La plaza de El Jardinillo ganará 300 m2 tras el proceso de reforma al que se someterá este año
01/10/2010 - 09:45
Por: A.B. GUADALAJARA
La próxima semana saldrá a licitación el proyecto diseñado desde el Ayuntamiento para cambiar la fisonomía y mejorar el aspecto de la plaza El Jardinillo, que se encuentra bastante deteriorada. La actuación permitirá, entre otros aspectos, que la plaza gane unos 300 metros cuadrados para beneficio del ciudadano, que además dispondrá de nuevo mobiliario, zonas estanciales y una pérgola. Estos trabajos se compaginarán probablemente en el tiempo con el resto de proyectos que el Consistorio ha diseñado en los próximos meses en el casco histórico. Todos ellos, según deseo del alcalde, Antonio Román, deberían estar finalizados a inicios de 2011.
No va a haber quien conozca el casco histórico de la ciudad. Ni este verano, que estará patas arriba por las obras, ni en el próximo año 2011, que tendrá un fisonomía distinta en buena parte de sus espacios merced a la reforma que, por fases, está abordando el Ayuntamiento capitalino a lo largo de esta legislatura.
El propio alcalde, Antonio Román, acompañado del concejal de Obras, Jaime Carnicero, presentó ayer el último de los proyectos diseñados: la reforma de la plaza del Jardinillo, que, además, beneficiará igualmente a algunas de sus calles aledañas, como la Travesía de Santo Domingo, la plaza del Carmen, Cuesta de Cervantes, calle San Miguel y plazuela de Don Pedro. El primer edil ahondó en la necesidad de remodelación que atesora la plaza, otrora uno de los puntos de reunión de los ciudadanos, convertida ahora más en un sitio de paso de los viandantes.
La novedad estructural más relevante de la actuación será que la plaza y, por tanto, la zona peatonal, incrementará su superficie en unos 300 metros cuadrados, ganados a costa de la travesía de Santo Domingo. La superficie total sobre la que se actuará supera los 4.000 metros cuadrados, aunque el proyecto distingue dos partes diferenciadas: una rígida ubicada entre la iglesia de San Nicolás y el edificio del Banco de España, y otra el resto que el alcalde bautizó como más flexible.
En la primera es intención mantener un carácter sobrio y castellano en la estructura, que se acompañará de puntos de luz que saldrán del suelo y que tendrán carácter antivandálico. En el resto del espacio está previsto que se renueve por completo el mobiliario, que se implante nueva vegetación y se habilitarán rincones estanciales para el descanso de los ciudadanos.
En ambos se entremezclarán tres tipos de pavimentos: baldosas clásicas y muy rígidas capaces del aguantar gran peso en la parte más sobria y un intercalado de adoquines de color gris, albero y rojizo en los otros espacios.
Pérgola y nueva fuente
Como nuevo elemento aparecerá una pérgola similar a la existente en la plaza de Santo Domingo, que se coronará con elementos vegetales y que ofrecerá sombra en los meses estivales. El quiosco de prensa de la plaza se mantendrá, aunque colocado bajo esta pérgola y compuesto de materiales que se adaptarán a la estética de la nueva plaza.
Aunque la estatua de Neptuno que preside la fuente de El Jardinillo desde el año 1969 seguirá en la plaza, el que sí cambiará ostensiblemente será precisamente el elemento acuífero. Según detalló ayer el concejal de Obras, está prevista la construcción de una lámina de agua y hasta una pequeña cascada por la que caiga. De esta forma, y por extensión, se pondrá fin a las filtraciones que provocan en algunos edificios cercanos las fugas de agua que acumula la fuente.
Por último, la ejecución del proyecto también contempla la reforma de la escalinata que comunica la plaza con la Cuesta de Cervantes y la reubicación, en otros puntos de la ciudad aún sin definir, del busto de Tomás Camarillo y de la escultura del artista Francisco Sobrino.
El proyecto, según anunció Román, probablemente saldrá a licitación la próxima semana, con un coste inicial fijado en 1,2 millones de euros. El plazo estimado para finalizar los trabajos será de unos seis meses. Una vez concluidos, el alcalde considera que también saldrán ganando los edificios históricos de la zona, como los ya referidos del Banco de España o de San Nicolás o la casona de los Condes de Coruña.
¿Y el resto de las obras?
Esta actuación convivirá necesariamente con otras que actualmente se acometen en diferentes puntos del casco histórico o que ya están proyectadas. Román subrayó ayer que es intención de su equipo de Gobierno que todas ellas estén concluidas para los primeros meses de 2011.
Atrás queda ya la reforma efectuada en las plazas de Moreno y Beladíez y sus alrededores, mientras que las máquinas trabajan actualmente en la plaza Mayor donde se construye un aparcamiento subterráneo y en calles como Ángel Martín Puebla, Pareja Serrada y otras cercanas.
Sin embargo, además de la licitación del proyecto ayer presentado también se hará lo propio en los próximos días o semanas con el concerniente a la reforma de las calles La Mina, Calnuevas y otras de alrededor del casco histórico, así como a la de uno de los tramos el de la parte superior de la calle Mayor. Posteriormente, concluido el primero, se continuará con el resto. Por la urgencia para culminar estos proyectos, las obras de muchos de ellos convivirán en el tiempo en lo que queda de año, aunque el alcalde insistió ayer en que se efectuarán por partes y con las subdivisiones de los trabajos que sean necesarias para molestar lo menos posible a viandantes y vehículos.
