La iglesia de El Salvador

17/06/2018 - 11:05 Pedro Villaverde Martínez

Hemos sentido una buenísima sensación al verla y además en pleno funcionamiento.

Empezaremos diciendo que sentimos un poco de vergüenza por decir a estas alturas que hemos visitado  la iglesia del Salvador de nuestra ciudad y máxime cuando su párroco Jesús Mercado es un amigo desde hace ya bastante tiempo. Pero como dice el dicho nunca es tarde si la dicha es buena. Hemos sentido una buenísima sensación al verla y además en pleno funcionamiento, pues allí asistimos a la misa vespertina  del domingo con gran asistencia de público y allí tuvimos la ocasión de contemplarla. Mientras un grupo de personas hacían oración, nosotros tuvimos la gran suerte de tener un excepcional guía explicándonos la parte central al más mínimo detalle. Alfredo, que es el guía oficial, nos explicó con todo detalle y exquisita amabilidad, además de una gran sabiduría, la parte central de una Iglesia que es para admirarla a la vez que se ore  o rece. Nos llamó, y mucho, la atención la detallada descripción de todo el complejo con un saber y una amabilidad digna de ser resaltada. Gracias por esa atención y ese saber al detalle cualquier cosa que allí hay. Con este comentario en nuestra columna habitual queremos rendir homenaje a cuantos, y seguro que son muchos, han contribuido y tal vez o seguro seguirán contribuyendo al sostenimiento de obras como esta. Se ha dicho muchas veces que las catedrales son signos de la fe de los pueblos y sus gentes y nosotros así lo creemos también. Nuestro amigo Jesús y cuantos han participado y participan en la construcción de templos como el que describimos pueden y deben sentirse orgullosos de ello. Nos ha gustado muchísimo todo el complejo y tal vez, o seguro, que no alcanzamos a entenderlo y admirarlo en lo que se merece. Nuestras líneas hoy son una insignificancia y sólo pretenden agradecer a los autores de estas manifestaciones lo que hacen y seguro seguirán haciendo. Y ojalá sirvieran también a que otros muchos se unan a sus esfuerzos para que estos y otros templos puedan seguir siendo tan útiles como lo están siendo los existentes. Para Jesús y cuantos con él han hecho y siguen haciendo posible que templos como éste o mejores sean una realidad,nuestra admiración. La iglesia en general sigue siendo un motor vital para cualquier generación y en cualquier tiempo.