La humanidad del patrimonio
Un nuevo capítulo de "Letras Vivas" seguntinas de la mano de uno de los guías turísticos de la ciudad de Sigüenza, Víctor Parrilla.
2020 nos ha dado motivos para pensar en nuestro patrimonio, pero la historia nos da muchas razones para pensar en la humanidad de Sigüenza. Un pueblo generoso, solidario y bueno que en los peores momentos ha enseñado sus mejores valores.
Un ejemplo lo tenemos en 1298 cuando el castillo es tomado por las fuerzas del infante Alfonso y el obispo García tuvo que huir en mitad de la noche para refugiarse en la catedral. Ante el asedio, los seguntinos salieron valientes de sus casas armados “con hondas e con piedras” y, finalmente, consiguieron reconquistar la fortaleza.
Otro ejemplo lo encontramos en plena Guerra de Independencia, cuando uno de los héroes de nuestra historia, Juan Martín Díez “El Empecinado”, dedica estas palabras al marcharse de una Sigüenza arrasada por la guerra, pero llena de buena gente que supo estar a la altura de las circunstancias.
“Al ausentarme llevo conmigo un verdadero sentimiento, porque no debo a sus habitantes más que amor y gratitud”.
Pero además de nuestra historia, también nuestro patrimonio nos habla de la humanidad de Sigüenza. El hospital de San Mateo, nacido en el siglo XV para ofrecer su hospitalidad a pobres, peregrinos y transeúntes, sigue ofreciéndosela transformado en residencia a nuestros mayores. En el siglo XVIII nace la Real Casa de Enseñanza y Misericordia para dar enseñanza y oficio a los más necesitados donde hoy el colegio Sagrada Familia sigue ejerciendo esta labor de enseñanza. Y en el siglo XIX, el obispo Bejarano inicia la construcción de una alameda que surge “para solaz de los pobres” y que es hoy para el solaz de todos los seguntinos y visitantes.
Como ves, podemos ver nuestro presente reflejado en el pasado. Un pasado en el que también encontramos pandemias que dejaron huella, pero que sacaron la cara más solidaria de los seguntinos. Un pasado que reescribe en nuestro presente una de las páginas más humanitarias de nuestra historia gracias a todos los seguntinos que hoy hacen Sigüenza.
Así que la próxima vez que te pregunten por qué Sigüenza ha de ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad, piensa en ti.