La residencia de mayores Los Olmos homenajea a una residente centenaria
05/03/2014 - 18:04
Los profesionales de la residencia de Mayores Los Olmos, de titularidad de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, han organizado una jornada muy especial para celebrar el centenario de una de sus residentes. Eusebia Yela, nacida en Torrebeleña el 5 de marzo de 1914, cumple hoy 100 años.
La homenajeada ha estado rodeada de familiares, compañeros de residencia, trabajadores de Los Olmos, el delegado de la Junta, José Luis Condado, y la coordinadora de los Servicios Periféricos de Sanidad y Asuntos Sociales, Carmen González. Todos los asistentes a esta emotiva cita han podido celebrar con la centenaria este día tan importante degustando una tarta de cumpleaños. Los profesionales de la residencia le han regalado un precioso centro de flores y por parte de la Junta de Comunidades, se le ha hecho entrega de un regalo elaborado por los usuarios del Centro Ocupacional Nuestra Señora de la Salud, de la ciudad de Guadalajara. Eusebia Yela, visiblemente emocionada por la atención recibida en este día ha agradecido las felicitaciones de todos y ha resaltado el estupendo trato recibido por todos y cada uno de los trabajadores de Los Olmos. El cariño y amor que nos dan para mi es especial.
En el acto también han estado presentes dos de sus hermanos que aún viven, Isidoro y Matilde, y muchos de sus sobrinos. La celebración en familia continuará el próximo sábado con una entrañable comida a la que asistirán nada menos que 60 familiares. Retales de una vida Eusebia Yela nació en Torrebeleña el 5 de marzo de 1914. Viuda y sin hijos destaca el cariño y afecto que recibe continuamente de sus dos hermanos, sobrinos y resobrinos. Es la segunda de siete hermanos, dos de ellos fallecieron siendo niños.
En la actualidad viven tres, la propia Eusebia, un hermano en Humanes, Isidoro, y una hermana, Matilde, en Guadalajara. De joven se trasladó a Madrid, donde trabajó sirviendo en una casa, aunque pronto tuvo que regresar por una grave enfermedad.
Con su marido, Antonino, vivió en su pueblo hasta que en el año 95 necesitaron institucionalizarse por problemas de salud de él, primero en Cogolludo y a los dos años, desde el 6 de mayo de 1997, en la residencia Los Olmos. Eusebia se ha dedicado a las tareas del hogar aunque le hubiera gustado ser modista. La vitalidad y el estado de salud de la centenaria es envidiable. Con sus recién cumplidos 100 años camina sin necesidad de bastón y una lucidez mental digna de admiración.