La Octava del Corpus de Valverde recuerda al fallecido Ángel Mata
14/06/2015 - 20:46
El pendón y el estandarte de la hermandad de los danzantes se abrían paso junto al ramo. Detrás, el Jesús Sacramentado bajo palio. Después de bendecir el altar de la plaza María Cristina, los danzantes ocuparon su sitio en la era, con el pico Ocejón como vigía y la Chorrera Despeñalagua al fondo. Se repetía el ritual 409 años después, pero en el ambiente se respiraba una gran emoción. No era una Octava como otra cualquiera, cuando el tambor y la dulzaina comenzó a marcar el ritmo, todas las miradas se fijaron en una persona, Enrique Santiago, y en el pensamiento, otra, su tío Ángel Mata. Quique danzaba por primera vez tras la triste y repentina muerte de su tío el pasado invierno.
El orgullo de sus familiares y paisanos se palpaba mientras él danzaba para formar la cruz sobre la era en la que su tío tantas veces lo había hecho. Los brazaletes negros que portaban todos los danzantes se movían al compás de la música y ante Jesús Sacramentado. Un gran aplauso resonó en el verde valle al término de la danza.
Era tiempo de bajar a la iglesia al Santísimo y continuar con la fiesta, los palos y las cintas protagonizaron nuevas danzas en la plaza de pizarra; y el Bien y Mal volvían a batallar sobre el escenario de El Portalejo un año más, recordando también a Ángel. Mucha emoción en una fresca Octava del Corpus que llega hoy a su fin con el homenaje a la Virgen de Gracia y la ronda final.