La Puerta vibró con las fiestas del Cristo del Socorro
16/08/2013 - 16:37
La Puerta acaba de terminar sus fiestas en honor al Cristo del Socorro. Las celebraciones han mezclado a partes iguales tradición, devoción, toros y diversión, en un ambiente magnífico. El programa de festejos comenzaba el pasado viernes, día 9 de agosto, con el encierro de carretones que como siempre condujo de manera magistral la empresa Bordados Mota, y el baile, amenizado por la orquesta Séptima Avenida. Magnífica actuación la suya, califica el alcalde pedáneo de La Puerta, y concejal de Trillo, Teófilo Benito.
El día grande de la fiesta fue el sábado, momento en el que se celebraron la Misa y Procesión en honor al Santísimo Cristo del Socorro. La ceremonia fue conducida por el párroco local, Carlos San Félix, y fue amenizada por el coro Resplandor, procedente de Fontanar. Su calidad musical, hizo que, espontáneamente, al terminar algunas de sus intervenciones, los porteños aplaudieran a sus integrantes. Al terminar la Misa mayor, la imagen del Cristo salía en procesión por la calle Real, a ambos lados del arroyo de La Solana, previa subasta de los palos de la talla en la maravillosa iglesia románica de La Puerta. La almoneda se repitió a la entrada.
En ambos casos fue Gregorio Pérez García quien se encargó de conducirlas. Al terminar la Misa, quiso compartir algunos de sus recuerdos. Antes había poco dinero, pero nos divertíamos mucho, como también ahora. El Cristo subía y bajaba de fecha, siempre entre los días 14 y 21 de septiembre, según cayera el tercer domingo del mes ese año, dice. Cuando Gregorio era un chaval, en La Puerta no había toros. Sólo recuerdo una vez, en los años 50, que hubo una vaquilla, cuenta. En el que hoy es el Centro Social, antes había un horno en el que las mujeres hacían el pan. Además, en época de fiestas, horneaban tortas, mantecados y magdalenas, además de amasar y freír en casa las rosquillas de toda la vida.
En los años 50 y primeros 60, la banda sonora de las fiestas la ponían el violín y la guitarra de músicos que venían de Ruguilla. Más tarde, ya de Cifuentes, llegaban hasta La Puerta otros con más medios, incluido el saxofón y la percusión. Aunque el propio Gregorio también ha sido artista. Entendía las seis cuerdas y con ellas hacía pasar buenos ratos a sus paisanos. Desde aquellos tiempos hemos subido hasta estos, en los que estamos en la punta del árbol, dice. De chavales, sus compañeros y él íbamos a segar espliego para pagar la música.
Después de la celebración religiosa hubo una paella popular que compartieron 340 comensales. Evasión, el segundo grupo que actuó en la noche porteña, también dio un espectáculo magnífico, afirma Teófilo Benito. El domingo, día 11 de agosto, fue el dedicado a los toros, siempre esperados por la afición a ellos que hay en la localidad. El encierro transcurrió sin incidente alguno. Y la novillada, en la que se lidiaron las tres reses de Carmen Criado (Espinosa de Henares) que se habían echado a la calle por el recorrido tradicional durante la mañana, dieron un juego extraordinario a tres novilleros. Los dos primeros, Califa de Aragua y Nacho Rodríguez, cortaron dos orejas. El tercero, Adrián Henche, se quedó sin premio al fallar a espadas. La revista de José Alcázar, siempre muy esperada, le puso el broche de oro a la noche dominical. Las fiestas acabaron con la tradicional caldereta.
Radio Turismo grabó y ha emitido posteriormente una tertulia que tuvo lugar en las fiestas en la que participaron Francisco Moreno, alcalde de Trillo; Teófilo Benito, alcalde pedáneo de La Puerta y concejal de Trillo; Raúl Velasco, torero; y Mariano Bueno Balcones, aficionado taurino y constructor local.
El día grande de la fiesta fue el sábado, momento en el que se celebraron la Misa y Procesión en honor al Santísimo Cristo del Socorro. La ceremonia fue conducida por el párroco local, Carlos San Félix, y fue amenizada por el coro Resplandor, procedente de Fontanar. Su calidad musical, hizo que, espontáneamente, al terminar algunas de sus intervenciones, los porteños aplaudieran a sus integrantes. Al terminar la Misa mayor, la imagen del Cristo salía en procesión por la calle Real, a ambos lados del arroyo de La Solana, previa subasta de los palos de la talla en la maravillosa iglesia románica de La Puerta. La almoneda se repitió a la entrada.
En ambos casos fue Gregorio Pérez García quien se encargó de conducirlas. Al terminar la Misa, quiso compartir algunos de sus recuerdos. Antes había poco dinero, pero nos divertíamos mucho, como también ahora. El Cristo subía y bajaba de fecha, siempre entre los días 14 y 21 de septiembre, según cayera el tercer domingo del mes ese año, dice. Cuando Gregorio era un chaval, en La Puerta no había toros. Sólo recuerdo una vez, en los años 50, que hubo una vaquilla, cuenta. En el que hoy es el Centro Social, antes había un horno en el que las mujeres hacían el pan. Además, en época de fiestas, horneaban tortas, mantecados y magdalenas, además de amasar y freír en casa las rosquillas de toda la vida.
En los años 50 y primeros 60, la banda sonora de las fiestas la ponían el violín y la guitarra de músicos que venían de Ruguilla. Más tarde, ya de Cifuentes, llegaban hasta La Puerta otros con más medios, incluido el saxofón y la percusión. Aunque el propio Gregorio también ha sido artista. Entendía las seis cuerdas y con ellas hacía pasar buenos ratos a sus paisanos. Desde aquellos tiempos hemos subido hasta estos, en los que estamos en la punta del árbol, dice. De chavales, sus compañeros y él íbamos a segar espliego para pagar la música.
Después de la celebración religiosa hubo una paella popular que compartieron 340 comensales. Evasión, el segundo grupo que actuó en la noche porteña, también dio un espectáculo magnífico, afirma Teófilo Benito. El domingo, día 11 de agosto, fue el dedicado a los toros, siempre esperados por la afición a ellos que hay en la localidad. El encierro transcurrió sin incidente alguno. Y la novillada, en la que se lidiaron las tres reses de Carmen Criado (Espinosa de Henares) que se habían echado a la calle por el recorrido tradicional durante la mañana, dieron un juego extraordinario a tres novilleros. Los dos primeros, Califa de Aragua y Nacho Rodríguez, cortaron dos orejas. El tercero, Adrián Henche, se quedó sin premio al fallar a espadas. La revista de José Alcázar, siempre muy esperada, le puso el broche de oro a la noche dominical. Las fiestas acabaron con la tradicional caldereta.
Radio Turismo grabó y ha emitido posteriormente una tertulia que tuvo lugar en las fiestas en la que participaron Francisco Moreno, alcalde de Trillo; Teófilo Benito, alcalde pedáneo de La Puerta y concejal de Trillo; Raúl Velasco, torero; y Mariano Bueno Balcones, aficionado taurino y constructor local.