La marcha solidaria de los Maristas reúne a doscientas personas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: M.J.ESTABLÉS.GUADALAJARA
Nunca llueve a gusto de todos”, reconocía el propio Andrés Blázquez, organizador de la Semana Solidaria que cada año celebra el Colegio Marista. Los alumnos, padres y miembros del centro se habían conjurado para pedir solidaridad por las calles de Guadalajara un año más, y ya van diez. Hubo que acortar la marcha. Finalmente fueron 200 personas frente a las 600 de otros años los que salieron a la calle el sábado. La semana finalizará el día 25.
Nunca llueve a gusto de todos”, reconocía el propio Andrés Blázquez, organizador de la Semana Solidaria que cada año celebra el Colegio Marista. Los alumnos, padres y miembros del centro se habían conjurado para pedir solidaridad por las calles de Guadalajara un año más, y ya van diez. Sin embargo, el agua se cruzó en su camino. Hubo que acortar la marcha, pero eso no recortó los ánimos. Quienes finalmente se decidieron a participar, unas 200 personas frente a las 600 que se han llegado a reunir en años más soleados, dejaron clara su voluntad reivindicavita. El viento dobló la cartulina de algunas pancartas que habían sido previamente atacadas por el agua, pero ninguno de los dos elementos consiguió acallar las voces de los jóvenes.

Este año, el objetivo de la Semana de la Solidaridad es la Salud Infantil. En concreto, todo el dinero que se recaude a lo largo de estos días se destinará a la comunidad keniata de Pokot. “Vamos a construir diez letrina, diez estanques y un pozo de agua potable”, señala Blázquez. Durante el resto de la semana, continuarán realizándose actividades solidarias en el colegio. Una de las más llamativas es el Mercadillo Solidario que se instala en el centro. En él, a parte de los productos elaborados por los propios padres de los alumnos, también pueden encontrarse otros provenientes de distintas partes del mundo. En concreto, los hay de América (Guatemala, Perú y México) y de África (Kenia). Los padres también se implican en esta semana a través del Bar Solidario. “Hacen tortillas o montados y los traen aquí para venderlos como tapas”, explica Blázquez.

En lo que sí se notó el mal tiempo fue en el recorrido que siguió la Marcha Solidaria, que se recortó sensiblemente. “Otros años íbamos hasta el Infantado y allí les daban un polo a los chicos”, comentaba uno de los padres. En esta ocasión se optó por regresar a la plaza de la Diputación y se les dio a los participante un flash. “Imaginad que es un caldo”, bromeó uno de los miembros de la organización. Allí se procedió a leer un comunicado en el que se resumían los objetivos de esta Marcha Solidaria. No sólo se pidió que se cubran las necesidades básicas de todos los niños. También se abogó por un mundo en el que nadie sea discriminado por razón de sexo, raza o creencia. Cuando terminaron de leer el comunicado, los participantes regresaron hasta el centro para participar en las actividades que se habían preparado.

Esta semana solidaria se dará por terminada el próximo 25 de abril. Según señala Blázquez, en años anteriores se han reunido unos 9.000 euros que se han destinado a la realización de proyectos solidarios.