La Plataforma de Yela pide una comisión para evitar otro accidente en las obras

Cerca de un centenar de personas se concentraron ayer a las puertas de la Subdelegación del Gobierno de Guadalajara en protesta por la última víctima laboral, un joven de 26 años, que perdió la vida el pasado viernes cuando trabajaba en uno de los pozos del almacén de gas que se va a construir en Yela. Éste trabajador de la subcontrata Cofor, de Enagás, ocupa el número 3 de la lista de fallecidos en la provincia mientras estaban en su puesto de trabajo.
Los sindicatos, CCOO y UGT, acudieron unidos, y esta vez, además, la Plataforma de vecinos afectados por la construcción de dicha instalación pertenecientes a Brihuega, Yela y Villaviciosa. La portavoz, Pruden Esteban, dijo sentirse “absolutamente consternados e indignados” porque “esta muerte se podía haber evitado”. Por eso, adelantó, a pesar de las muchas reivindicaciones que han hecho para conseguir una comisión de seguimiento de estos trabajos, “vamos a iniciar una propuesta con el Ayuntamiento de Brihuega –que aglutina a todos los pueblos– para que se haga una comisión mixta en la que estén sindicatos, vecinos y la autoridad administrativa y este tipo de cosas no vuelvan a suceder”.
La portavoz denunció ayer que desde que comenzó la ejecución de los trabajos han tenido que soportar cortes de luz por el arranque de un tendido eléctrico, el continuo tráfico de camiones que ocupan gran parte de la calzada obligando a los turismos a salirse de la vía, y “nos están haciendo una agresión al medio ambiente tremenda”. Pruden Esteban exigió “que no haya ni un solo muerto más, que haya seguridad para los vecinos y trabajadores afectados”.
Poco después de las 12.00 horas, tras una gran pancarta frente a la Subdelegación –bajo el lema Contra la siniestralidad laboral– Felisa Busto, delegada de la Federación de Industria Textil-Piel, Químicas y Afines (Fiteqa) de CCOO, acompañada por diversos representantes sindicales, dio paso a la lectura de una manifiesto consensuado por los dos sindicatos. En esta ocasión, Busto hizo dos llamamientos. En primer lugar a los empresarios, “que no utilicen la crisis como excusa para recortar gastos en prevención de riesgos laborales”; y después, a las administraciones, “tiene la obligación de controlar que todos estemos seguros en nuestros puestos de trabajo y ahora con la crisis, aún con mayor vehemencia”. Además, la delegada de Fiteqa reclamó una mayor participación de los sindicatos. “No estamos únicamente para que nos pasen estadísticas y datos en las reuniones periódicas, queremos ser partícipes de las investigaciones y que nuestros técnicos puedan llegar al fondo de lo sucedido”. Una reivindicación después de que el pasado viernes, tras el incidente, según expusieron, “nos dejaron en la puerta durante más de tres horas sin poder pasar”. Por último, en este manifiesto conjunto, los sindicatos expusieron una última exigencia al Gobierno y los empresarios: “que se cumpla en todo su contenido la Estrategia de Salud y Seguridad en el Trabajo, prioritariamente desarrollando la figura de los agentes territoriales y sectoriales de prevención”.
El secretario provincial de CCOO, José María Rey, destacó que en el lugar en el que se produjo el último episodio de siniestralidad laboral “están conviviendo trabajadores de distintas nacionalidades, con el consiguiente problema de idioma y en su inmensa mayoría son trabajadores europeos, nativos hay muy pocos. Y se da la circunstancia que es una subcontrata y un ritmo de 24 horas”.
David Pinillos, secretario provincial de UGT, por su parte, insistió en la unidad de los sindicatos, tanto en este caso de siniestralidad, como en los problemas laborales que están surgiendo en las empresas. “Los sindicatos de clase vamos a ir de la mano y no vamos a cejar de nuestro empeño”.