La Junta quiere que el Tajo-Segura siga los pasos del minitrasvase del Ebro
01/10/2010 - 09:45
Por: EFE
El agua del trasvase no es la solución para el regadío en Murcia, dijo Lamata, que señaló que, en todo caso, lo que puede ser, excepcionalmente, es una solución para el abastecimiento a poblaciones.
Lamata manifestó que, mientras haya necesidad de agua para beber, Castilla-La Mancha va a estar ahí como ha estado siempre, aunque ha señalado que, de la misma manera que se ha planteado un minitrasvase desde el Ebro para dar agua para beber a Barcelona y, cuando se ha visto que había agua bastante para abastecer a la ciudad, se ha decidido que ya no se haga ese minitrasvase desde el Ebro, algo parecido debe ocurrir en el trasvase Tajo-Segura.
En su opinión, cuando vaya habiendo agua para beber, y la deben ir suministrando las propias cuencas del Levante, pero también la desalación, cuando haya agua bastante y eso será en 2015, ya no será necesario transferir ese agua para abastecimiento.
Para Lamata, el agua para regadío tiene que tener otra solución y otras alternativas; si es rentable desde la desalación, que para el vicepresidente de la Junta debe ser la alternativa estable y a largo plazo para el abastecimiento al Levante, y si no con procesos de reorientación y adaptación al agua que existe, que es lo que estamos haciendo también nosotros, por ejemplo en el Alto Guadiana.
Fernando Lamata dijo que confía en que el Gobierno de España tenga en cuenta las necesidades de todos los españoles, pues si los regantes murcianos tienen sus problemas y dificultades, Castilla-La Mancha también los tiene.
El agua del Tajo no puede ser la solución para los problemas de los regantes murcianos, ha dicho Lamata, que confía en que la vicepresidenta, además de escuchar a los regantes, mantenga una posición de prudencia y, antes de tomar la decisión, tenga en cuenta y escuche antes de tomar la decisión las posiciones de las otras regiones españolas, desde luego de Castilla-La Mancha.
En este sentido, Lamata recordó que su comunidad autónoma tiene por la ley vigente un derecho preferente al agua de la cuenca cedente, que es la del Tajo.
Gran Pacto del Agua
El Gobierno se mostró ayer dispuesto a trabajar en un gran pacto nacional del agua, en el que además de usuarios y principales fuerzas políticas, estén presentes las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias.
Así lo señaló la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, al término de la reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los representantes del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura.
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Espinosa destacó que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa señaló que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, ha apuntado que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa reiteró que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.
Interconexión de cuencas
Espinosa no descartó una interconexión de cuencas, si bien insistió en que el trasvase del Ebro está derogado, y podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno. En cuanto a la derogación o no de la situación de emergencia por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa anunció que durante el fin de semana mantuvo diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.
En su opinión, cuando vaya habiendo agua para beber, y la deben ir suministrando las propias cuencas del Levante, pero también la desalación, cuando haya agua bastante y eso será en 2015, ya no será necesario transferir ese agua para abastecimiento.
Para Lamata, el agua para regadío tiene que tener otra solución y otras alternativas; si es rentable desde la desalación, que para el vicepresidente de la Junta debe ser la alternativa estable y a largo plazo para el abastecimiento al Levante, y si no con procesos de reorientación y adaptación al agua que existe, que es lo que estamos haciendo también nosotros, por ejemplo en el Alto Guadiana.
Fernando Lamata dijo que confía en que el Gobierno de España tenga en cuenta las necesidades de todos los españoles, pues si los regantes murcianos tienen sus problemas y dificultades, Castilla-La Mancha también los tiene.
El agua del Tajo no puede ser la solución para los problemas de los regantes murcianos, ha dicho Lamata, que confía en que la vicepresidenta, además de escuchar a los regantes, mantenga una posición de prudencia y, antes de tomar la decisión, tenga en cuenta y escuche antes de tomar la decisión las posiciones de las otras regiones españolas, desde luego de Castilla-La Mancha.
En este sentido, Lamata recordó que su comunidad autónoma tiene por la ley vigente un derecho preferente al agua de la cuenca cedente, que es la del Tajo.
Gran Pacto del Agua
El Gobierno se mostró ayer dispuesto a trabajar en un gran pacto nacional del agua, en el que además de usuarios y principales fuerzas políticas, estén presentes las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias.
Así lo señaló la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, al término de la reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los representantes del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura.
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Espinosa destacó que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa señaló que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, ha apuntado que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa reiteró que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.
Interconexión de cuencas
Espinosa no descartó una interconexión de cuencas, si bien insistió en que el trasvase del Ebro está derogado, y podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno. En cuanto a la derogación o no de la situación de emergencia por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa anunció que durante el fin de semana mantuvo diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.