La OCDE rebaja hasta el 1,6% su previsión de crecimiento para España en 2008 por el ajuste inmobiliario
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha recortado nueve décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2008 situándola en el 1,6%, y ha rebajado en 1,3 puntos la estimación para 2009, del 1,1%, según el informe de perspectivas económicas presentadas hoy en París.
Las anteriores estimaciones de la institución, realizadas el pasado mes de diciembre, auguraban un crecimiento del 2,5% para 2008 y del 2,4% para 2009.
Este drástico recorte de las previsiones obedece en gran parte a la ralentización del mercado inmobiliario y a la evidente desaceleración del crecimiento del PIB, que aumentó un 2,7% en el primer trimestre, una cifra bastante inferior al crecimiento de 2007, del 3,8%.
Las expectativas de la OCDE son más pesimistas que las del Gobierno de Zapatero, que ha cifrado en el 2,3% el crecimiento para 2008 y 2009, y son también inferiores a los pronósticos del FMI, que pronosticó un crecimiento del 1,8% para 2008 y del 1,7% para 2009.
La OCDE adelanta igualmente que la inflación seguirá elevada durante el ejercicio 2008 como consecuencia del encarecimiento de las materias primas y que se desacelerará en 2009 hasta alcanzar tasas interanuales cercanas al 3%, "todavía por encima de la media de la zona euro".
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, considera "excesivamente pesimistas" estas previsiones de crecimiento porque "infravaloran" el impacto de las medidas de estímulo económico puestas en marcha por el Ejecutivo, que supondrán 6.000 millones de euros que podrán incrementar el consumo privado entre el 0,7% este año y el 1% en 2009.
EUROZONA
Mientras, las expectativas de la OCDE para la eurozona también se sitúan a la baja, recortando dos décimas su previsión de crecimiento, situándola en el 1,7%, y rebajando en 6 décimas la estimación para 2009, hasta el 1,4%. Las anteriores estimaciones de la institución, realizadas el pasado mes de diciembre, auguraban un crecimiento del 1,9% para 2008 y del 2% para 2009.
La OCDE sostiene que la eurozona ha resistido relativamente bien hasta el momento, con un crecimiento del 2,2% en el primer trimestre del año, gracias al efecto de una fortaleza sorprendente en Alemania y, en menor medida, en Francia.
No obstante, el consumo privado sigue siendo "tímido" debido a las presiones inflacionistas derivadas del encarecimiento de la energía y de los alimentos, una debilidad que el pasado año pareció compensarse con mayor inversión empresarial y exportaciones.
Con respecto a la economía estadounidense, que está en el "epicentro" de la crisis, la OCDE pronostica un crecimiento del 1,2% en 2008 y del 1,1% en 2009.
La institución prevé además un crecimiento negativo del -0,5% para el segundo trimestre de 2008, aunque se recuperará en los tres meses siguientes, con un crecimiento del 0,7%, lo que implica que no entrará en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo).
Estados Unidos se enfrenta, según el organismo, a fuertes turbulencias que frenan la actividad. Por otro lado, la crisis financiera implica una contracción del crédito, los recortes del precio de la vivienda ponen en apuros el patrimonio de los hogares y el alza de los precios de los productos básicos lastra el poder adquisitivo de los trabajadores, señala el informe.
Sin embargo, a pesar de haberse "estancado" este año, el crecimiento del PIB en términos reales debería volver a su potencial de manera progresiva el año que viene.
LAS TURBULENCIAS COMIENZAN A CALMARSE
Mientras, las perspectivas de crecimiento en los países miembros de la OCDE son del 1,8% para este año y del 1,7% para 2009. Según la evaluación general de la situación macroeconómica que se hace en el informe, parece que las turbulencias sobre los mercados han comenzado a calmarse, aunque sus repercusiones frenarán el crecimiento todavía durante mucho tiempo.
Las economías más afectadas por la ralentización serán aquellas que se han visto más directamente perjudicadas por la tormenta financiera, como Islandia, o las que, como en el caso de España, experimentan un pronunciado repliegue del mercado de la vivienda.
De hecho, la OCDE cifra en el 1,1% la caída de los precios de la vivienda en España en el primer trimestre. El porcentaje de variación anual de los precios de la vivienda ha pasado del 12,2% en el periodo 2000-2005 a un -1,1% en el primer trimestre de 2008. En 2006 fue de 6,3% y, un año después, del 2,6%.
