La pandemia está dificultando la labor diaria de Apandagu
La discapacidad auditiva complica la rehabilitación online y la falta de diagnósticos está retrasando el tratamiento de los afectados.
La pasada semana ha sido muy especial para las personas con discapacidad auditiva, y es que el día 3 de marzo se celebró el Día Internacional de la Audición. Para celebrarlo, Apandagu ha hecho el concurso de pintura que viene siendo habitual en los últimos años y también la primera edición de un concurso de fotografía, además de una charla sobre audición que se celebró el mismo día tres.
No ha sido un año sencillo para esta asociación, y es que el Covid-19 les ha impedido, quizá en mayor medida, poder seguir con su labor, sobre todo con las rehabilitaciones y tratamientos. En otros casos, el mundo digital ha ayudado, pero para Apandagu, al tratar con niños con problemas auditivos, llevar a cabo la rehabilitación de manera online no ha sido posible.
Preocupación por la evolución
Marta Cuadros, responsable de la gestión de Apandagu, recuerda que en los meses de cuarentena, tuvieron que parar todas las actividades que tenían programadas de tipo presencial. Por ello, y de forma experimental, intentaron continuar con la rehabilitación de los niños de manera online, pero dependiendo del caso, asegura que “online es imposible, y presencial es muy complicado”, esto se debe a que “por los problemas de audición, online no oyen bien ni con las prótesis auditivas, y son los padres los que tienen que involucrarse más para poder llevar a cabo los tratamientos, de hecho, dábamos las sesiones a los padres para que luego se las dieran a sus hijos, pero no es lo mismo, y presencial, el problema son las mascarillas porque no permite ver la boca, algo clave en la rehabilitación para aprender a hablar, además la mascarilla baja decibelios y no oyen bien”.
Por todo esto, la evolución de los niños no está siendo la mejor durante este año, estancándose más de lo que debería, extendiéndose este problema a las visitas médicas. Marta Cuadros comenta que “tenemos pendiente operaciones de implante coclear, las cuales a nosotros nos derivan a Ciudad Real, y por el Covid-19 no se ha hecho ninguna” por lo que hay una lista de espera importante.
Máxima seguridad
Viendo esto, Apandagu decidió en el mes de septiembre que en los casos más graves, la rehabilitación fuera de manera presencial, siempre extremando las precauciones para evitar cualquier tipo de contagio. De hecho, por este motivo, los trabajadores de la asociación han guardado cuarentena al más mínimo contacto con un positivo, incluso aumentando los días de cuarentena recomendados por Sanidad para ofrecer la máxima seguridad a los niños, quienes también han guardado cuarentena siguiendo la misma línea, algo que aunque aumenta la seguridad, retrasa el proceso de rehabilitación.
Otro obstáculo que apareció fue Filomena. El temporal que llenó de nieve la ciudad, también obligó a que durante un mes se suspendiera la presencialidad en las sesiones de rehabilitación, aunque siguieron trabajando online.
El coronavirus también ha paralizado las pruebas para diagnosticar problemas auditivos, por lo que este año no se han registrado nuevos casos pero por falta de diagnósticos. “Tenemos tres o cuatro casos en estudio por médicos que se han paralizado, no se han hecho las pruebas necesarias para diagnosticar los problemas auditivos, entonces, aunque nosotros creamos o sospechamos que puedan tener problemas, no tienen un diagnóstico del motivo ni del tipo de pérdida auditiva, de la que depende el tratamiento que hay que realizar con el niño afectado. Por ejemplo no es lo mismo tener una pérdida de audición por tener un tumor, o si la pérdida no se debe a ninguna patología”.
Todo esto provoca que tanto detectar el problema, como el tratamiento de los ya detectados, se esté retrasando, lo cual complica la recuperación. Pese a todo y contra todo, Apandagu seguirá trabajando por y para los niños con problemas de audición.