La Semana de las Migraciones tratará de que la crisis no sea un instrumento de exclusión

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
Con el objetivo de que la crisis económica no se convierta en un arma de exclusión social de los inmigrantes y que la sociedad se conciencie de la necesidad de comprometer su solidaridad con este colectivo, que reúne a unas 12.000 personas en la capital y a 32.262 en toda la provincia, Cáritas, Guada-Acoge, Accem y la Delegación Diocesana de Migraciones han organizado una nueva edición de la Semana de las Migraciones, un programa de actividades de formación, talleres, exposiciones, sensibilización e interculturalidad que se desarrollará bajo el lema ‘En tiempos de crisis, comunidades fraternas’. Mañana, miércoles, y el domingo centrarán la mayor parte de los actos.
Cáritas, Guada-Acoge, Accem y la Delegación Diocesana de Migraciones presentaron ayer una nueva edición de su ya tradicional Semana de las Migraciones, un programa de actividades que se desarrollará hasta el domingo con el objetivo de sensibilizar e informar sobre la migración a la sociedad, un fenómeno que afecta a 191 millones de personas en el mundo y a 32.262 en la provincia de Guadalajara. Bajo el lema En tiempos de crisis, comunidades fraternas, la Semana de las Migraciones pretende contextualizar la inmigración en la coyuntura económica actual que vive el mundo, y concretamente Guadalajara, con el fin de que tal situación no se convierta en un instrumento de mayor exclusión para los inmigrantes, sino en un motivo de mayor solidaridad y compromiso por parte de la sociedad, como explicó Norma Kleinubing, delegada diocesana de Migraciones.
Aunque habrá actividades toda la semana, el grueso del programa se desarrollará en dos jornadas: la de mañana, miércoles, y el próximo domingo, momento en el que se ponga fin a la campaña. La formación y la información serán las protagonistas del miércoles. Bajo el título Migraciones: una realidad hoy, la Casa Nazaret acogerá una jornada formativa dirigida a profesionales, colaboradores, voluntarios, población inmigrante y sociedad en general, que comenzará con la ponencia Inmigración: retos y realidad, a cargo de Concha Carrasco. Este año, se ha querido poner el acento sobre la mujer inmigrante y, por ello, el resto de cuestiones a debatir durante la jornada estarán íntimamente relacionadas con la situación de las mujeres extranjeras: la prostitución, los aspectos jurídicos y sociales de la Ley de Asilo, las migraciones y el desarrollo en los países de origen o la espiritualidad de la mujer inmigrante desde su presencia en la Biblia serán algunos de los temas de debate.
Para terminar la semana, el domingo tendrá un tinte más simbólico y emotivo. Una “colorida” misa, como la describió Kleinubing, abrirá la programación en la parroquia María Auxiliadora. Distintos colectivos de inmigrantes participarán en la celebración con sus ofrendas y lecturas. Después, hacia las 12.00 horas, el teatro del colegio Salesiano será el escenario de un encuentro intercultural en el que diversos grupos, tanto españoles como extranjeros, interpretarán distintas actuaciones, tanto de música popular como de danzas tradicionales. Las banderas de todos los países que participan en esta Semana de las Migraciones presidirán este acto artístico intercultural, en el que se podrá disfrutar desde de un pasodoble a una samba, pasando por un baile típico de Senegal o de Guinea Ecuatorial, hasta típicos cantares chilenos y rumanos, o los villancicos y las castizas jotas de la Ronda de Fontanar. Tras las actuaciones, todos juntos disfrutarán de una comida intercultural compartida en los salones de la parroquia María Auxiliadora.

Crecimiento ralentizado
En total, 191 millones de personas en el mundo viven en un país que no es el suyo. Mientras que desde 1960 la población mundial se ha duplicado, la inmigrante se ha triplicado, lo que ayuda a hacerse una idea de la dimensión del fenómeno. En España viven 5,22 millones de extranjeros, cifra que representa el 11 por ciento de la población nacional. En Guadalajara lo hacen 32.262; sólo en la capital 11.955. A pesar de los datos, las estadísticas reflejan que el crecimiento del número de inmigrantes en Guadalajara en 2008 ha sido mucho menor del que se ha venido experimentando en los últimos años (3.405 más, frente a los 9.041 que llegaron en 2007). A pesar de ello, siguen siendo muchos, por ello la Semana de las Migraciones pretende que toda la sociedad se implique en su integración.

Implicación y compromiso de toda la sociedad

Este año se conmemoran 2.000 años del nacimiento de San Pablo, apóstol que “nació siendo inmigrante”, como explicó Andrés Galán, secretario general de Cáritas en Guadalajara. El año paulino estará, por tanto, también presente en la Semana de las Migraciones, momento en el que las distintas entidades organizadoras pretenden transmitir “el mensaje de amor de San Pablo”. Galán, parafraseando al propio Obispo de la Diócesis, José Sánchez, en su última carta en la publicación eclesiástica ‘Eco’, añadió que “no se puede dejar todo de manos de los poderes públicos”, sino que es igualmente o más necesaria la colaboración de las personas y de la sociedad en su conjunto, para hacer más fácil la vida de los que llegan de lejos en busca de una vida mejor. Por su parte, Norma Kleinubing, delegada diocesana de Migraciones, se pregunta “qué podríamos hacer en Guadalajara para que la crisis no se convierta en un arma de exclusión, sino en un fortalecimiento de la solidaridad”. Ante su propia cuestión, Kleinubing propone la creación de un equipo local, formado por representantes de las entidades que trabajan con inmigrantes y el Opegu (Observatorio de la Población Emigrante de Guadalajara), que busque soluciones ante la crisis, de modo que ésta sea menos difícil para ambas partes (entidades y población inmigrante), y que “todos trabajemos en la sensibilización hacia un mejor reconocimiento de la contribución positiva de los extranjeros al crecimiento económico y la recuperación económica”.