La Junta recupera personal en la Delegación de Molina y en la OCA

La Delegación de la Junta en Molina de Aragón ya vuelve a contar con uno de los trabajadores que perdió durante la pasada legislatura. Según explica el delegado en la comarca, Alfredo Barra, se trata de una trabajadora que estaba en la Oficina de Información y Registro (OIR) del Catastro. “Era muy necesaria porque hacía muchos trámites y ahorraba viajes a la gente a Guadalajara”. Esta circunstancia, recuerda el delegado, es algo especialmente importante en una comarca como la del Señorío, en la que la distancia desde la propia Molina hasta la capital de la provincia es de unos 140 kilómetros. “Desde que perdimos a esta persona se ha ido acumulando el trabajo”. A este regreso se suma la reincorporación, el próximo lunes, de otro auxiliar administrativo en la Oficina Comarcal Agraria.

Barra señala que, desde que tomó posesión el nuevo equipo de Gobierno de la Junta, “se ha ido reconstruyendo todo lo que habíamos perdido en las zonas rurales”. En la misma toma de posesión del delegado, a la que asistió el presidente regional, Emiliano García-Page, ya trataron la necesidad de volver a incorporar al personal perdido en la oficina molinesa. Aquel mismo día, los dos participaron en otro acto que suponía el regreso de servicios al medio rural, la reapertura de la escuela de Alcoroches, cerrada en el anterior mandato como consecuencia de los cambios introducidos en la política educativa.

Otra de las buenas noticias que ha recibido el Señorío ha sido la recuperación de la campaña anual de los operativos del Geacam. A partir del próximo 1 de enero volverá a pasar de 9 a 12 meses. Esto no sólo representa una ventaja para el medio ambiente, ya que permite realizar actividades de prevención de incendios durante los meses de otoño e invierno, si no que también es un impulso al trabajo y a la lucha contra la despoblación. “Servirá para fijar población”, asegura el delegado. A esto, además, habrá que añadir los puestos de trabajos que lleguen a la zona de la mano del Plan Extraordinario de Empleo que ha desarrollado la Junta de Comunidades. Con iniciativas como ésta, espera que se pueda acabar con el proceso de abandono del medio rural que había provocado la falta de empleo. “Sólo en la anterior legislatura perdimos a unos 900 vecinos, que es muchísima gente para una comarca como ésta”.

En la actualidad, desde la Delegación y el conjunto del Gobierno regional también se está trabajando para reforzar los servicios sanitarios en la zona, aunque todavía es pronto para poder concretar cómo. Lo que sí queda fuera de toda duda es que no habrá planes como los planteados hace unos años para cerrar servicios de urgencias en algunas localidades, algo que generó una gran alarma social.

Además, recuerda que la aplicación de políticas de desarrollo en el medio rural contará con el respaldo de los 1.500 millones de euros que llegarán a la región a través de los programas Leader y los fondos europeos. “Todo esto es un síntoma de que las cosas van mejorando”, asegura el delegado de la Junta de Comunidades en Molina de Aragón.

Donde no se muestra tan optimista, sin embargo, es en el desarrollo de las obras del Parador. “Creo que hay una máquina y seis u ocho operarios. Algo deben estar haciendo, pero la cosa está muy parada”. El delegado lamenta que los propios vecinos de la localidad “no conocen ni cómo va a sar el edificio”. Lo único que ha trascendido, señala, “es que se ha producido un recorte en el número de servicios y de habitaciones”, algo que incluso les ha llevado a plantearse “si merece la pena o no”. De hecho, en estos momentos tiene serias dudas sobre la finalización del proyecto. “Parece que no sale en los Presupuestos del Estado para 2016 y realmente es muy poca gente la que hay allí para una obra de esta envergadura”.