La provincia ya ejerce de líder en la defensa del sector de las plantas aromáticas
La provincia está viviendo una auténtica expansión en el sector del cultivo de las plantas aromáticas. De las 2.500 hectáreas que dedicadas a estas explotaciones hay en el país, aproximadamente 900 están en Guadalajara, lo que la convierte en un referente nacional. Sin embargo, más allá del número de hectáreas dedicadas a su producción, está convirtiéndose en un referente internacional. “Se están haciendo innovaciones en el proceso de destilación que son muy importantes y yo diría que son incluso punteras a nivel mundial”, aseguró el presidente de la Asociación Nacional Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales (Anipam), Abelardo Carrillo. “Son innovaciones que tienen un futuro muy esperanzador y que se deben apoyar desde el lado de la administración”.
Sin embargo, este sector también debe hacer frente a sus propios problemas. Uno de ellos es el que ha llegado de mano de la reglamentació REACH aprobada por la Unión Europea. Considerada como Carrillo como “muy compleja”, coloca al sector de plantas aromáticas y medicinales en una situación cuanto menos curiosa. “La normativa Reach nos obliga a demostrar que nuestros productos no son nocivos para la salud humana”, algo paradójico si se aplica a unos cultivos “que siempre han tenido una aplicación natural”, ya que supone adaptarse a una normativa ideada para controlar la elaboración de productos químicos. Por ese motivo, Alcarria Flora ha organizado una jornada de puertas abiertas para dar a conocer a los representantes políticos la situación del sector.
Una normativa “difícil”
Por eso, invitaron a eurodiputados, senadores y diputados nacionales para asistir a un encuentro celebrado en la sede de APAG en el que les explicaron su problemática. Allí también se encontraba el presidente de la Federación Europea de Aceites Esenciales (EFEO), Jorge Miralles, que cuenta con 150 miembros de 15 países. “Aquí vamos a hablar de una Ley Europea muy importante que afecta al sector químico en general”, declaró.
“La normativa REACH es una Ley difícil y muy cara porque cada uno tiene que demostrar que sus productos están bien. Hemos cambiado la carga de la prueba del legislador al productor. Eso ha creado problemáticas porque no sabes cómo hacer exactamente para cumplir la Ley. Nos han dejado un poco ciegos”, explicó Miralles.