La paella solidaria consigue una recaudación de 4.000 euros para Nipace

11/09/2012 - 18:34 Marta Martínez


   Cientos de guadalajareños se acercaron ayer hasta el merendero de San Roque para degustar la paella que como cada año ofrecen las peñas durante las Ferias con el patrocinio de la Diputación provincial de Guadalajara. Según la Diputación, se vendieron 2.030 tickes.


  El verde césped se convirtió en un cuadro multicolor salpicado por el amarillo, azul, morado, blanco... y toda la gama de colores de los peñistas que hicieron de él su mesa y mantel, igual que muchos otros ciudadanos y familias que no quisieron perderse esta cita que tiene, por otro lado, un carácter solidario. A pesar del gran número de personas, el reparto transcurrió de forma tranquila y ordenada, gracias a la organización y a los voluntarios que colaboran para que todo se desarrolle sin problema alguno. Por un lado pasaban los ‘no peñistas’, y otra fila estaba reservada a los miembros de alguna de las peñas, organizadoras del evento. Ambas estaban vigiladas y controladas por sendos policías locales

  . Una vez recogido el plato, con raciones generosas de paella, pan, flan, agua o cerveza (por cortesía de Font-Vella y de Mahou), los comensales se iban repartiendo por el césped de San Roque, y algunos se retiraban a sus peñas con el menú servido. Los hubo que recibieron las viandas de manos de camareros tan singulares como la presidenta de la Diputación provincial, Ana Guarinos, o el concejal de Festejos, Jaime Carnicero, que junto a otros miembros de sus diferentes corporaciones se pusieron al otro lado de la barra para servir, en este caso literalmente, a los vecinos. También colaboraron activamente miembros de la Fundación Nipace, con su presidente Ramón Rebollo a la cabeza.

  Por su parte, aguardando cola como todo el mundo encontramos a los socialistas Daniel Jiménez y Víctor Cabeza, del Grupo municipal, a la diputada regional Yolanda Lozano y la diputada provincial Ana Fabián, entre otros. Unas horas antes de que los vecinos pudieran degustar la rica paella, los trabajadores de la empresa Doñoro se afanaban en los preparativos para que todo estuviera listo a la hora señalada, las dos de la tarde. Un total de doce personas colaboraron en su preparación una previsión de 3.500 comensales. Aunque en realidad, no fue una sino siete las paellas y paelleras que humeaban sobre los fogones, porque según explicaba Eusebio Doñoro “no le no me gusta hacer paelleras muy grandes amontonar el arroz, prefiero hacerlo un poco más fino; cada diez minutos una y así el arroz no se pasa.

  Las cantidades para llenar estas siete paelleras, previstas para alimentar a 3.500 personas, como uno puede, imaginarse son enormes: 350 kilos de arroz, otros tantos de carne (pollo, conejo y costillas), 50 de verduras, 60 o 70 de pimientos verdes y rojos... y el secreto del cocinero, al que este periódico no ha podido tener acceso. Por segundo año consecutivo, la paella campera ha tenido un fin solidario. La recaudación poco más de 4.000 euros irán destinados a la Fundación Nipace.

  “El año pasado decidimos que sería bueno que esta comida campera tuviera un fin solidario para aportar una pequeña contribución a alguna ONG o fundación como ayuda a los más necesitados”, explicó la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, durante la presentación del acto la pasada semana, recordando que el año pasado la organización elegida fue Cáritas, a la que se donó la recaudación que ascendió a algo más de 4.000 euros.