La Pasión Trillana cumple veinte años este viernes

28/03/2013 - 00:00 Redaccion

  
   En este año la Pasión Trillana llega a su vigésima representación y decimonoveno aniversario. Por este motivo el Ayuntamiento va a tener un detalle con todos los participantes. “Después de 20 representaciones, siempre colaborando por consolidar y dar a conocer este evento que es cada vez más apreciado no sólo en Trillo, sino también en la comarca, hemos querido este año distinguir la labor de todos sus participantes haciéndoles entrega de un detalle que simbolice el agradecimiento a su labor que les reconocemos todos los trillanos”, explica Mayte Blanco, concejala de Cultura.
 
 
  A las 11.00 horas del viernes se inicia el Via Crucis 
 
Su principal impulsor fue el párroco local, Santiago Jiménez, junto a algunos de los miembros de la Peña el Royo. “Hace diecinueve años todos éramos más jóvenes. Teníamos una ilusión enorme, traducida en el calor tan especial que le poníamos a las reuniones previas y ensayos”, recuerda el autor de los textos del Vía Crucis, tomando como referencia, claro está, el texto evangélico.
 
 Con la nómina de colaboradores en aumento, igualmente fue creciendo la participación trillana en todos los actos de la Semana Santa. “Comenzamos preparando con toda ilusión la Santa Cena, que, ayudada por el entorno de la Iglesia donde se representó y acompañada por la música de cámara, fue un gran éxito. Fue en 1994. Empujados por él, al año siguiente, 1995, decidimos solemnizar la fiesta del Domingo de Ramos”, explica el cura. Desde entonces se bendicen las palmas y los ramos en la trillana ermita de San Roque. Desde allí salen los fieles en procesión con dirección a la Iglesia parroquial para participar en la Misa. Los que representan a los apóstoles se colocan en torno al altar, leyendo cada uno la parte de la pasión que le corresponde. Los primeros años, Ernesto Lorenzo, que hace de Jesús, montaba en una borrica prestada por el señor Eugenio de Morillejo. “Ahora la hacemos ya sin la burra”, explica Jiménez recordando siempre el detalle que tanto le agradeció al morillejano.
 
 En 1996 el grupo representó también los juicios contra Jesús, basados igualmente en los textos de la Sagrada Escritura, ampliando de esta manera la actividad al día de Viernes Santo, lo que “nos llevó a enlazarlos al año siguiente con un Vía Crucis sencillo, pero que ayuda a penetrar en el sentido y el mensaje que transmite cada estación”, continúa Jiménez. Fue en el año 1997 cuando la Pasión adquirió su formato actual, siempre dentro de la liturgia. “Recuerdo como el primer año la ilusión y el calor interior que respirábamos cada uno, plantó cara con naturalidad al frío y a la nieve que caía”, prosigue Jiménez. Por su parte Ernesto afirma que el primer año le costó tres meses aprenderse su papel, que sigue ensayando desde entonces.
 
 Poco a poco, los trillanos compraron telas con las que confeccionaron artesanalmente los vestidos que todavía hoy lucen. El Ayuntamiento también ha aportado en estos años su granito de arena, dotando materialmente la iniciativa allí donde se le ha solicitado. Hoy día son cerca de un millar de personas las que siguen la Pasión Trillana cada año, muchas venidas del entorno cercano. Santiago Jiménez termina como empezaba, alabando la colaboración que se mantiene viva y reconociendo la devoción de los trillanos por su Pasión.

 Sin duda todo un alarde de unidad y sentimiento a cerca de un acto que, además de su carácter religioso, sirve de reclamo turístico para el pueblo alcarreño.