La Junta forma a un centenar de agentes locales para la detección de conductores que han consumido drogas
Un centenar de agentes de la Policía Local de diversas localidades de Castilla-La Mancha han sido formados por el Gobierno regional, durante la actual legislatura, en la detección y consecuente prevención de aquellos accidentes de tráfico que pueden ser provocados por el consumo de drogas entre los conductores.
En este sentido, la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha, organismo dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, ha impartido cuatro ediciones del curso ‘Experto Reconocedor de Signos de las Drogas en la Conducción’, una al año desde noviembre de 2015 que se desarrolló por primera vez.
Esta actividad formativa tiene como fin la formación específica de los policías locales para que puedan reconocer y detectar el consumo de sustancias estupefacientes entre los conductores.
Así, durante esta semana, la Escuela de Protección Ciudadana ha llevado a cabo la edición de este año del curso, en el que han participado 25 agentes de Policía Local y que fue inaugurado por el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, que ha destacado que la alta siniestralidad protagonizada por personas que conducían bajo los efectos de las drogas, “obliga a redoblar esfuerzos en materia de formación, sensibilización y vigilancia de comportamientos de riesgo”.
De esta manera, el curso cuenta con una parte teórica y una serie de prácticas específicas, en las que agentes de la Guardia Civil imparten su experiencia en la realización de las pruebas necesarias para detectar la presencia de drogas y sustancias psicotrópicas, enseñando a los policías locales a reconocer los signos externos que las drogas tienen entre los conductores.
Esta formación tan específica puede ser llevada a cabo por la Escuela de Protección Ciudadana gracias a la colaboración de la Dirección General de Tráfico, la Jefatura Provincial de Tráfico de Toledo y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
De hecho, entre los profesores que han llevado el peso de esta acción formativa se ha contado, además de con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con dos médicos de la Dirección General de Tráfico, así como con personal de la Jefatura Provincial de Tráfico de Toledo, todos ellos expertos en la influencia de las sustancias estupefacientes en la conducción.
Por lo que respecta a la parte teórica del curso, en ella se han dado a conocer los distintos tipos de drogas y sus principales características, las consecuencias del consumo de sustancias psicoactivas para la seguridad vial y el procedimiento a seguir durante una exploración.
Además, se ha estudiado el desarrollo normativo y penal del consumo de este tipo de sustancias en la seguridad vial, repasando las leyes y reglamentos existentes, así como su aplicación práctica e implementación en el atestado policial con el acta de signos y el procedimiento de la cadena de custodia de las pruebas salivares, que se remiten a los laboratorios para su análisis.
Por su parte, las prácticas se han llevado a cabo en carreteras cercanas a la Escuela de Protección Ciudadana, concretamente en la CM-401 y en una de las vías de servicio de la A-42, mediante controles reales que eran realizados a los conductores, de manera aleatoria, y en los que se trataba de detectar el posible consumo de drogas, según lo aprendido en la parte teórica.