La peña El Colocón pone una nota muy buena a la Feria Chica
01/10/2010 - 09:45
HORCHE
Los vecinos de Horche han celebrado durante este fin de semana su Feria Chica, organizada por segunda vez por la peña El Colocón, que ha terminado con un balance positivo y nuevas actividades que han tenido buena aceptación.
Un breve pero intenso programa ha devuelto durante este fin de semana la fiesta a Horche. La localidad ha celebrado la Feria Chica, bajo la organización, por segunda vez en los 26 años de estos festejos, de la peña El Colocón. Una de sus integrantes, Eva González, aseguraba ayer que el balance había sido muy bueno, avalado por la respuesta de los vecinos y las felicitaciones que han recibido. Un logro que se incrementa si a esto se suma que han tenido apenas 15 días para organizar los festejos.
En esta edición, por primera vez, los horchanos han tenido la oportunidad de disfrutar de un desfile de peñas también en la Feria Chica, aunque sin carrozas. Cada peña aportó su imaginación, sus ganas de divertirse y su pancarta a los que se unió el estilismo y grandeza de los gigantes y cabezudos que también recorrieron las calles.
Lo más destacado de estos días es que no ha habido que lamentar ningún herido por asta de toro en los tres encierros, dos por el campo y uno por la calle, que se celebraron el viernes y el sábado.
González asegura que se ha materializado un programa para todos los públicos. El viernes hubo verbena nocturna. El sábado por la mañana se ofreció un chocolate con magdalenas y entre el encierro por el campo y el de las calles un baile vermú, que siguió al final del día con la verbena popular en la plaza y la batukada en la que participaron las peñas. En la mañana del domingo, los más pequeños tuvieron la oportunidad de correr delante de los carretones que simulaban los bravos astados como si de un encierro de verdad se tratase, pero uno de los actos más populares y multitudinarios fue la comida popular. Unas 400 personas degustaron y compartieron, de primer plato, una suculenta caldereta y, de postre un flan en la plaza Mayor. Por la tarde, la plaza de toros se convirtió en protagonista con la actuación taurina de Arte Madrileño, a la que le siguió, a las 20.00 horas, la traca fin de fiesta.
Implicación vecinal
Una de las características de estos festejos es la implicación de los vecinos, de ahí que cada año sea una peña o un grupo los que se encarguen de organizarlos y que sean los vecinos los que sufraguen parte de los gastos. En esta ocasión, según los datos ofrecidos por los organizadores, más de 1.300 personas han colaborado económicamente con una aportación por persona de 26 euros. A pesar de los buenos resultados obtenidos, Eva González, asegura que, el próximo año prefieren descansar 13 de los 19 miembros de la peña han participado en la organización, por lo menos un año, insiste. Es una experiencia buena, pero no se disfruta igual. Precisamente ha sido la falta de colaboradores lo que este año les ha llevado a unos pocos días de la Feria Chica a hacerse cargo de la organización.
En esta edición, por primera vez, los horchanos han tenido la oportunidad de disfrutar de un desfile de peñas también en la Feria Chica, aunque sin carrozas. Cada peña aportó su imaginación, sus ganas de divertirse y su pancarta a los que se unió el estilismo y grandeza de los gigantes y cabezudos que también recorrieron las calles.
Lo más destacado de estos días es que no ha habido que lamentar ningún herido por asta de toro en los tres encierros, dos por el campo y uno por la calle, que se celebraron el viernes y el sábado.
González asegura que se ha materializado un programa para todos los públicos. El viernes hubo verbena nocturna. El sábado por la mañana se ofreció un chocolate con magdalenas y entre el encierro por el campo y el de las calles un baile vermú, que siguió al final del día con la verbena popular en la plaza y la batukada en la que participaron las peñas. En la mañana del domingo, los más pequeños tuvieron la oportunidad de correr delante de los carretones que simulaban los bravos astados como si de un encierro de verdad se tratase, pero uno de los actos más populares y multitudinarios fue la comida popular. Unas 400 personas degustaron y compartieron, de primer plato, una suculenta caldereta y, de postre un flan en la plaza Mayor. Por la tarde, la plaza de toros se convirtió en protagonista con la actuación taurina de Arte Madrileño, a la que le siguió, a las 20.00 horas, la traca fin de fiesta.
Implicación vecinal
Una de las características de estos festejos es la implicación de los vecinos, de ahí que cada año sea una peña o un grupo los que se encarguen de organizarlos y que sean los vecinos los que sufraguen parte de los gastos. En esta ocasión, según los datos ofrecidos por los organizadores, más de 1.300 personas han colaborado económicamente con una aportación por persona de 26 euros. A pesar de los buenos resultados obtenidos, Eva González, asegura que, el próximo año prefieren descansar 13 de los 19 miembros de la peña han participado en la organización, por lo menos un año, insiste. Es una experiencia buena, pero no se disfruta igual. Precisamente ha sido la falta de colaboradores lo que este año les ha llevado a unos pocos días de la Feria Chica a hacerse cargo de la organización.