La Red de Calor apuesta por un modelo urbano sostenible

La Red de Calor de Guadalajara ha enseñado a los aparejadores de Guadalajara un proyecto que dio sus primeros pasos en el año 2017, y que consiste en poner en contacto la central de la Red de Calor con la propia ciudad. Con esto se persiguen dos objetivos, el primero es conseguir ser más eficientes con el medio ambiente, y el segundo es lograr un ahorro económico para las comunidades de vecinos, para los que puede suponer un ahorro de hasta un 30 por ciento. En la parte de ahorro por eficiencia, una comunidad de unos 60 o 70 vecinos pasaría de emitir unas 300 toneladas de Co2 a emitir unas 25 o 30 toneladas al año. La idea es que a principios de marzo se beneficien de este servicio las primeras comunidades.

La clave para todo esto está en el uso de la energía térmica, generada por la biomasa, fundamentalmente de astillas o restos de los montes de la provincia, por lo que este proyecto ayuda también a mantener más limpia la zona rural de la misma. De hecho, ya se han creado almacenes para guardar este material y garantizar el hacer frente a cualquier necesidad.

El agua saldrá de la central, y través de unas tuberías llegará a una subestación de intercambio que la propia Red de Calor instalará en cada edificio. Allí, el agua que sale de la central a 98 grados y que durante el trayecto apenas pierde temperatura, calentará el circuito del usuario. Es un sistema que ya está en uso en otras ciudades como Valladolid, Soria o Aranda de Duero. En Guadalajara, la calle General Vives Camino ya está conectada, y la intención es ir creciendo poco a poco hasta crear una red de 25 kilómetros. 

Además, la Red de Calor de Guadalajara se compromete a mantener en condiciones óptimas la antigua caldera, de forma que si en algún momento quisieran volver a usarla, no tengan ningún problema. Los interesados pueden consultar cualquier duda en la web https://reddecalordeguadalajara.es/.