La tragedia del K2 se convierte en la peor desde 1986
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
La tragedia de este fin de semana K2, la segunda montaña más alta del mundo y situada en la frontera entre China y Pakistán, se ha convertido en la más grave en cuanto al número de muertes desde el año 1986, cuando 13 alpinistas de los 27 con los que contaba la expedición murieron después de alcanzar la cima.
En esta ocasión, fueron 11 las muertes confirmadas por las autoridades en la aventura de alcanzar el segundo pico más alto del mundo, después de que una avalancha rompiera las cuerdas fijas en las que los montañeros se iban a ayudar para bajar la montaña. No obstante, otros tres alpinistas tuvieron más suerte y han sobrevivido a la tragedia, habiendo sido rescatados en helicóptero dos de ellos, de nacionalidad holandesa, mientras que el tercero se encuentra a la espera de ser rescatado en un lugar seguro.
Hemos confirmado once muertes. Así lo afirmó Azeemullah Baig, capitán de uno de los campamentos base del K2, tras explicar la operación de rescate de dos de los tres supervivientes de la tragedia que se llevó a cabo en la mañana de ayer. Un helicóptero del ejército Pakistaní alcanzó el lugar donde se encontraban los dos supervivientes, Wilco Van Rooijen y Cas Van de Gevel, para trasladarlos a un hospital de Skardu, en Pakistán.
El portavoz del equipo de rescate, Michel Schuurman, explicó que los dos alpinistas aguantaron en la montaña desde que se produjo la avalancha el pasado viernes y llegaron a un campamento base el sábado, donde fueron rescatados ayer lunes.
Mientras tanto, un tercer superviviente, Marco Confortola, de nacionalidad italiana, espera ser rescatado por el mismo helicóptero, aunque para ello tendrá que alcanzar una latitud inferior para que el equipo de rescate pueda salvarle a pesar de tener un pie en malas condiciones. Confío en que podrá descender hasta donde pueda ser rescatado, indicó el secretario del Ministerio de Turismo pakistaní, Shahzad Qaiser.
Con todo ello, el accidente se convierte en el más trágico en cuanto a número de fallecidos desde 1986, cuando trece montañeros perdieron la vida durante una expedición de 27 alpinistas después de que alcanzaran la cima, según una información de CNN, recogida por otr/press. Entre los once fallecidos se encuentran tres coreanos, dos nepalíes, dos pakistaníes, un francés, un serbio, un noruego y un ciudadano irlandés, que perdieron la vida después de que una avalancha de hielo rompiera las cuerdas que necesitaban para descender la montaña. Entonces, algunos de ellos decidieron esperar a ser rescatados, mientras que otros prefirieron intentar descender hasta un campamento base para buscar ayuda.
Así, según explicó uno de los supervivientes, Fredik Strang, que estuvo presente en las labores de rescate, la avalancha acabó con la vida de 11 montañeros en una zona conocida como zona de la muerte, a unos ocho kilómetros de altura.
A pesar de ser la segunda montaña más alta del mundo, los alpinistas profesionales consideran al K2 más difícil de escalar que el Everest, por lo que insisten en la prudencia de los escaladores que pretenden alcanzar su cima. Uno de ellos, Sher Khan, coronel retirado y vicepresidente del Club Alpino de Pakistán, explicó que los riesgos se multiplican cuando se unen pequeños grupos que intentan alcanzar la cima creyendo que será más fácil.
La necesidad de aprender de la historia
Sher Khan hizo hincapié en la importancia de aprender de estos accidentes para evitar posibles tragedias al escalar una montaña de condiciones similares al K2. La gente no está aprendiendo de la historia, añadió. Por ello, resaltó la importancia de ir preparado para experimentar una aventura como la de escalar el K2 y no sólo en cuanto a capacidad física, sino también en saber cómo reaccionar en caso de emergencias, como la pérdida de material o el mal tiempo.De hecho, son ya 70 los alpinistas que han perdido la vida en su intento por llegar a lo más alto del K2. La tasa de siniestros es tres veces superior a la que se registra en el Everest.
Hemos confirmado once muertes. Así lo afirmó Azeemullah Baig, capitán de uno de los campamentos base del K2, tras explicar la operación de rescate de dos de los tres supervivientes de la tragedia que se llevó a cabo en la mañana de ayer. Un helicóptero del ejército Pakistaní alcanzó el lugar donde se encontraban los dos supervivientes, Wilco Van Rooijen y Cas Van de Gevel, para trasladarlos a un hospital de Skardu, en Pakistán.
El portavoz del equipo de rescate, Michel Schuurman, explicó que los dos alpinistas aguantaron en la montaña desde que se produjo la avalancha el pasado viernes y llegaron a un campamento base el sábado, donde fueron rescatados ayer lunes.
Mientras tanto, un tercer superviviente, Marco Confortola, de nacionalidad italiana, espera ser rescatado por el mismo helicóptero, aunque para ello tendrá que alcanzar una latitud inferior para que el equipo de rescate pueda salvarle a pesar de tener un pie en malas condiciones. Confío en que podrá descender hasta donde pueda ser rescatado, indicó el secretario del Ministerio de Turismo pakistaní, Shahzad Qaiser.
Con todo ello, el accidente se convierte en el más trágico en cuanto a número de fallecidos desde 1986, cuando trece montañeros perdieron la vida durante una expedición de 27 alpinistas después de que alcanzaran la cima, según una información de CNN, recogida por otr/press. Entre los once fallecidos se encuentran tres coreanos, dos nepalíes, dos pakistaníes, un francés, un serbio, un noruego y un ciudadano irlandés, que perdieron la vida después de que una avalancha de hielo rompiera las cuerdas que necesitaban para descender la montaña. Entonces, algunos de ellos decidieron esperar a ser rescatados, mientras que otros prefirieron intentar descender hasta un campamento base para buscar ayuda.
Así, según explicó uno de los supervivientes, Fredik Strang, que estuvo presente en las labores de rescate, la avalancha acabó con la vida de 11 montañeros en una zona conocida como zona de la muerte, a unos ocho kilómetros de altura.
A pesar de ser la segunda montaña más alta del mundo, los alpinistas profesionales consideran al K2 más difícil de escalar que el Everest, por lo que insisten en la prudencia de los escaladores que pretenden alcanzar su cima. Uno de ellos, Sher Khan, coronel retirado y vicepresidente del Club Alpino de Pakistán, explicó que los riesgos se multiplican cuando se unen pequeños grupos que intentan alcanzar la cima creyendo que será más fácil.
La necesidad de aprender de la historia
Sher Khan hizo hincapié en la importancia de aprender de estos accidentes para evitar posibles tragedias al escalar una montaña de condiciones similares al K2. La gente no está aprendiendo de la historia, añadió. Por ello, resaltó la importancia de ir preparado para experimentar una aventura como la de escalar el K2 y no sólo en cuanto a capacidad física, sino también en saber cómo reaccionar en caso de emergencias, como la pérdida de material o el mal tiempo.De hecho, son ya 70 los alpinistas que han perdido la vida en su intento por llegar a lo más alto del K2. La tasa de siniestros es tres veces superior a la que se registra en el Everest.