La subdelegada analiza con los abogados los cambios normativos de la Ley extranjería
17/11/2010 - 12:59
Más de medio centenar de letrados asistieron a la conferencia, que se celebró en la tarde de ayer
Organizada por el Ilustre Colegio de Abogados de Guadalajara, la charla fue introducida por el presidente de los letrados alcarreños, Fernando Martínez, y contó con la presencia del jefe de la Oficina de Extranjería dependiente de la Subdelegación, Manuel Cobo. Los más de 36.000 inmigrantes censados en la provincia (aproximadamente un 15 % de la población) han acabado por convertir los asuntos relacionados con la extranjería en una especialidad de interés creciente para los letrados alcarreños. Martínez reflexionó en su exposición inicial sobre esta cuestión, asegurando que hace unos años, hablar en Guadalajara del Derecho aplicado a la inmigración era como hacerlo del Derecho Marítimo pero hoy se ha convertido en algo que forma parte de nuestra rutina de trabajo.
En su exposición, la subdelegada fue desgranando las principales novedades de la Ley Orgánica 2/2009, una norma que aporta significativas y profundas novedades jurídicas respecto de la anterior, que databa del año 2000 y que fue modificada en tres ocasiones (una el mismo año de su entrada en vigor y dos más en 2003). Las sucesivas Sentencias de Inconstitucionalidad, la aprobación de nueve Directivas Europeas en la materia y la necesidad de adaptar la normativa a la realidad cambiante de la inmigración, movieron al Gobierno de España a promulgar una nueva Ley que introduce multitud de modificaciones.
Araceli Muñoz considera que la actual redacción responde más acertadamente a la realidad de los inmigrantes y que lo hace respondiendo fundamentalmente a tres objetivos: regular con mayor profusión su estancia en España, adecuar su flujo a las necesidades reales del mercado laboral sin desperdiciar su experiencia y el capital humano que aportan y garantizar los Derechos Fundamentales. En este sentido, la Ley 2/2009 clarifica multitud de cuestiones que anteriormente podían resultar contradictorias e incluso lesivas desde un punto de vista humanitario, como reconoció el propio Tribunal Constitucional, asegura Araceli Muñoz.
La subdelegada confió públicamente en que el nuevo Reglamento acabe de clarificar algunas dudas que surgen en la práctica diaria administrativa y jurídica, aunque explica que las normas de desarrollo se ajustan mejor a la realidad cuando las leyes han contado con un período de rodaje suficiente para comprobar cómo responden a las necesidades reales.
La actual Ley Orgánica sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social añade o modifica texto a prácticamente todo el articulado de su antecesora, incidiendo en aspectos como la igualdad, la no discriminación, la lucha contra el tráfico ilegal, la trata y otras modalidades de explotación, o la cooperación y participación de las Comunidades Autónomas y los agentes sociales en la definición de la política de inmigración. Otra de las cuestiones que aborda en profundidad es la violencia de género aplicada a la mujer inmigrante, así como la situación de los menores no acompañados.
Organizada por el Ilustre Colegio de Abogados de Guadalajara, la charla fue introducida por el presidente de los letrados alcarreños, Fernando Martínez, y contó con la presencia del jefe de la Oficina de Extranjería dependiente de la Subdelegación, Manuel Cobo. Los más de 36.000 inmigrantes censados en la provincia (aproximadamente un 15 % de la población) han acabado por convertir los asuntos relacionados con la extranjería en una especialidad de interés creciente para los letrados alcarreños. Martínez reflexionó en su exposición inicial sobre esta cuestión, asegurando que hace unos años, hablar en Guadalajara del Derecho aplicado a la inmigración era como hacerlo del Derecho Marítimo pero hoy se ha convertido en algo que forma parte de nuestra rutina de trabajo.
En su exposición, la subdelegada fue desgranando las principales novedades de la Ley Orgánica 2/2009, una norma que aporta significativas y profundas novedades jurídicas respecto de la anterior, que databa del año 2000 y que fue modificada en tres ocasiones (una el mismo año de su entrada en vigor y dos más en 2003). Las sucesivas Sentencias de Inconstitucionalidad, la aprobación de nueve Directivas Europeas en la materia y la necesidad de adaptar la normativa a la realidad cambiante de la inmigración, movieron al Gobierno de España a promulgar una nueva Ley que introduce multitud de modificaciones.
Araceli Muñoz considera que la actual redacción responde más acertadamente a la realidad de los inmigrantes y que lo hace respondiendo fundamentalmente a tres objetivos: regular con mayor profusión su estancia en España, adecuar su flujo a las necesidades reales del mercado laboral sin desperdiciar su experiencia y el capital humano que aportan y garantizar los Derechos Fundamentales. En este sentido, la Ley 2/2009 clarifica multitud de cuestiones que anteriormente podían resultar contradictorias e incluso lesivas desde un punto de vista humanitario, como reconoció el propio Tribunal Constitucional, asegura Araceli Muñoz.
La subdelegada confió públicamente en que el nuevo Reglamento acabe de clarificar algunas dudas que surgen en la práctica diaria administrativa y jurídica, aunque explica que las normas de desarrollo se ajustan mejor a la realidad cuando las leyes han contado con un período de rodaje suficiente para comprobar cómo responden a las necesidades reales.
La actual Ley Orgánica sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social añade o modifica texto a prácticamente todo el articulado de su antecesora, incidiendo en aspectos como la igualdad, la no discriminación, la lucha contra el tráfico ilegal, la trata y otras modalidades de explotación, o la cooperación y participación de las Comunidades Autónomas y los agentes sociales en la definición de la política de inmigración. Otra de las cuestiones que aborda en profundidad es la violencia de género aplicada a la mujer inmigrante, así como la situación de los menores no acompañados.