La madre biológica temió que Calamita le quitara a su hija

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La madre biológica y su pareja sentimental, que denunció al magistrado Fernando Ferrín Calamita por un supuesto retraso en los trámites de adopción de la hija de su pareja, indicaron ayer en su comparecencia durante la segunda vista del juicio oral, que cuando el acusado retiró la patria potestad a la madre biológica de la menor, Susana M., y nombraron un defensor judicial para que representara a la niña, temieron que les pudieran quitar la custodia.
En este sentido, la adoptante, Vanesa H., señaló que cuando el juez pidió el informe de idoneidad a la madre d ela niña (algo inusual) se sintieron “nerviosas” porque no sabían “hasta donde podía llegar”. En el turno de preguntas de la acusación particular, por parte de la letrada Encarnación Martínez, las mujeres relataron que cuando la niña nació --hace casi tres años-- primeramente acudieron al Registro Civil para informarse de los trámites a seguir para que la niña figurara como hija de ambas. En el registro les dijeron que no podía figurar como hija del matrimonio, que en el libro de familia sólo podía aparecer la niña con la madre biológica, y ella iniciar los trámites para la adopción. Al respecto, señalaron que fueron a Seguridad Jurídica y les informaron del proceso de adopción que tenían que llevar a cabo, y ahí es donde les dijeron que “es una adopción de hijo de cónyuge y que no requiere mucho papeleo” que “en un mes o dos meses como mucho estaría listo”.
Pero lo cierto, es que el proceso no fue tan breve como les señalaron en un principio. Cuando el Juzgado de Familia solicitó el examen de idoneidad, incluso de la madre biológica, la compañera sentimental de la madre biológica dijo que se sintieron indefensas, “no entendíamos por qué nos lo pedían. Nos sentimos desamparadas al ver que un juez pudiese pedir y pedir cuando, en principio, no hacía falta para una adopción de este tipo”. La abogada de la acusación particular preguntó como se sintieron al recibir en abril de 2007 una providencia en la que se explicaba que la madre biológica había demostrado tener interés contrapuestos con su hija, a lo que contestó que la madre “temió que el juez le pudiera quitar a la niña, ya que en el momento en el que le nombra un defensor judicial le está quitando los derechos sobre su hija. Era algo impensable” para ellas.


En la comparecencia de la psicóloga del gabinete Psicosocial, E. B. --que firmó los informes favorables a la adopción--, indicó que “si se daba la adopción o no, no iba a suponer ningún cambio para la menor, puesto que era hija biológica de una de las personas y la otra era la pareja legal de ella, con lo cual si se le daba la adopción era simplemente regularizar una situación, que de hecho se estaba produciendo, luego para la niña no iba a suponer ningún cambio a nivel psicosocial. Iba a seguir viviendo con esta pareja e iba a tener los vínculos con esa persona”.

Otro de los testigos que prestó declaración fue el jefe del Servicio de Protección al Menor de la Comunidad Autónoma, José Antonio Parra, quien afirmó a preguntas del fiscal, Manuel López Bernal, que después de entregar el informe solicitado por el magistrado acusado, --informe que concluyó que la cónyuge de la madre biológica reunía los requisitos para obtener la adopción-- éste les pidió que contestaran una serie de cuestiones, que Parra aseguró no poder aclarar al ser de tipo ideológico.