Amor y de la Paz desde la concatedral de Santa María, donde fue trasladado el viernes también en procesión, a la parroquia de San Ginés. La celebración congregó a un gran número de personas, cofrades, amigos y hermanos de otras cofradías, que mostraron así su devoción por el santo. Transcurrió por la plaza de Santa María, Ingeniero Mariño y Teniente Figueroa para entrar en Miguel Fluiters, por donde la comitiva encarriló hacia San Ginés calle Mayor arriba.

  Esta procesión fue singular porque es muy raro que una imagen de la Semana Santa alcarreña procesione por la capital fuera de esas fechas. De hecho, la Hermandad no tiene conocimiento de otras similares en las últimas décadas. A ello se añaden otras novedades y curiosidades con las que la Hermandad sorprendió, desde la composición misma de la procesión hasta el paso del Santísimo Cristo. Como ejemplo, la recuperación y restauración de las primeras varas de mando que la Hermandad lució en su primera procesión en la primavera de 1962, hechas de madera noble y que volvieron a presidir la comitiva.

  Ese acto cerró una jornada de celebraciones que comenzó en la concatedral con una misa solemne que fue presidida por Braulio Carlés, vicario episcopal para la Pastoral Social, y amenizada en la parte musical por el Coro del Carmen. A ella asistieron miembros de la Hermandad homónima de Salamanca. Tras la eucaristía se impusieron las insignias y medallas de honor de la Hermandad. Los actos religiosos se completaron con otros más lúdicos en forma de una comida de hermandad