La Ordenanza de Convivencia deja unas 900 denuncias en sus dos años de vida

El balance de estos dos años de funcionamiento de la Ordenanza son "positivos", a juicio del alcalde, porque se han cumplido muchos objetivos. En este sentido, Román ha puesto varios ejemplos -acompañados de imágenes- sobre cómo solían ser las noches de los fines de semana de algunos puntos de Guadalajara y cómo son ahora, una vez que está prohibida la práctica del botellón. En relación a esta infracción concreta, tanto las denuncias como las llamadas de ciudadanos molestos por esta práctica se han reducido en un 30 por ciento desde que está en vigor la norma.

   También han descendido, según los datos y estadísticas que ha proporcionado el alcalde, las infracciones relacionadas con pintadas, vandalismo, colocación de carteles u orinar en la vía pública, siempre teniendo en cuenta, como ha vuelto a recordar el alcalde, que el objetivo de la Ordenanza de Convivencia no es "recaudatorio", sino que persigue reeducar a los ciudadanos, sobre todo a los menores y a los más jóvenes, de modo que no vuelvan a cometer las mismas infracciones. También se ha mostrado satisfecho Román en este punto, pues 125 menores han participado en los cursos de formación que la Concejalía de Seguridad y la Policía Local han desarrollado para que éstos pudieran condonar sus sanciones económicas por clases, y por su parte, en el caso de los denunciados mayores de edad, han sido 40 los que han conseguido sustituir sus multas por trabajos en beneficio a la comunidad, mientras que otros 140 expedientes han posibilitado a otros tantos ciudadanos que realicen estas actividades en el seno de distintas concejalías, asociaciones o entidades como el Zoo municipal.

   En relación a las denuncias por prostitución, se han interpuesto 56 desde que esta modificación de la Ordenanza entró en vigor, hace un año, modificación que también incluyó la regulación de ruidos en locales privados, punto sobre el que se han puesto hasta 11 denuncias.