La tormenta

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

PEDRO VILLAVERDE MARTÍNEZ
TRIBUNA ABIERTA
La cuesta de enero este año además de las rebajas, muy especiales por la presencia del Corte Inglés en nuestra ciudad, lo que más ha sorprendido es la tormenta desatada a la baja en la Bolsa. Puede que nada tenga que ver la inflación más que abultada de los últimos tiempos, la subida del dinero y la escalada de las hipotecas con ese parón en la construcción… o sí.
Creemos que estos fenómenos se ven o se padecen, pero difícilmente se explican. Es más, llama la atención cómo se pretende calmar la situación por miedo a ese pánico que suele cundir cuando ocurren estas cosas. Puede que la economía estadounidense esté a las puertas de la recesión o no. Lo que sí puede que ocurra es que Estados Unidos no sea el único que pague estas situaciones sino que tal vez las padezca menos, a pesar de que se nos diga que la economía europea, y más aún la española, estén muy bien preparadas para afrontar estas situaciones. Que la realidad lo confirme por la cuenta que nos trae, pero llevamos ya algún tiempo viendo que la economía no era tan boyante como todos queríamos ver. El petróleo se iba por las nubes y marchar por las carreteras resultaba cada vez más costoso. Hace algún tiempo que resultaba bastante patente que a los españoles les costaba bastante más llegar a final de mes. Todo esto ha venido ocurriendo cuando en nuestro país estamos a muy poco tiempo de las Elecciones de marzo.
Sabemos que hoy el fenómeno de la globalización influye mucho en todos los países, pero… Esperemos, para bien de todos, que la economía reflote pronto y el anhelado bienestar sea, más que un deseo, una realidad. Pero si esta tormenta no la esperábamos, sobre todo quienes somos legos en la materia, todos podemos observar que llevamos el pasado año y lo que va de éste con una sequía más que preocupante. Ya estaban nuestras reservas muy mermadas de ejercicios anteriores, pero mucho nos tememos que si seguimos como vamos tendremos que abastecer muchas poblaciones con cisternas, si es que hay donde llenarlas. Carecemos de un auténtico Plan Hidrológico y a nadie o muy poco se le oye nada al respecto. El problema del agua está, o puede estar, en esos problemas más aireados del cambio climático del que sí se ha hablado bastante, aunque a veces dé la sensación de que sea más cara a la galería… Pero el problema del agua es muy grave y el hombre debe ser más diligente para aprovechar todo lo que tenga a su alcance para conseguir paliarlo. Sabemos que estamos en una zona donde las precipitaciones son más bien escasas, pero ¿se ponen todos los medios a nuestro alcance para sacar de ellas el máximo provecho? Sinceramente, y a los hechos, o la falta de los mismos, nos remitimos, parece que no. Pero hemos de pensar que siempre es tiempo de mejorar. Sin agua