Algo similar sucedería con el sistema de vaporización de agua que el Ayuntamiento ya ha instalado a lo largo de la calle Mayor para hacer más agradable el tránsito de peatones durante los meses de más calor en verano. Aunque quizás por la presencia de las obras y, por tanto, de máquinas y de movimiento de tierras, no puede ponerse en marcha en su totalidad, sí será posible, en teoría, activarlo en los puntos que en ese momento no sea objeto de obra.
El propio alcalde, Antonio Román, acompañado del concejal de Obras, Jaime Carnicero, presentó ayer el último de los proyectos diseñados: la reforma de la plaza del Jardinillo, que, además, beneficiará igualmente a algunas de sus calles aledañas, como la Travesía de Santo Domingo, la plaza del Carmen, Cuesta de Cervantes, calle San Miguel y plazuela de Don Pedro. El primer edil ahondó en la necesidad de remodelación que atesora la plaza, otrora uno de los puntos de reunión de los ciudadanos, convertida ahora más en un sitio de paso de los viandantes.
La novedad estructural más relevante de la actuación será que la plaza y, por tanto, la zona peatonal, incrementará su superficie en unos 300 metros cuadrados, ganados a costa de la travesía de Santo Domingo. La superficie total sobre la que se actuará supera los 4.000 metros cuadrados, aunque el proyecto distingue dos partes diferenciadas: una rígida ubicada entre la iglesia de San Nicolás y el edificio del Banco de España, y otra el resto que el alcalde bautizó como más flexible.
En la primera es intención mantener un carácter sobrio y castellano en la estructura, que se acompañará de puntos de luz que saldrán del suelo y que tendrán carácter antivandálico. En el resto del espacio está previsto que se renueve por completo el mobiliario, que se implante nueva vegetación y se habilitarán rincones estanciales para el descanso de los ciudadanos.
En ambos se entremezclarán tres tipos de pavimentos: baldosas clásicas y muy rígidas capaces del aguantar gran peso en la parte más sobria y un intercalado de adoquines de color gris, albero y rojizo en los otros espacios.
Pérgola y nueva fuente
Como nuevo elemento aparecerá una pérgola similar a la existente en la plaza de Santo Domingo, que se coronará con elementos vegetales y que ofrecerá sombra en los meses estivales. El quiosco de prensa de la plaza se mantendrá, aunque colocado bajo esta pérgola y compuesto de materiales que se adaptarán a la estética de la nueva plaza.
Aunque la estatua de Neptuno que preside la fuente de El Jardinillo desde el año 1969 seguirá en la plaza, el que sí cambiará ostensiblemente será precisamente el elemento acuífero. Según detalló ayer el concejal de Obras, está prevista la construcción de una lámina de agua y hasta una pequeña cascada por la que caiga. De esta forma, y por extensión, se pondrá fin a las filtraciones que provocan en algunos edificios cercanos las fugas de agua que acumula la fuente.
Por último, la ejecución del proyecto también contempla la reforma de la escalinata que comunica la plaza con la Cuesta de Cervantes y la reubicación, en otros puntos de la ciudad aún sin definir, del busto de Tomás Camarillo y de la escultura del artista Francisco Sobrino.
El proyecto, según anunció Román, probablemente saldrá a licitación la próxima semana, con un coste inicial fijado en 1,2 millones de euros. El plazo estimado para finalizar los trabajos será de unos seis meses. Una vez concluidos, el alcalde considera que también saldrán ganando los edificios históricos de la zona, como los ya referidos del Banco de España o de San Nicolás o la casona de los Condes de Coruña.
¿Y el resto de las obras?
Esta actuación convivirá necesariamente con otras que actualmente se acometen en diferentes puntos del casco histórico o que ya están proyectadas. Román subrayó ayer que es intención de su equipo de Gobierno que todas ellas estén concluidas para los primeros meses de 2011.
Atrás queda ya la reforma efectuada en las plazas de Moreno y Beladíez y sus alrededores, mientras que las máquinas trabajan actualmente en la plaza Mayor donde se construye un aparcamiento subterráneo y en calles como Ángel Martín Puebla, Pareja Serrada y otras cercanas.
Sin embargo, además de la licitación del proyecto ayer presentado también se hará lo propio en los próximos días o semanas con el concerniente a la reforma de las calles La Mina, Calnuevas y otras de alrededor del casco histórico, así como a la de uno de los tramos el de la parte superior de la calle Mayor. Posteriormente, concluido el primero, se continuará con el resto. Por la urgencia para culminar estos proyectos, las obras de muchos de ellos convivirán en el tiempo en lo que queda de año, aunque el alcalde insistió ayer en que se efectuarán por partes y con las subdivisiones de los trabajos que sean necesarias para molestar lo menos posible a viandantes y vehículos.
Algo similar sucedería con el sistema de vaporización de agua que el Ayuntamiento ya ha instalado a lo largo de la calle Mayor para hacer más agradable el tránsito de peatones durante los meses de más calor en verano. Aunque quizás por la presencia de las obras y, por tanto, de máquinas y de movimiento de tierras, no puede ponerse en marcha en su totalidad, sí será posible, en teoría, activarlo en los puntos que en ese momento no sea objeto de obra.