La torre de Caja de Guadalajara “ilumina” el futuro de la provincia

El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha visitó el nuevo rascacielos que se ha convertido ya en el más alto de Guadalajara, un edificio de 15 plantas –12 sobre rasante–, cerca de 50 metros de altura y 14.000 metros cuadrados totalmente “transparente, porque las Cajas deben ser transparentes”, señaló el presidente de Caja de Guadalajara, José Luis Ros, que guió los pasos de Barreda a lo alto de la nueva torre.
El presidente regional y Ros, acompañados también por el director general de la Caja, Alejandro García; la vicepresidenta del Gobierno regional, María Luisa Araújo; el alcalde de la capital, Antonio Román; la presidenta de la Diputación provincial, María Antonia Pérez León; la subdelegada del Gobierno, Araceli Muñoz; el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás; el director general de la misma entidad, José Antonio Olavarrieta; y la representación alcarreña y femenina en el Gobierno de Castilla-La Mancha formada por Magdalena Valerio, Soledad Herrero y María Ángeles García, se pasearon por las plantas más importantes de la nueva sede social. Empezaron por la planta baja –a la altura del suelo–, que alberga la oficina principal de la Caja, donde Barreda saludó a los empleados de la entidad, para subir después a la planta presidencial, la número 11, donde se sitúan los despachos del propio Ros y del director general de la entidad y desde donde el presidente regional pudo contemplar las impresionantes vistas nocturnas de la capital, la sierra, La Campiña y de una buena parte del Corredor del Henares. Allí, en las alturas, Barreda también visitó la nueva sala de consejos de la Caja provincial, donde se han colocado las obras de arte más representativas propiedad de Caja de Guadalajara, su Retablo Arriacense y su enorme mesa de haya, caoba y cuero.

Preparada para el futuro
Concluida la visita a las alturas, llegó el momento de los discursos, que se celebró en el gran salón de actos situado en la planta sótano, junto a la sala de arte, espacio que también se habilitó con pantallas y sillas para que el público asistente, muy numeroso, pudiera seguir las distintas intervenciones. Guiado por el periodista guadalajareño Alberto Girón, fue José Luis Ros el que inauguró el turno de palabra.
Tras los numerosos agradecimientos, en los que ocuparon un lugar especial la empresa constructora Hercesa y el estudio de arquitectos Catalán&Solano por cumplir “en tiempo y precio” su compromiso y construir la torre en 18 meses, Ros realizó un recorrido histórico desde la fundación de la Caja, en 1966, de mano de la Diputación provincial, hasta la actualidad, cuando la Caja ha cerrado “el mejor mes” de toda su historia con unas ganancias de 20 millones de euros de pasivos, como indicó el presidente. Lejos quedan los 138.000 euros de recursos ajenos que tenía la Caja en su primer año de funcionamiento y los 450.000 que alcanzó en 2000, pues actualmente la cifra asciende a 1.500 millones de euros. Datos que demuestran “que nos hemos aplicado en estos años”, dijo Ros, y que “esta Caja está preparada para afrontar el futuro”.
Atrás queda un intenso trabajo y esfuerzo y muchas decisiones que son las que marcan la diferencia en periodos de crisis como el actual, que no es ajeno para la Caja, y en cuya superación será esencial una “reestructuración financiera” en la que se tendrán especialmente en cuenta tres factores: los clientes, los empleados y la provincia a la que Caja de Guadalajara siempre será “leal”.
Por último, Ros no quiso olvidarse de reconocer el trabajo de la Obra Social de la entidad y sus cinco “alientos vitales”, que han dado como fruto proyectos tan importantes como la construcción de distintos colegios en países en desarrollo en los que se ha contado con la colaboración de empresas también de la provincia como Rayet o Gran Europa. Obra Social que seguirá fijando su objetivo en los sectores más desfavorecidos, ahora desde la nueva torre, la “tercera torre de la capital”, después del histórico torreón del Alamín y el de Alvarfáñez.

Aliento y confianza
Después de Ros, tanto Román como Pérez León, Quintás y Barreda felicitaron a la Caja y expresaron su profunda confianza en la entidad, a pesar de la dureza con la que todos nombraron a la actual crisis económica. El alcalde capitalino destacó la importancia de que Caja de Guadalajara haya decidido apostar por esta zona de la capital, un nuevo sector en expansión que ya comienza a ser “el motor económico y empresarial de la ciudad”, al que también llegarán pronto grandes proyectos como el Palacio de Justicia y el Palacio de Congresos de la Cámara de Comercio. Por su parte, Pérez León dijo de la nueva torre de Caja de Guadalajara “que representa la fortaleza y el crecimiento de Guadalajara” y también cito otros dos importantes proyectos que se podrán vislumbrar desde lo alto del rascacielos, el futuro campus universitario y la ampliación del Hospital.
El presidente de las Cajas de Ahorros realizó un profundo análisis de la situación financiera en la que las “grandes verdades que eran leyes absolutas de la economía han quebrado”. A pesar de ello, puso en valor el modelo de las Cajas españolas, a las que instó, sin embargo, a no quedarse quietas y a “adaptarse al entorno”, para lo que citó Darwin y a su teoría de la evolución. Quintás confió en Caja de Guadalajara y dijo de ella que aunque “es una caja pequeña, es una gran caja”.

“Preñada de futuro”
El presidente regional fue el encargado de cerrar una noche de reconocimiento y felicitaciones a Caja de Guadalajara, a la que arroparon, además de los políticos, una nutrida representación de la sociedad guadalajareña entre empresarios, sindicatos, asociaciones y organizaciones sociales. Ante la muestra de tan unitario apoyo por parte de la provincia, Barreda destacó la “importancia simbólica” de la inauguración de un edificio “austero, elegante, transparente y funcional” que proyecta una imagen de “modernidad” y deja entrever una Guadalajara “preñada de futuro”. A pesar de los tiempos, “de una crisis que no tiene precedentes”, es el momento de “hacer política con mayúsculas” y empujar “todos en la misma dirección”, alentó el presidente regional. En este sentido, subrayó Barreda, Caja de Guadalajara “empieza una etapa importante” en la que debe ayudar “a dibujar el futuro de la sociedad y de los pequeños y medianos empresarios”, adaptándose a los tiempos “con audacia y prudencia”, mostrándose seguro de que “lo vamos a hacer”.