La tormenta de granizo perjudica los cultivos de numerosos municipios de Guadalajara

Las lluvias de las últimas semanas fueron bien recibidas por los agricultores hasta que llegó el granizo. El lunes, una tormenta entró por Villanueva de la Torre, descargó “un poquito” en Guadalajara y pasó entre el río Henares y la A-2 hasta llegar a Sigüenza. Así lo relató el secretario de APAG, Antonio Torres, quien, no obstante, no se atrevió a cuantificar los daños, “puesto que desde que ocurre el siniestro hasta qu elos agricultores dan sus partes al seguro, tienen un plazo de siete días”. Fontanar fue una de las localidades afectadas por el granizo, sobre todo la colza, un cultivo “muy sensible” por el momento en el que se encontraba. De hecho, Torres dijo que el golpe del granizo ha provocado que “todas” las vainas se cayesen al suelo. “Podemos hablar de daños de casi el 100 por cien en la colza de las zonas afectadas”. A los cultivos de trigo, la piedra, como la llaman los agricultores, les ha cogido “más verdes” y con agua por las lluvias precedentes, por lo que el perjuicio ha sido “menor”. También ha pegado “muy fuerte” en la zona de Gajanejos, concretamente a la cebada. “En Almadrones se ha registrado mucho daño en las leguminosas, que ya estaban afectadas por los hielos”. Y se ha agravado porque estaban secas, se abrían con el pedrusco y se rompían. “En Sigüenza también ha habido daños, pero como los agricultores no saben la cosecha que tenían, no han podido contabilizarlos”.

El nuevo secretario de APAG y gerente de SAT-Coagral, Antonio Torres, presentó el martes los resultados económicos del pasado ejercicio tanto de la asociación como de la comercializadora. Acompañado por el presidente de APAG, Antonio Zahonero, y por el vicepresidente, Fernando Sánchez. En SAT-Coagral, Torres reconoce un descenso en la facturación debido a la bajada de precios. En concreto, de los 34,1 millones facturados en 2013 han pasado a 31,9 en 2014. “Venimos de un año de sequía y la producción del año pasado ha sido más escasa”, señala Torres. En cuanto a los resultados de explotación, se superan los 506.000 euros, frente a los 572.800 del ejercicio anterior. Posteriormente, los beneficios antes de impuestos caen desde los 432.212 euros a 340.440. De estos, explica Torres, 103.300 irán a Hacienda en concepto de impuesto sobre sociedades, por lo que el resultado del ejercicio después del pago de impuestos es de 237.125. En 2013 el total ascendió a 302.548 euros. De esos 237.125 euros, la asamblea decidió que 213.413 se destinen a reservas voluntarias, y 23.712 a reservas de capitalización. “Estamos en la línea prevista, y las perspectivas para este año es alcanzar una facturación de 35 millones”. Así lo desea el nuevo secretario, después de señalar que se rozó esa cifra en los ejercicios 2011, 2012 y 2013. Sin embargo, reconoció que las previsiones no siempre se cumplen “porque tenemos un negocio que no tiene techo, pues no es lo mismo que en una fábrica cuando dispones que salgan 100 tornillos. En el campo lo hacemos lo mejor que podemos, pero luego no nos llueve, por ejemplo”.