La Policía de Barrio echa a andar en Los Manantiales para estar cerca del ciudadano

Después de varios meses hablando de ellos, los cuatro agentes que encarnan la primera de las patrullas de la nueva Policía de Barrio o “de proximidad”, como ayer la describió el alcalde de la capital, Antonio Román, ya han entrado en acción, y lo han hecho en el barrio de Los Manantiales, primera de las zonas de la ciudad en disponer de este nuevo servicio de seguridad ciudadana, ante la conflictividad y los problemas de convivencia y delincuencia que se han venido sucediendo en esta zona en los últimos meses. Se trata de una iniciativa que pretende “acercar la Policía a todos los barrios de la ciudad, y que en todos los barrios se vaya viendo el uniforme y a las personas; no creemos en una Policía que únicamente imponga o sancione, sino en una Policía al servicio de los ciudadanos y cerca de sus problemas”, como explicó Román. Una vez puesto en marcha en este barrio –cubrirá toda la zona comprendida entre Los Manantiales y la estación de ferrocarril–, el servicio se irá ampliando al resto de zonas de la capital, divididas según los consejos de barrio, un total de ocho. El próximo, según adelantó el alcalde ayer, será Escritores-La Rambla, otro de los más conflictivos de la ciudad, que podría disponer de una patrulla antes de que finalice el año. Después, poco a poco, se irá estableciendo el servicio en todos los barrios, y se prevé que en junio pueda estar todo el término municipal cubierto.
La puesta en marcha del nuevo servicio ha sido posible gracias a la ampliación de la plantilla de la Policía Local que se ha llevado a cabo este año. Los 11 últimos policías llegados al Cuerpo se irán incorporando a estas tareas y está previsto que también lo hagan los otros nueve que llegarán el año próximo, y que ahora mismo se encuentran realizando las pruebas de acceso al Cuerpo. En total, entre 20 y 22 agentes se encargarán de realizar estos servicios, entre tres y cuatro por barrio, y en turnos de mañana y de tarde (dos efectivos en cada uno de ellos).

Actuaciones
Los efectivos de la Policía de Barrio desarrollarán un “servicio de seguridad integral” en su zona de actuación, como detalló Román, incluida la seguridad ciudadana, competencia de la Policía Nacional, en la que colaborará en la medida de lo posible la Policía Local, con el fin “de disuadir ante el delito, también prevenir ante posibles comisiones de delitos y tratar de esclarecerlos”. Como continuó el alcalde, la Policía de Barrio también se encargará de que los ciudadanos den cumplimiento a las distintas ordenanzas municipales, entre las que enumeró las relacionadas con el medio ambiente y los ruidos. La regulación del tráfico y el cumplimiento de las normas será otro de sus cometidos principales, así como velar por que los ciudadanos hagan un buen uso de las plazas de aparcamiento y no estacionen en lugares indebidos como zonas de carga y descarga, plazas reservadas a minusválidos, aceras o doble fila.
Vigilar todas las instalaciones municipales será otra de sus áreas de actuación, así como controlar las licencias urbanísticas, entre otras.
En definitiva, y “en la medida de lo posible y siempre que los cuadrantes lo permitan”, como reconoció Román, el objetivo es “que los agentes tengan relación principalmente con un barrio para que conozcan a los vecinos y que los vecinos los conozcan a ellos, para que entremos en una relación de implicación personal”.

Problemas sociales
Otro de los objetivos con los que nace esta Policía de Barrio es detectar problemas sociales instalados en lugares concretos de los barrios, que en algunos casos se tarda demasiado en detectar. El alcalde considera que esta es la fórmula adecuada para atajar este problema, pues “teniendo esa presencia de los mismos policías en los barrios podremos llegar a detectar problemas relacionados con marginalidad, con exclusión social, con cuestiones relacionadas con drogas o con el absentismo escolar”.

Informar antes que denunciar
Para terminar, Román resumió en unas pocas líneas generales la filosofía con la que nace este nuevo servicio, que pretende estar cerca del ciudadano, ayudarle, y no ser un instrumento sancionador. “Esta Policía de Barrio pretende informar antes que corregir, corregir antes que amonestar o reprender, y amonestar o reprender antes que denunciar, ya que creemos que denunciar tiene que ser la última medida; con estas cuatro ideas generales sí se responde a la filosofía de la Policía de proximidad”.
Por su parte, la concejala de Seguridad, María José Agudo, que ha seguido desde dentro todo este proceso de creación y planificación de la Policía de Barrio junto con el intendente jefe del Cuerpo, Julio Establés, y el subinspector encargado del servicio, Alberto Abajo, durante los últimos meses, se mostraba “satisfecha y orgullosa, porque yo creo que vamos cumpliendo lo que vamos prometiendo”. El retraso en su puesta en marcha ha sido mínimo –ella misma lo había anunciado para el mes de octubre– y es uno de los servicios a los que mayor importancia le ha conferido desde que llegó a la Concejalía. “Creo que es un trabajo muy importante dentro de ese proyecto de tener la Policía cerca, y creo que es un cambio de chip, porque la Policía debe ser proactiva, debe ser la que detecta el problema antes de que sea el vecino el que demanda la intervención cuando el problema ya se ha producido”. Proactiva, próxima y preventiva son los tres adjetivos que Agudo confiere a este nuevo servicio. La concejala considera que el simple hecho de que la Policía esté en la calle va a ayudar “a no relajarnos”, sobre todo en materia de tráfico.
Por su parte, Establés, a pesar de ser consciente del aumento de trabajo que supone el nuevo servicio, también se mostraba contento.