La Ordenanza de Convivencia pone cerco a los ruidos de viviendas y locales privados

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
Pone en marcha los trabajos en beneficio de la comunidad y saca a las prostitutas de la vía pública
La Ordenanza de Convivencia Ciudadana cumple su primer año de vida, momento que ha aprovechado el equipo de Gobierno, basándose en la experiencia acumulada en estos meses, para llevar a cabo varias modificaciones y mejoras al texto original. Entre ellas destacan el control de los ruidos domésticos excesivos, la puesta en marcha de los trabajos en beneficio de la comunidad y la prohibición de la prostitución. Se cumple el primer año de la puesta en marcha de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y, tras la experiencia acumulada en estos meses, es el momento de hacer balance y también de llevar a cabo las correspondientes reformas y modificaciones, además de incorporar novedades y mejoras que vienen a reforzar la actuación policial en algunas áreas y a cubrir otras que aún no estaban reguladas.
Se cumple el primer año de la puesta en marcha de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y, tras la experiencia acumulada en estos meses, es el momento de hacer balance y también de llevar a cabo las correspondientes reformas y modificaciones, además de incorporar novedades y mejoras que vienen a reforzar la actuación policial en algunas áreas y a cubrir otras que aún no estaban reguladas.
Como anunció ayer el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, que presentó dichas novedades acompañado por la concejala de Seguridad, Movilidad y Tráfico, María José Agudo –artífice de la ordenanza en cuestión–, se pondrá en marcha el programa de educación y resocialización, más conocido por trabajos en beneficio de la comunidad –con los que los sancionados mayores de 16 años podrán condonar sus multas económicas–, que será contemplado en un anexo a la ordenanza; se regularán los ruidos domésticos derivados de domicilios y locales particulares a través de un nuevo artículo; y se prohibirá la prostitución en la vía pública, al objeto de evitar la exhibición de servicios sexuales en algunos puntos concretos de la ciudad y poner fin a la explotación sexual y a las molestias que genera la práctica entre algunos vecinos. “Creíamos que un año era un tiempo suficiente; dijimos siempre que esta ordenanza estaba sujeta a mejoras con la experiencia y eso es lo que estamos tratando de hacer”, señaló Román, antes de detallar pormenorizadamente cada una de las novedades que incluirá próximamente, previsiblemente tras el próximo pleno, la Ordenanza de Convivencia Ciudadana.

Cerco a los ruidos
En el caso de los ruidos domésticos excesivos, la Ordenanza de Convivencia introducirá un nuevo artículo en el que se prohibirá cualquier actividad o comportamiento que conlleve la perturbación por ruidos o vibraciones del vecindario y que suponga “la alteración de la convivencia ciudadana afectando al descanso, a la tranquilidad o al ejercicio de los derechos legítimos de otras personas”, describió Román, quien explicó que hasta ahora las sanciones por estas molestias sólo se dirigían a bares, pubs o discotecas, lugares de uso público. “Hay veces”, matizó el alcalde, “que una fiesta particular también conlleva molestias al vecino”, por lo que, a partir de ahora, la Policía Local contará con la herramienta necesaria para, en primer lugar, advertir sobre el incumplimiento de la ordenanza, y si los ruidos en viviendas o locales privados persisten, poder sancionar.
Los incumplimientos leves podrán ser sancionados con hasta 750 euros y, en su caso, los graves conllevarán multas económicas de entre 750 y 1.500 euros.

Trabajos para la comunidad
Otra de las novedades que se aprobará en el próximo pleno del Ayuntamiento es la incorporación de un anexo a la ordenanza que regulará los trabajos en beneficio de la comunidad, un programa de educación y resocialización que dará la posibilidad a los sancionados mayores de 16 años de condonar sus multas económicas con horas de trabajo en diferentes áreas municipales o en colaboración con otras entidades sin ánimo de lucro u ONG.
Se trata de una medida que ya contemplaba la ordenanza pero que se encontraba sin desarrollar. Entre otros trabajos, los infractores, que podrán acogerse a esta opción de manera totalmente voluntaria y alternativa y siempre en función y proporción a la infracción que hayan cometido, realizarán trabajos relacionados con archivos y bibliotecas, deporte, limpieza y medio ambiente, bienestar o reparación y conservación de mobiliario urbano.
En la ordenanza también se ha previsto el funcionamiento y protocolo a seguir. El instructor policial que abra el expediente sancionador tendrá que valorar si el infractor es susceptible de acogerse a la posibilidad de realizar trabajos en beneficio de la comunidad. En caso afirmativo, trasladará los datos al coordinador del servicio, que informará al individuo en cuestión. Éste, en el plazo de 15 días, deberá decidir si se acoge a la opción y empezar a realizar los trabajos, que serán supervisados por el coordinador. Éste deberá emitir un informe una vez que concluya el periodo, indicando si el infractor puede resarcirse de la multa o no. No podrán realizar trabajos en beneficio de la comunidad para sustituir sus multas las personas jurídicas ni los menores de 16 años, que sí podrán sin embargo participar en los cursos de formación que puso en marcha el Ayuntamiento justo antes del verano, y que persiguen el mismo objetivo que los trabajos a la comunidad, resocializar, reeducar y evitar que las prácticas sancionadas se repitan.
La jornada de trabajo tendrá una duración máxima de cuatro horas y cada hora resarcirá 15 euros de la multa total impuesta. Además, aquellos que hayan infringido la Ordenanza de Convivencia más de una vez en un mismo año sólo podrán acogerse a la opción de realizar trabajos en beneficio de la comunidad respecto a la primera de las sanciones impuestas.