La policía logró aplacar algunos momentos de tensión con los radicales en las manifestaciones del sábado
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Guadalajara contuvo ayer un pulso político entre diferentes grupos políticos enfrentados entre sí. Tres manifestaciones ocuparon sus calles, cada una por motivos diferentes y enfrentados, lanzando consignas en contra de las formaciones contrarias. Por la mañana el Movimiento Patriota Socialista, y por la tarde un grupo antifascistas y Falange Española, mantuvieron a la Policía alerta en todo momento para evitar cualquier tipo de incidentes. Gracias al amplio dispositivo de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, y al comportamiento cívico de la mayoría de los manifestantes, no hubo que lamentar ningún altercado.
Las calles de Guadalajara vivieron ayer una de las jornadas más tensas de los últimos años. Tres grupos de ideologías contrarias realizaron diferentes manifestaciones y actos públicos en un corto espacio de tiempo, por lo que sólo la actuación de la Policía logró que no ocurriese ningún altercado.
Al margen de enfrentamientos ideológicos, el día comenzaba tranquilo. A las 11.00 horas, unos 40 militantes de Izquierda Unida acudían pacíficamente al cementerio para dar su pequeño homenaje a los republicanos que murieron durante la Guerra Civil. Tras este emotivo acto, todos se desplazaron a la plaza del Jardinillo para disfrutar de una limonada para reivindicar la II República, pues según su coordinador provincial, José Luis Maximiliano, sería una forma de profundizar en la Democracia, en los valores democráticos y de la igualdad.
Pero la mañana se complicó poco después, cuando a las 13.00 horas miembros del Movimiento Patriota Socialista, de ideología nazi, organizó un partido de fútbol-sala en las pistas del barrio de la Esperanza para rendir homenaje a sus llamados héroes. Este acto terminó sin mayor complicación.
Tarde de extremos
La jornada siguió, y con ella la tensión. Falangistas y antifascistas, estos últimos sin autorización de la Subdelegación del Gobierno, tenían previsto manifestarse por el centro de la capital con tan sólo una hora de diferencia.
Los primeros en aparecer, a las 19.00 horas, fueron los antifascistas. Bien vigilados por la Policía Nacional en todo momento, protestaron junto a la cárcel por la autorización a Falange Española a realizar su marcha. En sus consignas, ante todo, pedían la ilegalización de actos racistas. Para evitar cualquier confrontación, la Policía cercó al grupo para que no abandonaran el parque de San Juan Bosco.
El acto organizado por la Falange comenzó una hora más tarde. Desde el paseo de la Concordia, unas 100 personas caminaron hasta la plaza del Jardinillo, donde se leyó un comunicado contra lo que ellos entienden como una crisis económica como consecuencia directa del sistema democrático liberal. No nos manifestamos contra un hecho concreto, sino contra el sistema en su conjunto, dijo Manuel Andrino, presidente nacional. Al acto acudieron importantes cargos de la organización como Ricardo Sáenz de Ynestrillas, un conocido activista de la derecha española.
Gran dispositivo policial
Pese al peligro que podría haber sentido ayer cualquier persona de Guadalajara al pasear por las calles de la ciudad debido a las cuatro manifestaciones, el fuerte dispositivo policial formado, tanto por agentes nacionales como locales, mantuvo en todo momento el orden en la capital. Así, la ciudad pudo continuar con su movimiento diario excepto en algunos momentos del día, en los que algunas calles tuvieron que ser cortadas. Cada uno de los actos estuvo vigilado en todo momento por un gran número de policías, ya fueran de uniforme o vistieran de paisano. Sin tener en ninguna situación que utilizar la violencia, lograron contener y manejar a todos los grupos radicales.
Mención especial merece la maniobra con la que mantuvieron al grupo de antifascistas en el parque de San Juan Bosco hasta que los militantes de Falange Española hubieran terminado su concentración. Gracias a esta actuación consiguieron que no tuvieran contacto evitando así cualquier tipo de enfrentamiento.
Por otro lado, durante el partido de fútbol-sala entre miembros de Movimiento Patriota Socialista, varias lecheras estuvieron pendientes de sus movimientos.
Al margen de enfrentamientos ideológicos, el día comenzaba tranquilo. A las 11.00 horas, unos 40 militantes de Izquierda Unida acudían pacíficamente al cementerio para dar su pequeño homenaje a los republicanos que murieron durante la Guerra Civil. Tras este emotivo acto, todos se desplazaron a la plaza del Jardinillo para disfrutar de una limonada para reivindicar la II República, pues según su coordinador provincial, José Luis Maximiliano, sería una forma de profundizar en la Democracia, en los valores democráticos y de la igualdad.
Pero la mañana se complicó poco después, cuando a las 13.00 horas miembros del Movimiento Patriota Socialista, de ideología nazi, organizó un partido de fútbol-sala en las pistas del barrio de la Esperanza para rendir homenaje a sus llamados héroes. Este acto terminó sin mayor complicación.
Tarde de extremos
La jornada siguió, y con ella la tensión. Falangistas y antifascistas, estos últimos sin autorización de la Subdelegación del Gobierno, tenían previsto manifestarse por el centro de la capital con tan sólo una hora de diferencia.
Los primeros en aparecer, a las 19.00 horas, fueron los antifascistas. Bien vigilados por la Policía Nacional en todo momento, protestaron junto a la cárcel por la autorización a Falange Española a realizar su marcha. En sus consignas, ante todo, pedían la ilegalización de actos racistas. Para evitar cualquier confrontación, la Policía cercó al grupo para que no abandonaran el parque de San Juan Bosco.
El acto organizado por la Falange comenzó una hora más tarde. Desde el paseo de la Concordia, unas 100 personas caminaron hasta la plaza del Jardinillo, donde se leyó un comunicado contra lo que ellos entienden como una crisis económica como consecuencia directa del sistema democrático liberal. No nos manifestamos contra un hecho concreto, sino contra el sistema en su conjunto, dijo Manuel Andrino, presidente nacional. Al acto acudieron importantes cargos de la organización como Ricardo Sáenz de Ynestrillas, un conocido activista de la derecha española.
Gran dispositivo policial
Pese al peligro que podría haber sentido ayer cualquier persona de Guadalajara al pasear por las calles de la ciudad debido a las cuatro manifestaciones, el fuerte dispositivo policial formado, tanto por agentes nacionales como locales, mantuvo en todo momento el orden en la capital. Así, la ciudad pudo continuar con su movimiento diario excepto en algunos momentos del día, en los que algunas calles tuvieron que ser cortadas. Cada uno de los actos estuvo vigilado en todo momento por un gran número de policías, ya fueran de uniforme o vistieran de paisano. Sin tener en ninguna situación que utilizar la violencia, lograron contener y manejar a todos los grupos radicales.
Mención especial merece la maniobra con la que mantuvieron al grupo de antifascistas en el parque de San Juan Bosco hasta que los militantes de Falange Española hubieran terminado su concentración. Gracias a esta actuación consiguieron que no tuvieran contacto evitando así cualquier tipo de enfrentamiento.
Por otro lado, durante el partido de fútbol-sala entre miembros de Movimiento Patriota Socialista, varias lecheras estuvieron pendientes de sus movimientos.