La película ‘La clase’ recoge la complejidad y diversidad cultural de las escuelas galas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El director francés Laurent Cantet describe la complejidad y la diversidad cultural de las escuelas francesas en su última película La clase (Entre les murs). La cinta, que se estrenará en los cines españoles el próximo 16 de enero, fue galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2008.
Cantet resaltó ayer que la idea de plasmar en una película la realidad que se vive dentro de las aulas de un instituto surgió antes de empezar a rodar su anterior película Hacia el sur. “Cuando estaba escribiendo el guión leí ‘Entre le murs’, una novela de François Bégaudeau que se oponía a las acusaciones que se hacen en contra de los institutos actuales y que, por primera vez, no presentaba a los alumnos como verdaderos salvajes”, explicó el director quien puntualizó que, para su sorpresa, muchas veces coincidía con aspectos que él había querido reflejar en su guión. “Además, el libro me aportó una importante base documental que más adelante supliría visitando un instituto”, destacó. “Mi intención era limitar la historia al ámbito del aula vista como un pequeño microcosmos, un mundo entre cuatro paredes en el que se aprende a convivir y en el que están en juego valores como la disciplina, las relaciones de poder, la integración y donde se puede aprender a vivir democráticamente”, añadió.

Improvisación y guión
El rodaje del film se realizó con el propio Bégaudeau en el papel de profesor y con los alumnos de un instituto Françoise Dolto en el distrito XX, “un barrio parisino conflictivo”. “Durante un año, realizamos unos talleres donde preparábamos a los actores y todos ellos aportaban su propia experiencia a sus personajes”, apuntó el director. Sin embargo, y a pesar de que el guión estaba escrito, Cantet resaltó que “se dejó mucho espacio a la improvisación, lo que aportó una visión más realista a la historia”. Algunos de los adolescentes se parecían a sus personajes, como el de Esmeralda, “una niña de padres tunecinos que nació en Francia, que es igual de pizpireta”. Pero no sucede así con todos. Por ejemplo, el chico que hace de Suleyman “es mucho más dulce en la vida real que la dureza que muestra su papel. Igual sucede con Wei, un joven chino con miedo al ridículo porque no domina el francés, que en la vida real es más hablador”, matizó Cantet. Por otro lado, el director destacó que con esta película no trata de establecer ningún juicio con respecto al sistema educativo.