La Policía Nacional detiene en Cuenca a uno de los proxenetas más buscados de España
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Cuenca a uno de los proxenetas más buscados de España. El arrestado, de nacionalidad
española y 35 años de edad, lideraba una organización dedicada a la explotación sexual de mujeres de forma itinerante por todo el país y contaba con siete reclamaciones en vigor, más de 30 requisitorias ya cesadas y numerosos antecedentes por diversos motivos. Una mujer ha sido liberada gracias a la denuncia interpuesta por una amiga suya en la Comisaría de la Policía Nacional de Huesca, lo que permitió a los agentes la detención de tres personas en apenas 24 horas. La víctima rompió a llorar al ser liberada consciente de que su calvario había terminado. El cabecilla captaba a sus víctimas a través de Internet, prometiéndoles grandes ingresos e incluso les ofrecía ayuda para huir de otros proxenetas, por lo que al principio le veían como su salvador.
En los últimos 12 meses, los agentes especializados han llevado a cabo 386 operaciones contra la trata que se han saldado con la detención de 1793 personas y la liberación de 286 víctimas. Los canales habilitados para la colaboración ciudadana, el teléfono 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es, han recibido un total de 2813 comunicaciones en las que se aportaba información para luchar contra la lacra de la trata.
Denuncia en Huesca el pasado viernes
Las investigaciones comenzaron en la tarde-noche del pasado viernes. Una mujer acudía a las dependencias policiales de Huesca y manifestaba que una amiga suya se hallaba retenida en una vivienda de Cuenca donde era explotada sexualmente para el pago de una deuda que habría adquirido con sus proxenetas. La denunciante aporto una serie de indicios y evidencias que indicaban la urgencia de la situación.
En ese momento se puso en marcha la coordinación entre los diversos grupos operativos participantes consiguiendo reunir suficiente información del lugar exacto de los hechos. Los agentes estrecharon el cerco sobre los explotadores y localizaron la vivienda de Cuenca, realizando la entrada y registro logrando la liberación de la víctima. La mujer se encontraba asustada y temblorosa y rompió a llorar al ver a los agentes debido al estado de ansiedad que vivía.
Los policías lograron la detención de tres personas. El cabecilla de la organización es un varón de 35 años y nacionalidad española y es, a juicio de los investigadores, uno de los proxenetas más buscados de España. Contaba con siete reclamaciones en vigor, más de 30 ya cesadas y numerosos antecedentes por diversos motivos. También fueron arrestadas dos mujeres, una española de 19 años y otra venezolana de 26 años, que colaboraban con el líder en el control de las chicas.
En menos de 36 horas desde el inicio de la operación, la mujer liberada ya ha sido acogida por una ONG.
Un proxeneta “salvador” y carismático
La organización llevaba años actuando de un modo similar pero la destreza en la manipulación de las personas por parte del líder del grupo, así como las grandes medidas de seguridad con las que actuaba como el uso de documentación de terceros y el carácter itinerante del grupo, le habían servido para librase de la cárcel.
Durante el transcurso de esa investigación, las víctimas y testigos lo definen como una persona carismática. Un carisma que se tornaba en manipulación cuando las víctimas se percataban de la explotación real que estaban sufriendo al comenzar las amenazas y la retención hasta el pago de la supuesta deuda contraída.
El investigado captaba a mujeres de entornos sociales, familiares y económicos necesitados a través de Internet. Les prometía grandes ingresos trabajando en diferentes profesiones llegando a simular ser una mujer para ganarse su confianza. Una especialidad del cabecilla de la organización era captar a mujeres que se encontraban en manos de otros proxenetas, apareciendo en un primer momento como su salvador, para posteriormente explotarlas y someterlas. También captaba a mujeres jóvenes en el mundo de la pornografía amateur engañándolas con falsas promesas.
Varias mujeres explotadas han denunciado que el investigado les ha dejado deudas con compañías de suministros (gas, luz, agua), telefonía o entidades bancarias por varias decenas de miles de euros. Esto se debía a que el poder de convicción de esta persona hacia que en los primeros días las víctimas le entregaran su documentación con el pretexto de realizar gestiones jurídicas o económicas provechosas para ellas