"Creo que hay que reconocer que España ha tenido una fase de fuerte inversión en el sector de la construcción que no se puede mantener a largo plazo, y además, el ajuste a niveles más bajos es una etapa dolorosa por la que hay que pasar", argumentó el economista jefe de la OCDE, Jorgen Elemskov, durante la presentación del informe.
Este drástico recorte de las previsiones obedece en gran parte a la ralentización del mercado inmobiliario y a la evidente desaceleración del crecimiento del PIB, que aumentó un 2,7% en el primer trimestre, una cifra bastante inferior al crecimiento de 2007, del 3,8%.
Las expectativas de la OCDE son más pesimistas que las del Gobierno de Zapatero, que ha cifrado en el 2,3% el crecimiento para 2008 y 2009, y son también inferiores a los pronósticos del FMI, que pronosticó un crecimiento del 1,8% para 2008 y del 1,7% para 2009.
La OCDE adelanta igualmente que la inflación seguirá elevada durante el ejercicio 2008 como consecuencia del encarecimiento de las materias primas y que se desacelerará en 2009 hasta alcanzar tasas interanuales cercanas al 3%, "todavía por encima de la media de la zona euro".
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, considera "excesivamente pesimistas" estas previsiones de crecimiento porque "infravaloran" el impacto de las medidas de estímulo económico puestas en marcha por el Ejecutivo, que supondrán 6.000 millones de euros que podrán incrementar el consumo privado entre el 0,7% este año y el 1% en 2009.
EUROZONA
Mientras, las expectativas de la OCDE para la eurozona también se sitúan a la baja, recortando dos décimas su previsión de crecimiento, situándola en el 1,7%, y rebajando en 6 décimas la estimación para 2009, hasta el 1,4%. Las anteriores estimaciones de la institución, realizadas el pasado mes de diciembre, auguraban un crecimiento del 1,9% para 2008 y del 2% para 2009.
La OCDE sostiene que la eurozona ha resistido relativamente bien hasta el momento, con un crecimiento del 2,2% en el primer trimestre del año, gracias al efecto de una fortaleza sorprendente en Alemania y, en menor medida, en Francia.
No obstante, el consumo privado sigue siendo "tímido" debido a las presiones inflacionistas derivadas del encarecimiento de la energía y de los alimentos, una debilidad que el pasado año pareció compensarse con mayor inversión empresarial y exportaciones.
Con respecto a la economía estadounidense, que está en el "epicentro" de la crisis, la OCDE pronostica un crecimiento del 1,2% en 2008 y del 1,1% en 2009.
La institución prevé además un crecimiento negativo del -0,5% para el segundo trimestre de 2008, aunque se recuperará en los tres meses siguientes, con un crecimiento del 0,7%, lo que implica que no entrará en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo).
Estados Unidos se enfrenta, según el organismo, a fuertes turbulencias que frenan la actividad. Por otro lado, la crisis financiera implica una contracción del crédito, los recortes del precio de la vivienda ponen en apuros el patrimonio de los hogares y el alza de los precios de los productos básicos lastra el poder adquisitivo de los trabajadores, señala el informe.
Sin embargo, a pesar de haberse "estancado" este año, el crecimiento del PIB en términos reales debería volver a su potencial de manera progresiva el año que viene.
LAS TURBULENCIAS COMIENZAN A CALMARSE
Mientras, las perspectivas de crecimiento en los países miembros de la OCDE son del 1,8% para este año y del 1,7% para 2009. Según la evaluación general de la situación macroeconómica que se hace en el informe, parece que las turbulencias sobre los mercados han comenzado a calmarse, aunque sus repercusiones frenarán el crecimiento todavía durante mucho tiempo.
Las economías más afectadas por la ralentización serán aquellas que se han visto más directamente perjudicadas por la tormenta financiera, como Islandia, o las que, como en el caso de España, experimentan un pronunciado repliegue del mercado de la vivienda.
De hecho, la OCDE cifra en el 1,1% la caída de los precios de la vivienda en España en el primer trimestre. El porcentaje de variación anual de los precios de la vivienda ha pasado del 12,2% en el periodo 2000-2005 a un -1,1% en el primer trimestre de 2008. En 2006 fue de 6,3% y, un año después, del 2,6%.
"Creo que hay que reconocer que España ha tenido una fase de fuerte inversión en el sector de la construcción que no se puede mantener a largo plazo, y además, el ajuste a niveles más bajos es una etapa dolorosa por la que hay que pasar", argumentó el economista jefe de la OCDE, Jorgen Elemskov, durante la presentación del informe.