La singularidad marca los actos de la Semana Santa en la Alcarria Alta

Guadalajara vive la Semana Santa de una manera singular. La tradición marca los actos de unos días para el recogimiento y la devoción que en el caso de la Alcarria Alta se muestra en los Soldados de Cristo de Budia, la representación de la Pasión Viviente de Trillo o las procesiones de la Cofradía de la Vera Cruz en Cifuentes.

La Hermandad de los Soldados de Cristo data del siglo XV y protagoniza todos los actos de culto en los que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Su principal cometido es montar guardia ante el Sepulcro y el Monumento. Tras unos años desaparecida, en 2001 el colectivo se retomó y su actuación es una fiesta declarada de Interés Turístico Provincial.

Los Soldados de Cristo son quince personas del pueblo que visten con traje negro y sombrero de ala ancha. Una banda roja adornada con un Corazón de Jesús y una lanza en la mano completan la indumentaria de los soldados. Estos custodios de Cristo son los que protagonizan el lavatorio de pies en Jueves Santo, los que portan la imagen de Jesús del sepulcro a brazo alzado desde la iglesia hasta la emita de la Soledad el Viernes Santo; los encargados de encender la hoguera en el atrio de la iglesia el Sábado Santo, la misma con la que se prende el cirio pascual y los protagonistas del Triunfo de la Cruz. En este momento, los soldados levantan sus lanzas en torno al párroco o abad y la Custodia en el atrio.

Los cargos de soldado son hereditarios y para entrar en la hermandad hace falta la aprobación en asamblea. Desde el jueves y hasta el domingo, también se encargarán de anunciar los actos de culto con las carracas, en sustitución de las campanas. ?

Al margen de la actuación de los soldados, cabe destacar el recogimiento y la solemnidad con la que se viven estos días en la localidad budiera, además de la vistosidad de la procesión del Silencio que se hace a la luz de las velas y las antorchas.

 

Trillo también vive de una forma especial los días de Semana Santa. Su acto más destacado, en cuanto a participación y vistosidad es la representación del Vía Crucis y los Juicios a Jesús. Fue el párroco, Santiago Jiménez, el impulsor y autor de los textos del Vía Crucis, el que hace ya 18 años animó a los trillanos a vivir la Semana Santa de otra manera, implicándose de lleno en las celebraciones. Primero fue la representación de la Última Cena, después la entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos, los juicios y, finalmente, el Vía Crucis. El pueblo respondió y son 45 las personas que colaboran en este acto que se lleva a cabo cada Viernes Santo por la mañana en esta representación itinerante.

Como en todas las pasiones vivientes o representaciones de esta época, el papel principal es el más difícil, por su largos diálogos y monólogos. En Trillo esta ardua misión la desempeña Ernesto Lorenzo, que hace de Jesús.

Cada estación es un diálogo entre Jesús y el actor correspondiente, excepto la duodécima estación, en la que hay un monólogo. En la primera, declama Juan Alberto Moreno (Poncio Pilatos). Allí echa en cara a los Sumos Sacerdotes la corrupción que ha sembrado en el pueblo para que pidan la pena de muerte para Jesús. Terminada esta estación se emprende el camino hasta el Calvario donde Jesús es crucificado.

Los voluntarios que hacen realidad este Vía Crucis coinciden en que el momento que más impresiona al público, y a ellos mismos, es el de la novena estación, en ella se ve el cambio que se ha producido en Miguel Ángel (Simón Cirineo), que en la quinta estación rechaza la Cruz, diciendo a los soldados que la lleven ellos que la han fabricado. En la novena se enfrenta con los mismos soldados, dando la cara y defendiendo a Jesús. Momento importante también es el diálogo que en la undécima estación Jesús mantiene con Dimas, el buen ladrón.

Terminado el Vía Crucis, los fieles toman el Santo Sepulcro, que espera en la ermita de San Roque y lo traslada a la iglesia parroquial, para celebrar por la noche la procesión del Santo Entierro, en la que se llevan las imágenes a su respectivas ermitas, el Nazareno y Santo Sepulcro a la ermita de San Juan y la Soledad a la ermita de la Soledad.

