'La Inmaculada Concepción de los Venerables' de Murillo recupera su luminosidad en el Museo del Prado

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El Museo del Prado restaura 'La Inmaculada Concepción de los Venerables' de Bartolomé Esteban Murillo, una de obras más bellas y emblemáticas del artista, que ha recuperado su luminosidad gracias a un proceso de restauración que comenzó en 2007. María Álvarez-Garcillán, restauradora del área de conservación del Museo del Prado, ha sido la encargada de devolver a la pintura el esplendor estético original.
Según explica el Museo del Prado, cuando un cuadro no reclama la atención del espectador "está mostrando el síntoma más evidente de que necesita ser intervenido". Por ello en enero de 2007, ingresa en el Departamento de Restauración esta pieza de Murillo, ejemplo extraordinario del arte barroco, que fue encargada por Justino de Neve (1625-1685) para el Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, y llevada en 1813 a Francia durante la Guerra de la Independencia por el mariscal Soult. Tras exponerse durante casi un siglo en el Museo del Louvre, en 1941 ingresa en el Museo del Prado.

Para el Departamento de Restauración del Museo del Prado, el objetivo de sus trabajos es "poder presentar dignamente de la obra sin olvidar la recuperación de su significado y de las habilidades técnicas y pictóricas del autor". "El conjunto de trabajos destinados a ello no debe, no obstante, borrar la huella del tiempo: el respeto a su historia también marca la pauta de trabajo", explican en su web.

Por ello, se ha consolidado la pintura de este cuadro de Murillo con adhesivos afines a los encontrados, devolviendo estabilidad a los diferentes estratos sin modificar su estructura.

En el proceso de restauración, lagunas y veladuras rotas se han repuesto con el fin de recuperar la belleza y la intención de sus pinceladas y con trazos visibles o con transparencias se ha conseguido rescatar el ambiente etéreo en que se desarrolla la escena y las partes encendidas de luz que dan significado a la obra han vuelto a iluminarse.

BARNIZ TRANSPARENTE PROTECTOR

Finalmente, se ha aplicado un barniz transparente que intensifica la luminosidad de los colores y que actúa de barrera de protección. Asimismo, el marco que fue realizado en Francia por encargo del mariscal Soult y cuya moldura es de madera tallada y dorada de estilo Luis XV, ha sido restaurada para ajustarse debidamente al lienzo.

Autor de numerosas Inmaculadas, en los últimos años de su vida Murillo crea una fórmula ideal en la que aparece la Virgen vestida de blanco y azul, con las manos cruzadas sobre el pecho, pisando la luna y con la mirada dirigida al cielo, con un claro impulso ascensional, muy barroco, que coloca a la figura de María en el espacio empíreo habitado de luz, nubes y ángeles, y que sirve para aunar dos tradiciones iconográficas: la de la Inmaculada propiamente dicha y la de la Asunción.

La pincelada suelta y enérgica, la composición helicoidal, el uso de la luz y la sensación de movimiento que emana de la obra, hacen de ella un extraordinario ejemplo del arte barroco.