La UME y Cruz Roja toman Azuqueca en un simulacro de terremoto
06/03/2014 - 12:06
Un total de 219 personas pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a la Cruz Roja participaron este jueves en un simulacro de terremoto en Azuqueca de Henares. La localidad se convirtió desde primera hora de la mañana en un hervidero de vehículos de emergencias, mensajes por megafonía, centros de operaciones de campaña y otros muchos elementos que hizo que más de un vecino se sintiese desconcertado por lo que estaba ocurriendo. El comandante Galindo de la UME explicó que se trataba de una jornada de información a la población dentro de una actividad de adiestramiento del personal propio, y que tienen lugar después de una fase preparatoria que tuvo lugar el miércoles en la base de Torrejón de Ardoz. En distintos puntos de la localidad se desplegaron puntos de información de la UME, conocidos por su acrónimo Pinfoume, con el fin de atender a los primeros afectados por un teórico seísmo que no sólo habría afectado a Azuqueca, sino a toda la comarca. El terremoto ha sido de tal envergadura que se ha declarado de interés nacional, con lo que entra en marcha el Plan Estatal de Apoyo al Riesgo Sísmico.
Uno de estos puntos se encontraba en la carretera de Meco, donde uno de los vehículos Pinfoume atendió a un figurante que representaba a uno de los afectados por el terremoto. La víctima no sabía nada de su abuela de 80 años y de su hermana, por lo que lo primero que hicieron los agentes de la UME fue tomar los datos y remitirlo al Centro de Atención al Ciudadano, gestionado por Cruz Roja y que en esta ocasión estaba ubicado en el polideportivo la Paz. Allí, la responsable del equipo de Intervención Psicosocial, María Cacho, explicó que ellos se encargan de realizar la recepción y la primera atención a la población afectada. Tenemos una primera zona de espera, en la que siempre están atendidos por compañero, y luego se pasa a una segunda zona con camas. No obstante, en el caso de población con necesidades especiales, como embarazadas o menores no acompañados, acceden directamente a la zona de camas. Allí también se les facilitan elementos como mantas, alimentos y bebidas calientes y, por su puesto, atención psicológica.