Los mismos actores son los encargados de ensalzar también los oficios de Jueves Santo. Tras haber intentado representar los pasajes de la Última Cena sin éxito puesto que los diálogos eran muy largos y densos, decidieron centrarse en la ordenación del sacerdocio. En el transcurso de la misa, los apóstoles se colocan en torno al altar, participan en las lecturas, se lavan los pies, sirven al altar y terminada la misa, unos portan el palio, otros los ciriales, otro el incensario, acompañando al celebrante que lleva el Santísimo Sacramento para dejarlo en el monumento, donde queda hasta la celebración de los Oficios del Viernes Santo.

Otros actos de culto a destacar es la ceremonia nocturna del sábado, en la que se materializa la Vigilia Pascual, con la bendición del fuego, del agua y de la pila del bautismo. Por último, el Domingo de Pascua tiene lugar la procesión del Encuentro. Las mujeres salen con la Virgen por una calle y los hombres, con Jesucristo resucitado, por otra. Ambas comitivas se encuentran en la calle de la Tajonada, y ya todos juntos van hasta la iglesia, donde se oficiará la misa.

 

Cifuentes ha engrandecido la celebración de su Semana Santa con la refundación de la Cofradía de la Santa Vera Cruz en 2007. Se trata de un colectivo cuya existencia está constatada desde el siglo XVI y que desapareció hace un siglo. Fue en la Semana Santa de 2008 cuando los nuevos cofrades salieron en procesión con una imagen de la Oración en el Huerto a hombros, el día de Jueves Santo, desde la iglesia a la ermita de la Soledad. Este ritual lo siguen cumpliendo cada Semana Santa. Los sesenta hermanos que procesionan lo hacen revestidos de una túnica morada, ceñida con un cíngulo blanco; capa y capirote de color blanco y guantes. En el pecho llevan la medalla de la Cofradía. Este año, el paso que porta la cofradía estrenará andas. También participa en la procesión del Silencio en Viernes Santo, aunque este año no portarán faroles, sino que saldrán con un nuevo paso, la Cruz y el sudario. La indumentaria de este día también varía respecto a la del jueves y llevarán: la capa, el capirote, el cordón y los guantes son negros. Esta procesión parte de la iglesia de El Salvador hasta la ermita de la Soledad.

Durante la jornada del sábado, la Cofradía de la Santa Vera Cruz organiza en colaboración con la ONG Intermón Oxfam un mercadillo solidario para recaudar fondos para los más necesitados. La joven cofradía también está realizando la campaña el Cofrade Solidario, en la que recogen alimentos no perecederos para enviar a Cáritas Guadalajara.

Otro momento digno de mención de la Semana Santa cifontina, y quizá el más tradicional es la quema del Judas el Domingo de Pascua. Se trata de un muñeco de trapo que hacen los mozos y que se quema en la plaza como símbolo de purificación. Este acto se lleva a cabo después de la procesión del Encuentro, en el que la imagen de la Virgen (portada por las mujeres) se encuentra con su hijo Jesús (portado por los hombres) en la misma plaza para regresar juntos a la iglesia.

 

La Semana Santa llegará a Pareja en plena celebración de su tradicional ‘Abril Cultural’ un programa para todos los públicos y que la semana próxima tendrá como protagonista al deporte. Pádel, frontón y fútbol sala se sucederán desde este domingo hasta el sábado. También el sábado se proyectará la película ‘La última Cima’, acto en el que colabora Familias Misioneras. Los trofeos de los campeonatos celebrados esta semana se entregarán el domingo 24 a las 14.00 horas. En el apartado de culto, destaca la presencia el Domingo de Ramos y el de Resurrección de la Agrupación Musical del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz en las misas y procesiones. El acto de mayor recogimiento se vivirá el Viernes Santo en la procesión del Silencio, cuya solemnidad vendrá marcada por el grupo Alegría Alcarreña. Entre los actos tradicionales hay que destacar la procesión del Encuentro y la quema del Judas en la plaza Mayor. Las fiestas de Casasana en honor a San Marcos el último fin de semana de abril, la celebración de los Mayos a la Virgen y el Día del Libro pondrán fin a este ‘Abril Cultural’.